Testimonio de Sanidad

Por Isabel Rodríguez

Soy su amiga y hermana Isabel Rodríguez, asisto a la congregación Beth Haderej con el Rabino Mijael Ávila, tratando de entender mas la Torah y sus mandamientos.

Doy Gracias al Ruaj Hakodesh de Hashem que me da la oportunidad de expresar el agradecimiento de mi testimonio en la sanidad de mi cuerpo y también en lo espiritual.

Yo asistía a las iglesias denominadas cristianas desde mi nacimiento y creía que por escuchar a lo largo de mi vida muchos mensajes de salvación yo también ya lo era pero no fue así, hasta que me di cuenta, cuando fui a escuchar un estudio un martes, que nunca se me va a olvidar un 22 de septiembre de 1998, fue cuando recibí por primera vez lo que todos queremos sentir Él Ruaj de Hashem, cuando de mi boca salieron dos palabras que no dejaba de pronunciar y las cuales eran lenguas que desconocía, yo caí de rodillas con la cabeza al sueldo y con lagrimas temblando y gozándome en el Señor y sintiendo la boca adormecida y agradecida porque había entendido que era mi tevila -bautismo – espiritual del Ruaj de Hashem, todo para mi fue nuevo algo que jamás creí que se sintiera y nunca la olvidare, desde aquel día fui renovada en el Señor y con mis hijos y esposo fui más dócil y tolerable en mi carácter porque no era la misma sino nueva (renovada) pasaron menos de cuatro meses y fui a una platica de una Profeta y me dijo orando que yo estaba enferma de mi vientre y le dije que no, pero ella siguió orando por mí y en menos de cuatro días fui internada por un fuerte sangrado y me dijeron que tenia miomas (tumores) gigantes en la matriz y decidieron hacerme un legrado lo cual empeoro mi salud y me desangre más, al grado que tuve que estar internada como dos semanas aquí en Cuernavaca, tuvieron que hacerme transfusiones varios días de sangre pero mi cuerpo no lo retenía y en esas dos semanas se tenían pocas donaciones y ya no tuvieron para mí y al ver la gravedad en que ya estaba, tuvieron que mandarme a México al Distrito Federal al Hospital grande conocido como Siglo XXI, Me enviaron en una ambulancia especial acompañada por un medico, pues pensaban que en el camino podría sentirme mas mal, fui acompañada por mi esposo y mi hija la mayor, para esto ya le habían informado a mi esposo que no tenia mucha esperanza de que viviera, pero esto no los desanimo pues informaron a hermanos de la congregación y familiares para unirse en oración, al llegar me di cuenta que eran muchas personas que llegaban enfermas en varias ambulancias de distintos estados de la Republica y también varios del mismo D.F. pero antes de recibirnos nos analizaban y solo recibían a los que consideraban mas graves entre ellas me quede yo, también quiero comentarles que la sangre que me administraban, no solamente era sangre sino plaquetas y crios, palabras que para mí eran nuevas pues no sabia que la sangre la dividen en sus componentes, según requiera la persona enferma y yo necesitaba de las tres formas plaquetas, sangre y crios, ya que yo contaba con solo 1,000 (mil) plaquetas en el cuerpo y un cuerpo en condiciones saludables contiene aproximadamente de 350 mil a 400 mil plaquetas o mas.

Estando internada yo nunca me sentí enferma pues tenia la oportunidad de tener a los hermanos de la congregación visitándome y orando por mí y ayudando a donar cada uno de ellos sangre ya que me pedían 10 donadores y ellos lo hicieron con amor de hermanos, todos los días tenia visitas ya sea de hermanos o familiares recibí muchas bendiciones durante 5 ó 6 meses que estuve internada la verdad nunca sentí lo largo de los días pues al tercer o cuarto mes fui a casa para estar unos 10 días para ver como reaccionaba al tratamiento y regrese al hospital para seguir, pero no me sentía mal, yo por lo contrario me sentía bendecida por Hashem pues tenia mucha atención y bendiciones al tener muchas oraciones.

