Una buena relación

Esta perashá-porción trata de forma especial el tema de los kohanim-sacerdotes. También trata de indicaciones que según nuestros sabios se dieron alrededor del año 2449 desde la creación, aproximadamente en el año 1311 antes de la era común. Envuelta en varios comentarios que procuran  dar explicaciones del simbolismo de casi todos los aspectos que abarca. Sin embargo lo que más destaca es la explicación que existe sobre el porqué el nombre de Moshé rabeinu-nuestro maestro no aparece. Porque desde que nace rabeinu-nuestro maestro, hasta antes de esta perashá, siempre aparece su nombre. El comentario más famosos sobre este tema es el siguiente: “Cuando Moshé Rabeinu se dirige al Eterno sobre el asunto del becerro de oro el expresa  que si el Eterno no perdona al pueblo sobre este asunto entonces su nombre sea borrado de su libro”. El Gaón de Vilna considera otro motivo del porque el  nombre de Moshé no aparece en esta perashá y comenta lo siguiente: “siempre el 7 de Adar, el día en que desapareció Moshé Rabeinu sobre de este mundo, cae en la semana de Tetzavé o alrededor de esta, ya que Tetzave también es la perashá que desapareció el nombre de Moshé”. Desde mi punto de vista queda claro que la gran honra que Moshé Rabeinu recibe al ser considerado para transmitirla Torá, su sola persona es un ingrediente inseparable, el cual toma  parte de manera contundente de todo lo que sea considerado como instrucción, y si esta vez no aparece podemos imaginarlo transmitiendo a detalle cada una de esta instrucciones. Su voz se traslada como un buen  aroma como un buen olor que hasta el día de hoy está ahí, tan nuevo, tan intenso que llena todo los sentidos.

Para dar inicio a este tema quiero poner delante de ustedes el pasúk de esta perashá que dio la pauta:
Shemot-Éxodo 30:7  Y Aharón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará.

El tema tiene su origen en la frase “aromático” que proviene de la raíz hebrea: “sam”, esta expresión me hizo recordar sucesos en mi vida, la cual siempre ha tenido un sello con los aromas y la capacidad que el Eterno me ha otorgado, y que algunos de ustedes también han tenido, ¿Cómo cuáles? ¿Recuerdan algún momento de su vida en el que estando en un rezo, nuestra almas se llena de shalom y dicha que empiezas a detectar un aroma dulce, terso, pero penetrante y  a su vez pareciera que no acabas de llenarte de ese aroma? Pareciera que se restablece un vínculo tan especial que el tiempo simplemente no transcurre.

Cuando los aromas se presentan tienen la característica de traer recuerdos a la mente, que casi pareciera que los estás viviendo, no importa el tiempo que ha transcurrido, solo te arrollan, te envuelven y los sentimientos afloran. ¿Tú crees que no recuerde nuestra alma el  lugar  de dónde vino? Casi llora al extrañar ese lugar, la emoción de un encuentro la consuela.

Sobre este pasúk existen comentarios del Zohar sobre el ketoret-incienso que esta traducida en el pasúk con la expresión: “Incienso” comenta que esta expresión proviene de la palabra “kesher” que se entiende como “relación”, unión, enlace, aludiendo que el ketoret amarra, entrelaza a la persona con el Creador.

Teniendo esto en mente y los sucesos que he experimentado en los rezos, viene sensaciones que se han marcado en mi persona, cuando siento ese aroma en mi alma porque no creo que mi nariz tengan la capacidad para detectarlo, pareciera que nada de lo que en mi mente momentos atrás se ocupaba, quizás en la problemática de la vida, en la soledad, en la ansiedad, en la tristeza, en mi cansancio, en mi incredulidad, ¡en fin!  Todo eso simplemente desapareciera, y empiezo a gozar de algo tan profundo que mi existencia se encuentra con todo los sentidos de la razón, la razón de la vida mi Creador, mi Elohim.

Si pones un poco de atención al pasúk vemos que esta especie aromática era quemada cuando se inicia el embellecimiento de las lámparas, era el preámbulo de la limpieza de esta piezas de iluminación del tabernáculo, simplemente estar sintiendo este momento aromático es como quitarte de encima lo que estorba, llevándote ese aroma aun lugar santo, aun encuentro, a una buena relación, con el santo de Israel. Pareciera que se limaran asperezas de nuestras personas, esto amados es un momento espiritual tan profundo, que es un deleite experimentarlo.

Si te dejas llevar por este momento, lo aromático ya no solo pereciera que está en tu nariz, tu estas en medio de ese aroma, tu cuerpo esta flotando en esa delicia de espacio, como una nube, pero aún hay más, al terminar ese momento, ¡tú eres el aroma!, aquel aroma era considerado como una obra maestra de un perfumador, simplemente se disfrutaba de un buen arte aromático.

Shemot-Éxodo 37:29  Hizo asimismo el aceite santo de la unción, y el fino incienso aromático, de obra de perfumador.

 

¿Tú crees que una buena relación nace de manera espontánea?

 

¿Qué hemos hecho hasta el día de hoy para mantener una buena relación con el Eterno?

 

¿Crees que el con el solo hecho de estar presente shabát con shabát con mal animo sea suficiente para que el Eterno se interese en ti para crear una buena relación?

 

Si un buen aroma es símbolo de algo agradable, ¿cómo será un aroma que simbolice rechazo?

 

Cuando mis senderos son avasallados por las problemáticas y  por alguna razón los ánimos no son del todo aceptables, como para estar en una sinagoga, siento que mi persona no despide energía, es más, siento que despido un aroma no muy agradable, quizás para los demás no sea detectable, pero no me siento bien, recuerdo cuando las personas tienen practicas obscuras, o son sus actitudes fingidas por lo general me llega un aroma bastante fuerte insoportable, pero que yo solo puedo olerlo, aunque ha habido ocasiones que dos o tres personas concedimos que algo vuele mal. Esa expresión es muy usada cuando algo a nuestro alrededor no está del todo bien, y de manera personal diría que este aroma cuando no es detectable con las narices probablemente es más detectable con una mirada.

 

Conclusión.

 

Si alguna vez has tenido la sensación de detectar ese aroma tan especial, lo lógico sería que añorarías revivir ese momento una vez más, pero a su vez debiera engendrar en ti la ganas de ser, una criatura más allegada al Eterno, intentando quitar hábitos y prácticas que perjudican  tu vida, a la relación con el Eterno; recordemos que el encendido de estas especies aromáticas era justo, momentos antes de embellecer a las lámparas. Imaginemos ese aroma por un momento y comencemos a embellecer nuestras almas, para que sea vaciado el aceite virgen de oliva, para que finalmente sea puesto el fuego, e iluminemos, seamos luces que emanen del rico aroma que tanto le agrada al Eterno.

 

¡Shabát Shalom!

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