Acerca de amar al Eterno

Por Tzebiah Ávila 

La Perashah de esta semana se titula MIKETZ la cual significa «Al cabo». Esta perashah se encuentra en Bereshit (Génesis) 41-44:17

Al principio de la Perashah vemos que los sabios de Egipto tenían dificultad para descifrar los sueños del Faraón, esto es porque el concepto del mundo se conduce únicamente a las leyes de la naturaleza, mientras que el sueño del Faraón las contradecía.

De acuerdo a la naturaleza, el mas fuerte vence al débil y las vacas enjutas y macilentas debían caer ante las vacas sanas y robustas; pero el sueño del Faraón mostraba lo opuesto, el más débil que come al mas fuerte, y por eso los sabios no lograban descifrar el sueño

Podemos ver claro que Ya’akov había instruido a Yosef en los preceptos de HaShem. Yosef ante la presencia del Faraón contesta: «No yo, es Adonai Quien va a responder para tranquilidad del Faraón» (41:16) Hay un Creador y un conductor, que humilla pero también eleva, que pone a los valientes a la disposición de los débiles y a muchos en manos de pocos; ¡porque el Creador del universo es quien determina las leyes de la naturaleza y las modifica a su voluntad!.

Lo que para nosotros es imposible para el Eterno es posible. Lo que para nosotros por naturaleza nos dicta, para Él no es así. De acuerdo con la ley de la naturaleza Yosef debió de haber acabado con sus hermanos que lo habían vendido, pagándoles mal con mal o al menos, ¡darles lo que se merecían! ¿Qué fue lo que lo evito?

La mitzvah básica del judaísmo es el «Shma’ Israel Adonai Elohenu Adonai Ejad». Esta misma mitzvah nuestro amado Yehoshúa’ cita en Mark 12:28 Adonai Es Uno, Su Nombre Es Uno. ¿Quién es como Su pueblo Israel?, un solo pueblo unido. Yosef cumplió con esta ejad, no permitió que el odio y el rencor lo llevaran a destruir esa ejad.

Cuando los hermanos de Yosef lo vendieron crearon una gran separación en la unidad de nuestro pueblo. Solamente podía ser sanada a través del perdón, y el verdadero perdón solamente existe cuando hay amor. Yosef sabia que nunca podría perdonar a sus hermanos al menos que viera arrepentimiento en ellos por haberlo vendido y saber si seguían amándolo. Yosef se mantuvo en cubierto hasta que oyó a Yehudah decir: «HaShem ha descubierto el pecado de vuestros siervos» 44:17

Yosef espero a que sus hermanos pudieran darse cuenta lo vulnerables que eran ante él, al punto que Yosef podía tomarlos como sus esclavos. Yosef de esta forma les mostró que verdaderamente los amaba, y que los había perdonado (al que más se le perdona mas ama). Cuando el odio o el rencor nos divide, no solo dejamos de funcionar como un solo pueblo, reflejando la Unidad (ejad) sino que dejamos de cumplir con todas los mitzvot como, el amar a nuestro prójimo.

¿Cómo podemos decir, que amamos a Adonai, si no lo conocemos? Y si no lo conocemos, ¿podemos amar a nuestro prójimo?

Veamos que nos dice el Brit jadashah 1º Yojannan 2:3
3Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. 4El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; 5pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 6El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. 7Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. 8Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. 9El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. 10El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. 11Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

Yosef conocía al Eterno y en él, verdaderamente el amor del Eterno se había perfeccionado, no estaba en tinieblas y sabia adonde el Eterno lo llevaba, recordó los sueños que tuvo, los cuales formaban parte de un plan del Eterno.

Al igual que Ya’akov, Yosef fue instruido en las tiendas, dentro de los preceptos de HaShem, por Ya’akov y su madre Ribkah.

Podemos ver a Ribkha estar encendiendo las velas del Shabat en presencia de su hijo Yosef a pesar del poco tiempo que ella estuvo a su lado, este poco tiempo bastó para que Yosef a pesar de las situaciones difíciles que pasó, amara al Eterno y guardó en su corazón cada uno de los preceptos de HaShem. Así cumpliendo la mitzvah de amar a su prójimo como así mismo, restauró con amor a su familia, y así, siendo un solo pueblo, unido.

El talmud nos enseña que quien cumpla con la mitzvah de encender las velas en Shabat tendrá hijos talmidei jajamim ERUDITOS DE LA TORAH.

Reflexión

En la Torah por medio de Mosheh el Eterno manda a «amar a tu prójimo como a ti mismo»
Vaikrá (Lev) 19:18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo el Eterno.

Pero del modo que nuestro Yehoshúa’ HaMashiaj nos manda, va mas allá de cómo a nosotros mismos, sino como, Yehoshúa’ nos amó.
Yojanan 13:34 Un mandamiento renovado (kainos -renovado) os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.

Lo que nos hace conocerlo es amarlo, amarlo es tener esa intima comunicación con El, a través de su bendita Torah, las instrucciones que nos dio para intimar con El. Y asi, como Yosef al amar a sus hermanos, nos da el ejemplo de la unidad que ya existia.

El asesino numero uno del mundo no son; ni el cáncer, ni las enfermedades coronarias ni tampoco los accidentes de transito, el asesino numero uno es el odio. Son muchos los que yacen en una tumba por el odio. Podemos estar en desacuerdo con otros, u odiar aquello que defienden, pero no podemos odiar a nuestros hermanos. Podemos odiar una idea, una opinión, un articulo del periódico, una creencia, una o varias criticas que hagan, de nosotros pero no, a nuestro hermano.

Conclusión

Tras encender las velas en el Shabbath las mujeres suelen recitar una plegaria al Eterno, «concédenos el privilegio de criar hijos y nietos que sean sabios y entendedores, que amen al Eterno y le teman, personas que buscan, la verdad, simiente sagrada, apegados al Eterno, que iluminen el mundo con Torah y con buenos actos …Escucha, por favor mi plegaria en este momento, en merito de Sarah, Ribkah, Rajel y Leah, que no se extinga nunca, y que tu rostro brille…» Esta es una madre judía Temerosa de HaShem.

¡Shalom Lekulam !