Tenia junto, a mí a mis dos hijas y aprendí a platicar y conocerlas mejor, mi esposo no se cansaba yendo y viniendo de Cuernavaca a México (aproximadamente a una hora y media) todos los días y el sábado y domingo se quedaba conmigo, a mi hijo lo veía menos pues es menor de edad y era difícil pedir permisos.

Bueno la bendición que recibí dentro del hospital fue tener una habitación para mi sola con baño, closet individual y un reposet para la persona que se quedaba a cuidarme, pues para ser de una institución publica I.M.S.S. era bastante comodidad, ah y claro una pequeña casetera para escuchar cantos de alabanza y adoración todos los días que estuve ahí.

Eran muchos análisis que me hacían y yo perdía cada día mis fuerzas hasta llegar a perder todas, ya no podía comer por mi sola y me bañaban con esponja en la misma cama, tenia que moverme de un lado a otro de la cama con ayuda de enfermeras o familiares, pero aun así yo estaba llena del Ruaj y no me dejaba vencer por la tristeza, en mi espalda ya empezaba a tener llaguitas, por estar inmóvil, pues el colchón era de plástico. Un día llegaron unos hermanos a orar por mi sanidad y yo acostada sin poder moverme empecé a sentir la fuerza de Hashem en espíritu y sentí como si estuviera flotando en mi cama, mi espalda la sentía fuera del colchón como si los brazos del Eterno mi Elohyim me levantaran y empecé a llorar y reí con mis hermanos diciéndoles «estoy flotando» «estoy flotando» y ellos seguían orando con mas y más fervor, fueron unos minutos o segundos que nunca, nunca podré olvidar en mi vida y ellos se fueron sintiendo que de verdad el Ruaj se manifestó con nosotros y no solo yo, sino ellos estaban mas fortalecidos espiritualmente, a pesar del estado tan mal en que me encontraba perdiendo siempre mucha sangre, un día llego una enfermera y estaba muy sorprendida pues me dijo que ella era muy sensible para oler la enfermedad y el sangrado, y en mi habitación a pesar de lo mal que estaba ella no sentía el mal de mi enfermedad, todo esto es gracias al Eterno que ve con misericordia a sus hijos. En todo el tiempo que estuve internada me dieron tres ataque en el corazón ( angina de pecho) en la tercera ocasión estuve sintiéndome bastante mal con dolor en medio del pecho y en el brazo izquierdo, tan fuerte que perdí el conocimiento, en ese instante estaba con mi hija la mayor y la doctora que estaba a cargo en ese momento le dijo a mi hija, llama a toda tu familia porque tu Mamá ya se va a morir, mi hija llorando y todavía sin poder aceptarlo llamó a la familia y hermanos de la congregación por teléfono para que es ese instante se pusieran en oración para mi sanidad, mientras esto acontecía yo estaba en un sueño tranquilo en un lugar de luz de paz de tranquilidad hermoso que no podría explicar, en un lugar que proporcionaba calma en el cual yo caminaba hacia ella porque me sentía bien caminando a aquel lugar, el tiempo no lo puedo calcular, pero cuando estaba a un pequeño escalón por llegar desperté y mi sorpresa fue no entender porque estaba rodeada de tantos doctores y enfermeras y con cables y chupones en el pecho que se conectaban a una maquina haciendo sonidos uno de los doctores me preguntaba en voz alta que como me sienta, por un momento no podía contestar pero poco a poco tuve fuerzas y le dije que me sentía bien y ellos estaban tan sorprendidos como yo, pues las oraciones de todos se unieron y Hashem mi Elohyim, Él no quiso que muriera todavía, la familia llego al hospital pero por la condición física en que me encontraba no pude tener visitas ese día.

De mis plaquetas todavía no me recuperaba y dos de mis hermanos consanguíneos y un cuñado donaron plaquetas, las plaquetas las sacan de las personas poniéndoles dos mangueras una en cada brazo, para que de un lado le saquen sangre la cual pasa por una maquina que separa únicamente las plaquetas y los demás componentes son regresados por el otro brazo que conecta las mangueras, esta intervención es prolongada siendo aproximadamente de dos horas sentados sin moverse en la maquina teniendo que aguantar el tiempo requerido y solo era una pequeña bolsita que yo supongo que era menos de ¼ de plaquetas, pero ni aun con esto me recuperaba pues subían un poco y volvían a bajar mis plaquetas.

