Amar al Prójimo

Por Ruth Hernández

Las perashot de esta semana se llaman AJAREI MOT que significa «después de la muerte»…(Lv 16:1), y KEDOSHIM , que literalmente significa,» Santos…»(Lv 19:2).

«Amarás a tu prójimo como a ti mismo…» Lev (19:18)

Los grandes sabios de la Torá consideraban que el mandato «amarás a tu prójimo como a ti mismo» es el imperativo supremo del judaísmo, la esencia de la Torá toda y el fundamento de su existencia. En el Talmud podemos comprobar esto (Maséjet Shabat, 31a):
«Había una vez un no judío que acudió a Shamai y le dijo: Convierteme al judaísmo, a fin de que puedas enseñarme toda la Torá mientras permanezco parado sobre un solo pie. Shamai lo rechazó con la vara de medir que sostenía en la mano. El hombre se dirigió a Hilel, que lo convirtió y le dijo: «No hagas a tu prójimo lo que no deseas para ti mismo. Está es toda la Torá; lo demás son comentarios. Ahora vete a estudiar».

Hilel el anciano formuló el precepto de amar al prójimo por la vía de la negación, y enseñó a quien se había presentado ante él para convertirse al judaísmo: » no hagas a tu prójimo lo que no deseas para ti mismo». Aparentemente, se podría pensar que Hilel redujo el precepto amarás a tu prójimo como a ti mismo», solamente a su sentido negativo, es decir, cuales son las cosas que una persona no debe hacer a su prójimo, eliminando su contenido positivo: hacer el bien al prójimo y amarlo. Pero todo esto es así sólo en apariencia. No cabe duda que Hilel formuló su aseveración en términos negativos porque sabía bien que, por naturaleza, nadie puede amar al prójimo tal como se ama así mismo. Resulta difícil cumplir con este precepto en su acepción plena, y por eso Hilel dijo: Si resulta difícil amar a tu prójimo tal como te amas a ti mismo, al menos no le causes daño.

Ciertamente, en otro sitio podemos comprobar que el mismo Hilel formuló el principio de la moral hebrea de manera positiva: «Ama a las personas» (Maséjet Avot, capitulo 1, mishná 12). Esto significa que se debe amar a todas las personas, aun aquéllas que no son nuestros amigos o correligionarios. A partir de esto aprendemos que Hilel no sólo no redujo el significado de «amarás a tu prójimo como a ti mismo», si no que otorgó a este versículo una explicación y una interpretación mucho más amplias.

Entonces ¿cómo podemos amar a nuestro prójimo?

Estas son algunas reglas que nos da la Torá de como debemos amar a nuestro prójimo:

1) NO GOLPER A A TU PROJIMO
Exodo 2:13
2) NO HABLAR FALSO TESTIMONIO
Exodo 20:16,Deuteronomio 5:20
Levitico 19:16
3) NO CODICIAR LAS COSAS
Exodo 20:17
Deuteronomio 5:21
4) SI PIDES PRESTADO DEVUELVELES
Exodo 22:26
Deuteronomio 24:10
5) NO LE ROBES
Levitico 19:13
Deuteronomio 23:24
6) NO DENUNCIAR
Job 17:5
Proverbios 25:9
7) CONSUELA A TU PRóJIMO
Job 6:14
Proverbio 17:17
8) ORAR POR EL
Job 42:10
9) NO LO ENGAÑES
Proverbios 3:28
10 ) GUIALO
Proverbios 12:26
11) NO MENOSPRECIES
Provervios 14:21
12) NO SEAS METICHE
PROVERBIOS 25:17
13) NO LO HAGAS QUE DAR MAL
HABACUC 2:15

La Torá nos muestra como se puede amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos para ver un ejemplo podemos ver 1 Samuel 20:17 a encontramos como Jonatan amaba a David

 

Kedoshim

» Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo Eterno vuestro Elohym» ( Lev 19:2).

Los sabios del Talmud nos explican que el hombre tiene que imitar a Elohym. El hombre tiene que imitar los atributos de Elohym tales como la misericordia, el amor, y la práctica de la bondad entre otros. (T.B. Sotá 14a) Así, ser santos sería imitar a Elohym. Para Rabí Hiyá (S. III e.c.), el precepto no fue dado a unos pocos sino a un pueblo, a la comunidad entera, por lo cual el llegar al estado de santidad no es algo que tenga que hacer una persona o un pequeño grupo de personas, sino más bien, algo propio de todo un pueblo.

Lo que Kedoshim nos proporciona como definición de Kadosh es una combinación única de exigencias rituales y éticas. Elohym exige que vivamos ( y no muramos) por esas prácticas y que ellas moldeen nuestras relaciones y comunidades.

Para Rabí Ben Azzai, el principio rector de la Torá es «Elohym creó al hombre a su imagen y semejanza» (Génesis 5:1). En consecuencia, debemos respetar los derechos, la dignidad y los sentimientos de los otros porque, como nosotros, han sido creados a imagen y semejanza de Elohym. (Génesis Rabbá 24).

 

Conclusión

La convivencia con uno mismo, es la mas delicada y la que más esfuerzo requiere. Es el trabajo interior. Desde épocas tan remotas como en los tiempos biblicos se nos habla de amar al prójimo, como a uno mismo. Convirtiendose el acto de amar en un precepto, de esta manera seria imposible amar a otro si previamente no existiera amor por uno mismo. El amor a nuestro semejante es el reflejo del amor que tengo hacia mi mismo. Es por eso que aquel que no se quire, no se respeta, no se estima o no se tolera a si mismo, dificilmente podrá querer, comprender o amar a su prójimo.

Para poder llevar a cabo el precepto de ama a tu prójimo como a ti mismo» , debemos tomar encuenta que lo principal o fundamental es aprender a convivir con uno mismo, consistiendo esto en la base para la convivencia con los demás. Solo aquel que sabe convivir con sigo mismo, autoestimandose, queriendose, sera capaz entonces de querer y amar a los demás.

¡Shabbath Shalom!