El Purim de Saddam Hussein

"Hola Mami. Recibí mis órdenes hoy" dijo David Zuk. "Debo partir a primera hora de mañana" "¡Oh, no!" dijo su madre, y su ‘no’hizo eco en la cabeza de su hijo de 20 años.

"Fui asignado a la unidad 101″ dijo David con voz preocupada, mientras golpeaba su cabeza contra la pared de vidrio de la cabina telefónica. "Casi lloré cuando me lo anunciaron"

La División 101 de la Fuerza Aérea, apodada la "Las águilas chillonas", luchó en el frente durante todas las guerras: 1er Guerra Mundial, 2da Guerra Mundial, la Guerra con Corea y la guerra de Vietnam. Sólo una pequeña fracción de los bajos rangos retornó con vida.

La madre de David trató de hallar palabras de aliento para su único hijo, pero era difícil. Nunca fue capaz de acostumbrarse a las impredecibles decisiones de vida de su hijo.

Cuando tenía 16 años, se involucró con la comunidad judía ortodoxa apartándose en cierta forma de su familia pues comía alimentos casher. Dos años después, cuando su hijo se unió al Ejército, ella casi se resignó. Ahora, al oír las siniestras nuevas, todo lo que podía pensar era ‘¡Te lo dije!’

La Guerra del Golfo había estallado hacía un mes, el 17 de Enero del año 1991. David sabía que estaría en la línea del frente, enfrentando las fauces abiertas de la hambrienta guerra. "Ellos dijeron que estaríamos allí por lo menos un año" dijo David, sin saber cuándo la volvería a ver. "Cuídate Mami. Te amo"agregó desfalleciente.
David cerró la puerta de la cabina de teléfono y retornó a su barraca. Observando la nieve que cubría los picos nevados que rodean la base militar de Fort Knox en el nordeste de Kentucky, quedó paralizado por su tranquila belleza, como si las distinguiera por primera vez. Se preguntó si las volvería a ver. Pensó acerca de la ridícula historia que circulaba en la base militar que decía que alguien había vaticinado que la guerra terminaría en Purim, la fiesta judía instituida para agradecer a Di-s por salvar a los judíos de un decreto de exterminación hacía unos 2300 años.

"Purim es el mes que viene. ¡No hay forma de vencerlos hasta entonces!" David se dijo a sí mismo.

Saddam Hussein, pensó David, coincidía mucho con el perfil de Haman, el villano de la historia de Purim. El malvado Hamán había convencido al rey de Persia para que decretara la masacre de todos los judíos del imperio. Similarmente, Saddam Hussein estuvo jactándose durante un año de que "quemaría medio Israel" con los misiles SCUD cargados con gases químicos mortales. Éstos seguramente lisiarían y asesinarían a miles de israelíes y probarían a las naciones árabes que Israel era vulnerable. Entonces el mundo vería claramente que Di-s había abandonado a los judíos, el "pueblo elegido" y en su lugar había sido elegido Saddam Hussein para gobernar el planeta.

Todo parecía ridículo… hasta que Saddam invadió Kuwait.

Ya de vuelta en las barracas, David se paró al lado de su cama y rezó la Plegaria de la noche. Qué irónico era ser arrastrado a la guerra para defender Kuwait y Arabia Saudita.

Antes de quedar dormido, recordó vivamente cómo los misiles SCUD fueron disparados a las ciudades de Israel. Estos misiles de 40 pies de altura, que eran de fabricación rusa, habían sido diseñados para aplastar edificios, ya que la explosión del SCUD crea una onda expansiva que hace volar el concreto y proyecta cristales hechos añicos a una distancia de 1400 pies en todas direcciones, creando un torrente de "cuchillos" letales.