Amigos y hermanos quiero platicarles esto porque siento que muchos están enfermos o en hospitales y quiero que sepan que Hashem hace milagros todavía en esta época y nos escucha orando con fe y me siento con una carga en mi corazón si no les digo que estén en oración para ser escuchados. Tuve demasiadas experiencias en el hospital pero solo algunas les he contado.

En un descanso en casa de 10 o 15 días no dure el tiempo pues por la condición debilitada de mi organismo, me dio herpes zoster en el pecho y espalda y fue un transe muy difícil y doloroso para mí, me regresaron al hospital antes del plazo que me habían dado para descansar, ya que es un dolor muy fuerte pero sentí que Elohyim me contesto diciendo que sí lo podía soportar porque él estaba conmigo y ya me lo había demostrado muchas veces.

Después de tantos análisis que me hicieron y tratamientos a base de quimioterapias me sacaron medula del tórax en el otro hospital y de la cadera en el hospital de México en él (siglo XXI) y así llegaron a la conclusión de que no era cáncer en la sangre (leucemia), dándose cuenta de que el problema era él vaso, por lo cual tenían que quitármelo (una esplenectomia) y con esa operación mis plaquetas de la sangre empezaron a subir y empecé a recuperarme.

Salí del hospital con 200 mil plaquetas con algo de movimiento en mis brazos, salí en silla de ruedas feliz de volver a casa pero con la condición de seguir asistiendo al hospital a análisis tratamientos y chequeos constantes. Seguí recuperándome y tuvieron los doctores que enviarme a otro hospital especializado en problemas con la matriz para que me quitaran por medio de una cirugía los miomas gigantes que me habían detectado desde el principio basándose en dos estudios de ultrasonidos que habían realizado durante el tiempo que estuve internada y continuaban estando en mi vientre, fui a la cita de ese hospital y me realizaron otro ultrasonido para confirmar, al tener los resultados el milagro que Hashem mi Elohyim hizo otra vez en mi, que ya estaba limpia «sin nada de miomas» los doctores por su parte se molestaron cuando yo con lagrimas en los ojos le dije que era un milagro de D-os, una enfermera me abrazo y sonrió conmigo pues supuse que ella si creía en milagros grandes como ese. Los doctores me pidieron los estudios de los ultrasonidos anteriores del otro hospital para verificar si era verdad que tenia esos miomas gigantes (tumores) y si me los proporcionaron y regrese a la cita para mostrárselos a los doctores incrédulos de los milagros de Hashem y al ver que si existieron solo dijeron que había sido un error de los aparatos ¡ Qué Incredulidad ¡ de parte de ellos pues los estudios tomados fueron hechos en diferentes meses y uno de ellos fue hecho en Morelos y el otro en México.

Hermanos han pasado ya tres años y sigo asistiendo a revisiones cada mes o cada 15 días, ya camino con normalidad y las personas que no saben que estuve enferma no lo pueden creer pues ya me creció el cabello que perdí por tantas quimioterapias, ya volví a embarnecer pues estaba sumamente delgada y sigo recuperándome y agradeciendo a Hashem que veo un día mas todos los días, pues ya me gocé en la boda de mi hija la mayor, ya que su boda se efectuó bajo la Jupa con las tradiciones judías y fue una bendición pues nunca habíamos estado en una boda así y fue de bendición para todos, pues mi hija por cuidarme en el hospital dejo de estudiar un año en la universidad de Morelos, pero como digo, solo D-os sabe el porque de todo, ya que al entrar en un nuevo ciclo escolar conoció al que ahora es su esposo, los dos se recibieron y titularon de contadores con excelentes calificaciones, y tienen muchos deseos de aprender todo lo relacionado con el judaísmo mesiánico, por eso doy gracias a mi Hashem que todo es para bien y me gozo en Él, también mi otra hija siguió estudiando en la Universidad y con excelentes calificaciones, la becaron para ir a Alemania, ella esta actualmente estudiando alemán por parte de la Universidad y si es de Hashem se va en uno o dos meses mas. Con esto, hermanos les digo que estando caminando con Elohim y tratando de perfeccionarnos Hashem nos premia (nos consiente)

