Furia

Una vez llegó a la alberca un niño, que tomaba regularmente clases con nosotros, sin embargo ese día me impacto verle su cara, a un lado de la mejilla derecha, muy cerca del ojo, traía una cubierta con gasas, el chico ya lo conocía era muy inquieto, y le pregunte a su mamá sobre lo que le había sucedido, ella me dijo que el perro que ellos tenían por de mascota, ya de muchos años, lo había mordido.

¿Cómo fue, si ellos tenían al perro desde cachorro? ¡Ah!, el chico jugando le quiso quitar la comida, en ese momento, se desato dentro del animal ‘az, esa fuerza explosiva que convierte al perro en lo que es, un animal.

Diremos ahora que esta característica también se puede aplicar a los elementos, como el viento. Lo anterior lo podemos constar con el pasuk –versículo- Ex 14:21, que narra de forma descriptible e impresionante, el maravilloso momento que El Shaday utilizara la fuerza explosiva, del viento para separar las aguas del iam suf –mar de juncos-, ¿se imaginan? Pudo haber sido un viento con la furia de un tornado, ¿alguna vez han visto uno por televisión? La fuerza increíble que se puede desatar en unos instantes, capaz de levantar coches, casas, animales y objetos que a su paso se encuentren. Increíble, esa misma fuerza intensa y devastadora fue la uso que El Shaday para abrir el mar rojo.

Esa misma fuerza explosiva la podemos ver el animal que ha sido llamado rey de la selva, y que también representa una de las matot de nuestro pueblo, el león. Ese animal, cuya ferocidad y fuerza explosiva que tiene al momento de atacar a algún animal; la increíble fuerza que emana de sus garras una sola de ellas tiene la capacidad de dañar irremediablemente a su contrincante ¿Nos vamos dando una idea de este vocablo?
¿Podría tenerlo el hombre? ¿Alguna vez lo han presenciado? Yo sí, contadas con los dedos de una mano, he visto en el rostro de mi esposo la decisión y disposición de acabar con otra persona, B”H, se ha controlado, él es un hombre tranquilo, pero hay cosas que denotan, que encienden, esa fuerza explosiva capaz de lastimar a un semejante, B”H, jamás lo he visto concluirlo. (Dt 28:50)

La Torah nos narra que existen personas con esa característica, enfocando toda energía, para destruir como lo narra el pasuk:

Tehilim (Sal) 59:3 Porque he aquí, acechan mi vida; los prepotentes me atacan, no por transgresión o por pecado mío, oh HaShem.

Ante esa situación ¿podemos hacer algo? Sí, dos cosas: la primera, en ese mismo pasuk, clamando al Eterno por ayuda. Segundo: otorgando dadivas, presentes como lo explica el pasuk:

Mishle (Pro) 21:14 El regalo en secreto calma la ira; y el obsequio a escondidas, el fuerte furor.

Conclusión:

Haciendo un analisis general comparativo con otros los vocablos notamos que cuando hablamos de jazak –esfuerzo-, podemos obtener una fuerza que es productiva para una segunda o tercera persona; con on –vigor-, llegamos al conclusión de que una vitalidad continua, ahora tenemos ‘az, que para mí, es una fuerza explosiva (furia) sin beneficio, solo el de agotar ese caudal de energía.

Me llama poderosamente la atención no encontrar, a título personal, algo positivo a esta característica, comentando con mi esposo, me hizo ver lo contrario. Cuando esto se hace presente, también se hace presente la voluntad del Eterno, para impedir que un poderoso, (lleno de ‘az), concluya con sus deseos.

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