Mientras David estaba recostado en su cama, repasaba las noticias oídas en la radio y leídas en el diario desde Israel. La primer noche en que los SCUD fueron disparados sobre Israel, uno de ellos hizo blanco en un edificio de departamentos en un vecindario populoso de Tel Aviv. Como resultado del ataque nocturno, 400 apartamentos que alojaban a 1200 personas fueron destruidos o dañados. Los hospitales de Tel Aviv estaban preparados para recibir una masiva afluencia, como había sido la experiencia de Teherán, Irán, cuando Irak había disparado SCUD en los vecindarios de Teherán en el año 1988 durante la Guerra Irak- Irán.

Las ambulancias arribaban a los hospitales de Tel Aviv. Un joven tenía algunos rasguños causados por un vidrio roto, una mujer se torció un tobillo, todos los daños fueron menores. "Las ‘víctimas’ hubieran podido atenderse por sí mismas" dijo alguien del staff del hospital. Incluso los no religiosos declaraban que se trataba de un milagro.

Durante la primer semana de la guerra, Irak disparó cerca de dos docenas de SCUD sobre Israel y dañó y destruyó miles de departamentos y otros edificios. El primer sábado de los ataques, un misil hizo impacto en un refugio antibombas que era usado como sinagoga los Shabat a la mañana; 200 feligreses rezaban allí en ese momento. La explosión los volteó como si fueran muñecos de trapo. Sólo la pared occidental del refugio, donde se apoyaba el Arón Hakodesh (Arca que aloja los Rollos de la Torá) quedó en pie. Cuando el Primer Ministro, Itzjak Shamir, visitó el lugar preguntó si había gente dentro en el momento de la explosión. "Sí, doscientas personas" respondió el Alcalde de Tel Aviv Shlomo Lahat, "Todos se salvaron milagrosamente. Nadie sufrió heridas"

¿Cuánto más podía seguir el MAZAL (la buena fortuna)? David estaba dispuesto a arriesgar su vida para proteger a Israel Con ese pensamiento, David murmuró la Plegaria de SHEMÁ ISRAEL y quedó dormido.

A la mañana siguiente él y más de 300 soldados abordaron el Boing 747 que los condujo a Arabia Saudita. Cargaron combustible a la medianoche en Roma y luego de dos horas partieron. Enseguida, David cayó en un profundo sueño. En lo que fueron para él unos pocos minutos, y que en realidad eran seis horas, una luz enceguecedora penetró en la cabina. David miró por la ventanilla. "Así que esto es Arabia Saudita" Un áspero sol se reflejaba en la arena más blanca que jamás haya visto. Millas y millas de arena. Por la siguiente hora y media lo único que vieron fue arena blanca.

El 747 aterrizó en la ciudad costera de Dhahran. David descendió del avión y calculó 50º C de calor. Se sintió como si marchaba hacia un horno solar. Los soldados fueron transportados a través de la arena ardiente a un campamento. Se les ordenó retirarse a dormir.

A las 5:30 de la mañana siguiente, el sonido de una fuerte alarma estallaba en el lugar. David, con el corazón en sus manos, tomó la máscara de gas, aspiró la cantidad de aire requerido y se la colocó. El máximo de tiempo requerido para este procedimiento es de 15", David lo hizo en 3". Su corazón latía incontrolablemente. Tres minutos después, un oficial anunció: "Los iraquíes dispararon un SCUD y nuestro misil PATRIOT lo interceptó. No ha sido detectado ningún gas. No se quiten las máscaras hasta que se les dé la señal". Ningún gas se detectó y no hubo heridos, pero Saddam ganó el primer round del campo de batalla psicológica. Además del constante miedo a las armas químicas, Hussein poseía un silencioso aliado: el desierto. Las primeras tropas enviadas en Agosto sufrieron los daños causados por los golpes de calor. Incluso en el "invierno", la temperatura media alcanzaba los 45º C. El desierto era un áspero y extraño ambiente. El agua debía ser racionada. Las duchas se permitían sólo una vez al mes.