Hermanos hace unos 6 meses me salieron pequeños abscesos en el cuello y en las axilas al verlos los doctores, me analizaron y me realizaron un aspirado extrayendo un liquido de un absceso del cuello y fueron muy directos, poco humanizados al decirme los resultados, diciendo que ya no me podían atenderme ellos, ya que era cáncer, decepcionada y triste me enviaron nuevamente con los hematólogos (doctores de la sangre), pues decían que solamente tenia que estar otra vez bajo tratamiento de quimioterapias, al revisarme otro doctor que ya me conocía me mando a cirugía para sacarme uno de los abscesos del cuello y analizarlo con mas exactitud, por mi parte les di aviso a mis familiares y hermanos para que me pusieran en oración otra vez y al llegar al la fecha de la cita para conocer los resultados una vez mas, Hashem me había sanado por completo pues se trataba de unos abscesos sin complicaciones que hasta la fecha con el tiempo se ha ido desapareciendo.

Hermanos con todo esto no puedo quedarme callada sin que ustedes sepan cuan fácil es comunicarse por medio de oraciones y fe con Elohim mismo, no necesitamos ningún intermediario solo Él y nosotros, quisiera seguí contando todas las cosas tan hermosas que he pasado pero creo que nunca podré acabar.

Hace menos de un mes me hicieron unos análisis con una maquina muy especializada pues recorría de la punta de la cabeza a la punta del pie a un centímetro por minuto y tan cerca de mí la maquina que podía casi sentirla en la nariz, acostada y sin moverme, fue un tiempo que sentí interminable ya que era muy incomodo, lo bueno es que mido 1.54 porque sí midiera mas seria mucho mas tiempo, de eso análisis los resultados fueron que tenia un tumor en forma de masita en la boca del estomago pues yo me había quejado de dolor y ardor en la boca del estomago y me enviaron con el doctor cirujano de gastrología, por mi parte estuve pidiendo como siempre la ayuda de Hashem mi Elohim y hermanos de la congregación Beth Haderej y familiares que me ayudaron una vez mas para orar y que todo saliera bien y no tener que pasar por cirugía otra vez, el doctor de gastro quiso estar seguro de lo que tenia a pesar de los estudios que ya tenia en el expediente y me mando a realizar una endoscopia, la cual es un estudio por medio de una manguerita que se introduce a través de la boca llevando una camarita que llega hasta el estomago para ver con exactitud como me encontraba y la sorpresa y la emoción que sentí al saber que no tuve ningún tumor en forma de masita como se había visto en los exámenes pasados y el doctor solo me dijo que tenia una gastritis crónica por eso eran los ardores y dolores que tenia y que me daba de alta de esa especialidad, pues no necesitaba ninguna cirugía, estaba llorando de gratitud pues ya he tenido muchos milagros de Hashem hacia mí y pienso que soy tan pequeña y nunca voy a llegar a pagar tantos favores recibidos desde que lo conocí en espíritu, pero soy su hija y eso para mí ya es mucho.

Me despido esperando que si alguno de ustedes se siente solo ¡No lo esta! Solo tiene que estar en oración con fe y estará tan lleno del Ruaj Hakodesh y no les faltara ya nada.

Mateo 17:20 Si tuvieres fe como un grano de mostaza dires a ese monte; pásate de aquí allá y se pasara y nada os será imposible. Yo estaré en oración por todos los que estén buscando la verdad de la Torah y por todos los enfermos que tengan valor para buscar al Doctor de Doctores que es Elohim nuestro Señor.

Espero tener una oración de ustedes para mí para seguir recuperándome pues tengo ya en este momento 409 mil plaquetas en mi cuerpo (lo normal), pero sigo con algunos descontroles por falta del vaso que me quitaron, pero estoy firme en Hashem.

Su amiga y hermana ISABEL.