El soborno o Sobornar

Por Avshalom Vázquez
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En esta semana se ha dado lectura a la perashah hashavua (porción semanal) que lleva por nombre Ki Tabo, y en ella encontramos a Mosheh Rabeinu (nuestro Maestro), transmitiendo indicaciones a nuestro Pueblo, sobre el monte Guerizim y el monte Ebal, en cuanto a las bendiciones y maldiciones que nos alcanzarían, según fuera el caso, al entrar en la tierra prometida, y estas a su vez serían transmitidas por los Levitas en alta voz.

Y dentro del contenido de esta Perashah se encuentra un pasuk (versículo) en Debarim (Deuteronomio)

Debarim (Dt) 27:25 “Maldito el que recibiere soborno para quitar la vida al inocente. Y dirá todo el pueblo, Amen»

Y he tomado como referencia este pasuk para hablar acerca de una práctica, que desde tiempos antiguos ha sido una constante en la vida del hombre, el soborno.
Podría existir cierta confusión en cuanto al saber si las decisiones que tomamos en algunas de nuestras acciones estarían inmersas en este gran mal. Pues a juicio de muchos, ya sea por ignorancia o por falta de valores morales se cataloga al Soborno como una práctica licita, o “no tan mala”, todo depende de la necesidad de la persona en ese momento. Pues somos capaces de maquillar lo grotesco y hacerlo bello.

Enseñanza

Primero conozcamos que es Sobornar, según dice el Diccionario de la Lengua Española:

1.- Corrupción de alguien a través del dinero o regalos para conseguir de él una cosa o favor, generalmente ilegal.

2.- Cosa que mueve o incita a complacer a otro.

Y este mal se genera en todos los ámbitos, llámese social, familiar, político, deportivo y con tristeza lo digo, hasta religioso.
Obviamente el hombre tiene que llegar a una pérdida de valores y de respeto propio, para que su corazón se incline a la injusticia y pueda poner por práctica este terrible mal que aqueja a nuestra sociedad.

Lamentablemente es muy común escuchar o leer expresiones que parecen aprobar, e incluso fomentar tan terrible práctica, una de ellas y que ahora me viene a la mente es aquella de “El que no tranza, no avanza”, y con una profunda tristeza me he dado cuenta que en quien depositas tu confianza es el primero en traicionarte. ¿Pero, qué dicen las escrituras acerca del Soborno? La palabra Soborno proviene del vocablo hebreo Shajad, y al español lo han traducido como sobrono o coima, que literalmente significa: Gratificación con que se soborna a un funcionario.

Bien, la Torah enseña que la práctica del soborno es propia del hombre, practicado por él, y para que pueda darse esta práctica es necesario contar con dos o más personas, quien soborna y quien o quienes lo reciben, como lo vemos en:

Iesha’iah (Isaías) 1:23 Tus príncipes prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.

En días pasados charlaba con una persona, y ella me hacía hincapié, con respecto a que si las escrituras dicen que si fuimos hechos a la imagen y semejanza del Eterno, entonces todas las prácticas ya sean buenas o malas fueron transmitidas por El a nosotros, dando a entender que si nosotros somos deshonestos o corruptos, por cuanto somos su imagen, Él necesariamente tiene que ser igual, a lo cual le respondí con mucha seguridad, que ciertamente el Eterno creó el bien y el mal, y que aún el mismo mal está sujeto al Eterno y sirve para los propósitos que desea, no así las prácticas del hombre, ya que nos fue dado un libre albedrío en base al conocimiento que nos provee la Torah, y el que tenemos en base a la conciencia, para decidir lo que es bueno y lo que no, pero, ciertamente el Eterno es ajeno a las decisiones que tú y yo tomemos, y por supuesto su Santidad no está en entredicho.

Y lo demuestro con estos pasukim (versículos) con los cuales demuestro con claridad que No es del Eterno el sobornar.

Debarim (Dt) 10:17 Porque HaShem vuestro Elokim es Elokim de dioses y Señor de señores, Elokim grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho.

Y que por supuesto tampoco lo admite

Dibre hayamim bet (2 Cron) 19:7 Sea pues con vosotros el temor de HaShem; mirad lo que hacéis, porque con HaShem nuestro Elokim no hay injusticia, ni acepción de personas, ni admisión de cohecho.

Ya que hemos visto que el Eterno no está involucrado en ello y que esto se da propiamente en los hombres, entonces, ¿cuál sería una de las causas que dan origen al soborno?

Desde tiempos antiguos, los cuales han quedado registrados en la historia, el hombre ha tenido ansias de poder, y esto lo ha llevado a echar mano de cuanto recurso legal o ilegal se le ha presentado con tal de obtener lo deseado, y una de esas causas ha sido la avaricia:

Shmuel alef (1 Sam) 8:3 Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho.

En estos tiempos modernos en los cuales la tecnología nos acerca a cualquier lugar del mundo, por muy alejado que este se encuentre (vía internet), y por supuesto, en nuestro propio país, nos enteramos continuamente acerca de la corrupción que se genera día con día, y que no tan solo es propio de la gente, que sin tener muchas oportunidades de abrirse paso en esta sociedad, tiene que recurrir a esta práctica, también se ve involucrado cierto sector de aquellos que estando en un nivel socioeconómico estable y aún el político, utilizan su poder e influencias para sobornar y con ello lograr sus propósitos.

Parecería ilógico e incongruente que una persona con un estatus de vida alto, se viera envuelta en un acto tan vergonzoso y deplorable, pero no es de extrañar, ya que este patrón se viene arrastrando desde tiempos antiguos, veamos un ejemplo en el cual un Rey de Israel toma incluso de los tesoros de la casa del Eterno para sus propósitos de sobornar, e incluso se dan la condiciones para que un Rey puede sobornar a otro Rey.

