Cuando los niños preguntan

Por Rev. Alfonso Herrera Perez

La adivinación es pecado pero… ¿una adivinanza es lo mismo que una adivinación?

No. La palabra adivinanza aparece en la mayoría de los diccionarios con dos significados principales: adivinación y acertijo. También significa pasatiempo, charada -adivinanza en que se deben acertar las diferentes sílabas de una palabra y la palabra entera mediante ciertas explicaciones-, rompecabezas, enigma, entretenimiento.

La anterior definición nos indica claramente que el precepto Bíblico referente a la adivinación no abarca todos los aspectos anteriores. Cuando la Biblia se refiere a la prohibición de toda actividad relacionada con la adivinación, lo hace exclusivamente a aquellos aspectos que pertenecen al ocultismo. A todas aquellas artes adivinatorias que tienen que ver con conocer el futuro por medio de la lectura de cartas, de café, de la mano, horóscopos y muchas otras similares a estas, incluyendo la invocación de los muertos. Es el caso del rey Saúl (I Shmuel/Samuel 28:8) quien consultó con una hechicera la cual tenía espíritu de adivinación; lo hizo en su desesperación al no encontrar respuesta de parte de Elohim. Eso sí es pecado y no lo debemos hacer nunca, por ningún motivo.

Una adivinanza, sin embargo, es un juego de habilidad mental, de destreza, y no se encuentra en la Escritura ningún indicio de su desaprobación. Es más, encontramos pasajes en los cuales aparece como una actividad muy aceptada como es el caso de Sansón. En el libro de Shoftim/Jueces 14:12-14 Sansón les «dijo» la siguiente adivinanza a los filisteos: «Del devorador salió comida, y del fuerte salió dulzura…», «¿qué es?… ahí les va otra vez». Los filisteos acertaron porque hicieron trampa, pues Dalila les «sopló» la respuesta después de preguntársela a Sansón. Eso de la trampa sí que es pecado, no así la adivinanza.

En el libro de Yejezkel/Ezequiel 17:2 el Eterno mismo plantea al profeta Yejezkel una adivinanza -parábola o figura- llamada «de las águilas y la vid», para que éste la transmita al pueblo. El Eterno, por medio de esta adivinanza, anuncia una calamidad decretada contra el pueblo. La palabra hebrea utilizada en este pasaje es ZATTOO ó ZATU. Que significa sencillamente duda o incertidumbre.

En contraste, la palabra QACAM O KAWSAM (utilizada en el pasaje Bíblico de I Smuel/Samuel 28:8) que significa determinar algo por medio de suertes o consulta de manuales y recetarios mágicos; adivinación, hechicería. ¿Utilizaría el Eterno un término ocultista para plantear Sus figuras o parábolas? ¡Claro que no!

Esta palabra (ZATTOO) en La Biblia «Reina Valera» es utilizada como «enigma» (que no es otra cosa que una adivinanza) pero en la Biblia «D-os Habla Hoy» sí podemos encontrar la palabra «adivinanza» perfectamente bien aplicada. Ello nos prueba que ni aun esta palabra, «adivinanza» (como palabra y en sus funciones dentro del contexto), pueda ser considerada como algo malo.

VERSÍCULOS CLAVE: Shoftim/Jueces 14:12-14; Yejezkel/Ezequiel 17:2; I Shmuel/Samuel 28:8.

PREGUNTAS RELACIONADAS: ¿Los juegos de habilidad son ocultismo?

NOTA A LOS PADRES: Enseñe a su hijo a distinguir con toda claridad las cosas pertenecientes al ocultismo de las que no lo son. Eso les dará más discernimiento (pues discernir no es calificar indiscriminadamente todas las cosas como malas). Con esto evitará que adquieran temor alguno de manera innecesaria, adquirirán un punto de vista más objetivo y evitarán caer en un fanatismo enfermizo.

Hasta la próxima