Cada día, antes de la puesta del sol, el caluroso y blanco sol se tornaba rojo brillante, y a su caída parecía derretirse en la arena. Entonces, en pocos minutos la temperatura bajaba bruscamente a 8º C. Todos debían vestir guantes y trajes térmicos para evitar entumecerse. Aunque la temperatura variaría entre los 8º y 10º C debido al drástico y rápido cambio de temperatura, los soldados sentían que se congelaban.
Hussein probó ser más astuto y sus soldados más atrincherados de lo que se había pensado originalmente. David oyó comentarios acerca de los reportes que aseguraban que Hussein podía arrastrar esta guerra por años.

Entonces, en la mañana del 25 de Febrero, David y otros 100 soldados recibieron la orden de volar esa noche a Al- Khobar. Estarían en la base militar, que originalmente era un enorme depósito de metal. Tarde en esa noche, durante la hora de la cena, un fragmento de un SCUD estalló en el techo de metal de esa base, seguido por una terrible explosión que no dejó nada en pie, sólo un enorme cráter. Fallecieron 28 soldados y 89 sufrieron heridas.

"Se supone que debería estar muerto" se dijo David a sí mismo. A último momento, el plan de transportar a David y 100 soldados más en avión a Al-Khobar fue alterado por un error. La "falla" les salvó la vida.

Antes de este ataque, los soldados americanos no sentían enojo hacia los iraquíes, pero ahora estaban furiosos. Querían a Saddam Hussein muerto. Hussein se convirtió en su Haman, la maldad en persona.

La Guerra del Golfo se intensificó y las fuerzas Aliadas fueron más agresivas, enviando incontables raids aéreos a Irak.

David fue trasladado a la línea del frente, a 50 millas de Ur Kasdim, donde el Patriarca Abraham se negó a arrodillarse a los ídolos del rey Nimrod.

En las noches, David miraba al cielo. No se veían luces a cientos de millas. David podía observar miles de estrellas de la Vía Láctea. "Aquí Di-s bendijo a Abraham y le prometió que su descendencia sería como las estrellas del cielo" se decía.
Saddam ya había disparado 30 SCUD sobre Israel. Si lograba que Israel entre en la contienda, las otras naciones árabes se le unirían, y así él gobernaría el Medio Oriente y tendría al mundo entero a su disposición.

De pronto, el tan esperado fin de la guerra llegó. Los Aliados marcharon dentro de Kuwait e invadieron Irak. El 27 de Febrero, después de 100 horas de pelea de los Aliados, la BBC anunció la conclusión de la Guerra del Golfo. Ningún soldado podía creerlo. Dos semanas después, la revista Newsweek publicaba la cobertura de la historia de la guerra y llamaba a la Guerra del Golfo "una guerra de proporciones casi Bíblicas"
Cuando David arribó a los Estados Unidos comprobó que la guerra había concluido en Purim.

¡Todos los soldados de la División 101 de la Fuerza Aérea regresaron sanos y salvos!

Trece meses después de la conclusión de la contienda, mientras estaba en Fort Campbell, David pasó Shabat en la casa de Rabi Zalman Posner en Nashville, Tennessee "¿Has visto este librito?" le preguntó el Rabino. David leyó el título: "Les mostraré milagros: Las declaraciones públicas del Rebe de Lubavitch, Rabi Menajem Mendl Schneerson, antes y durante la Crisis del Golfo"

David no había escuchado jamás acerca del Rebe. Ese Shabat supo acerca de las predicciones del Rebe de Lubavitch sobre la Guerra, cómo el Rebe públicamente proclamó que la Tierra de Israel sería el lugar más seguro y que nadie allí necesitaría las máscaras de gas, y fue dicho en su nombre que la contienda finalizaría antes de Purim

Después de la Guerra del Golfo, David sirvió por un período de dos años en el ejército y luego se unió a las tropas de los jóvenes que estudian Torá en la Ieshivá Tiferet Bajurim en el Rabbinical College of América, en Morristown, New Jersey.

Extraído de "Desde los cielos al corazón" de Tzví Jacobs

Por Tzvi Jacobs

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