Melajim bet (2 Rey) 16:8 Y tomando Acaz la plata y el oro que se halló en la casa de HaShem, y en los tesoros de la casa real, envió al rey de Asiria un presente.

Aquí la Torah utiliza el mismo vocablo para soborno que para presente, con lo cual nos dice que los regalos o presentes ya llevan la etiqueta de que pueden ser la paga por dicha práctica.
Y no tan solo los de la clase noble están inmiscuidos en este mal, por supuesto que también a los de clase baja les es dada la oportunidad de Sobornar:

Iesha’iah (Isaías) 1:23 Tus príncipes prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.

¿Y por qué es muy común y seductora para muchos, esta práctica? Sin duda alguna, por las ganancias que esta les deja.

Mishle (Prov) 17:8 Piedra preciosa es el soborno para el que lo practica; a donde quiera que se vuelve halla prosperidad.

Y llegan a amar el soborno y las riquezas.

Iesha’iah (Isaías) 1:23 Tus príncipes prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.

Y pareciera que quien lo práctica, una vez que lo hace, queda atado y esclavizado. Y su deseo de hacer el mal, no tiene un límite, pues este pasuk (versículo) muestra que su diestra está llena, para seguir cometiendo sobornos.

Tehilim (Sal) 26:10 En cuyas manos está el mal, Y su diestra está llena de sobornos.

Debido a la ceguera en la que se encuentran, por la misma avaricia, les es imposible darse cuenta que al final el Eterno terminará por juzgar y dar la retribución justa a sus obras. Como el juicio por sus casas y los lugares en donde se llevan a cabo los sobornos, pongo como ejemplo las casas de seguridad de los secuestradores, que al final terminan por quedar desoladas y en ruinas.

Iob (Job) 15:34 Porque la congregación de los impíos será asolada, Y fuego consumirá las tiendas de soborno.

Las consecuencias para quien cae en las manos de los impíos, que se dan a la tarea de sobornar resultan terribles, ya que se atenta contra la riqueza moral e intelectual de los individuos, y se pasa por alto la justicia. Como por ejemplo aquel que se deja seducir para recibir el soborno, como consecuencia se ciega a la justicia y pervierten las palabras sabias y no atienden las causas del necesitado.

Shmot (Ex) 23:8 No recibirás presente; porque el presente ciega a los que ven, y pervierte las palabras de los justos.

Debarim (Deut) 16:19 No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.

Iesha’ia (Isaías) 1:23 Tus príncipes prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.

Pero existe la contraparte, mientras que al impío se le retribuye conforme a sus malas obras, el justo también obtiene su recompensa por parte del Eterno, por mantenerse alejado de esta práctica, lo despertará en la justicia, enderezara todos sus caminos etc. Y lo más importante, que el Eterno lo hará sin pedir Soborno.

Iesha’iah (Isaías) 45:13 Yo lo desperté en justicia, y enderezaré todos sus caminos; él edificará mi ciudad, y soltará mis cautivos, no por precio ni por dones, dice HaShem de los ejércitos.

Y como pueblo del Eterno, nos concierne saber, que es lo que no debemos hacer para poder mantenernos en justicia.

– No debemos recibir presentes o sobornos, porque estos nos pueden cegar en las causas justas.

Shmot (Ex) 23:8 No recibirás presente; porque el presente ciega a los que ven, y pervierte las palabras de los justos.

-No admitir soborno en contra del inocente.

Tehilim (Sal) 15:15 Quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente admitió cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás.

Ahora bien, ¿A quién nos compararemos? ¿A quién seremos semejantes? ¿Con quién nos identificamos? ¿Con los justos o con los impíos? Y todos responderíamos, “Con los Justos”, y sería una respuesta excelente, solo que hay detalles en nuestra vida a los cuales no le hemos dado la importancia debida, pero que nos hacen quebrantar la justicia y ser practicantes del soborno.

Pondré un ejemplo: Si en alguna ocasión al conducir tu vehículo, llegas a cometer una falta que amerita que la policía de tránsito te infraccione, ¿cuál sería la vertiente que tomarías? ¿Aceptarías tu error y dejas que te levante la infracción? O sutilmente le sugieres que te “ayude”, a cambio de una gratificación, lo que pudiéramos llamarle en el lenguaje coloquial, “pa’ la coca”. Y como éste, pudiera citar muchos más ejemplos, pero lo importante es, que si hemos caído en la práctica del soborno, Amados del Eterno, es hora de que vayamos delante de HaKadosh Baruj Hu, y aprovechando éstos días en los cuales buscamos su rostro para alcanzar misericordia a través de la Teshubah (regreso al camino), rogar por el perdón de tan grave falta.

Conclusión

Obviamente sin demeritar mí esfuerzo al realizar este trabajo, pero es muy probable que ya conocieras el concepto del Soborno, que estas palabras mías no aporten quizá algo nuevo a tu conocimiento, pero tuve la necesidad de hablar de ello, porque siempre será necesario estar recordando los conceptos que el Eterno nos ha dejado como herencia y recapacitar si es que no hemos hecho lo correcto delante de sus ojos, recordar que no es del hombre poner medida y valor a las faltas, que con una tremenda facilidad podemos “maquillar” una falta y transformarla en una “bonita ayuda”.

Termino con estos pasukim en los cuales encontramos el porqué de mantenernos firmes delante del Soborno.

Iesha’iah (Isaías) 33:15-17 El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala;
Estehabitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras.
Tus ojos verán al Rey en su hermosura, verán la tierra que está lejos.

Shabat shalom.

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