Camino a escoger

Consideremos el capítulo en el que encontramos las instrucciones referentes a la mujer denominada Sotah. Mujer que era acusada por celos.
Bamidbar [Núm] 5:11-12 HaShem habló a Mosheh diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles que si la mujer de alguno se descarría y le es infiel
Vaidaber HaShem el Mosheh lemor: Daber el bene Israel veamarta alehem ish ish ki tisteh ishto uma’alah bo ma’al

Es interesante que en el hebreo se mencione dos veces la palabra Ish [Hombre], por lo que podemos leerlo de la siguiente manera: «El hombre, el hombre que se desviare su mujer», nuestros Jajamim [z»l] explican que en este caso se comete una doble traición, una es contra HaShem quien Es Ish miljamah [Hombre de guerra], como lo leemos en Shmot 15:3, y la segunda es ya contra su marido.

Hay quienes argumentan, que esta clase de ritual nunca fue llevado a cabo entre nuestro pueblo, puesto que poseía un carácter muy bárbaro, y al igual que el caso del hijo contumaz y rebelde, “solo” servían de espanto para las culturas orientales, quienes denotaban ser muy celosos y desconfiados.
Si HaShem legisló esto en Su Torah y en algún momento, llegó a presentarse el caso, ¿piensas que no se ejecutó este juicio? Recordemos lo que está escrito “Hashem no es hombre para que mienta o hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no lo hará? Habló, ¿y no lo cumplirá? [Bamidbar 23:19].

En la Torah encontramos ciertas especificaciones de cómo debía realizarse dicho ritual. Vamos a enumerarlas:
1- Cuando el hombre sentía celos de sus esposa, la presentaba ante el Kohen.
2- Se lleva una ofrenda Minjah de celos.
3- Se acerca al Kohen y éste la llevaba delante de HaShem.
4- El Kohen colocaba en un recipiente de barro: Aguas sagradas [de la fuente de cobre] y polvo del Mishkan
5- Descubre la cabeza de la mujer.
6- Pone en sus palmas la ofrenda, mientras el Kohen sostiene las aguas.
7- Se hace jurar a la mujer de que no se había acostado con otro hombre.
8- El Kohen escribe las maldiciones en un rollo y lo disuelve en las aguas.
9- El Kohen toma la ofrenda de manos de la mujer, la mece delante de HaShem y la acerca al altar.
10- Ahí, toma un puñado de la ofrenda para ella y lo quema sobre el altar.
11- La mujer bebe las aguas.
12- En caso de ser culpable, se le hinchaba el vientre y su “muslo” caía. De lo contrario, quedaba pura y fecundaba simiente.

En esta porción no se habla al respecto de un simple sentimiento que pueda tener el hombre hacia su mujer, como hoy por hoy se entiende a la palabra «celos», en su momento, Sharet Ava nos vertía un comentario: «Para que el hombre pudiera acusar a su mujer, no podía hacerlo de la nada, debía ver en ella “pruebas”, por decirlo de alguna manera, esas “pruebas” podían estar relacionadas a un supuesto embarazo».
Lo que tenemos aquí es el caso de una persona que tiene solo dos opciones, engañó a su pareja o no lo hizo.
Algunas mujeres suelen preguntar: ¿Por qué el hombre no podía ser acusado por esta misma causa?
La respuesta a la que llegué y es una opinión personal, radica en el hecho de ese supuesto embarazo, ya que si leemos al español, resulta difícil apreciar el punto clave en el verso 13, por ello leamos el comienzo de este en hebreo y tratemos de ponerlo con una traducción literal:
Veshajab ish otah shijbat zera’ / Y se acostare hombre con ella emitiendo semilla [semen].
Esta frase Shijbat zera’, se utiliza tal cual en el siguiente verso:
Vaikra [Lv] 15:16 Y el hombre, cuando de él saliere derramamiento de semen [shijbat zera’], lavará en aguas toda su carne, y será inmundo hasta la tarde.

Si había una emisión de semen, lo más probable es que la mujer quedara embarazada y si esto sucedía, su cuerpo tenía que mostrar los cambios corporales pertinentes, cuando su esposo lo notaba y sus cuentas “no le cuadraban”, comenzaba a sospechar, entonces podía llevar a su mujer por celos.
El agua que bebía la mujer durante el ritual provocaba cierta reacción en ella, además de hincharse su vientre, provocaba que su “muslo” se cayera.
El vocablo que se utiliza en esta ocasión es «Iarek» y suele mencionarse “muslo” por eufemismo a los genitales.
Se dice que realmente el agua era una especie de “abortivo” [por utilizar un término actual], si la mujer había sido infiel esta surtía efecto; de no ser así ella podrá concebir la semilla.

¿Y qué sucede con el hombre que comete adulterio?
Vaikra [Lv] 20:10 Y el hombre que cometiere adulterio con la esposa de otro hombre, el que cometiere adulterio con la esposa de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente han de ser muertos.

La Torah es clara, en el caso de ser descubiertos en el acto, deben morir los dos.
Sin embargo, vemos una clara diferencia entre ambos episodios, en el que acabamos de leer se ejecutaba la pena capital, con la mujer acusada por celos, se menciona una “maldición” y la carga de su culpa, pero no la muerte. Esto es algo que quiero tengamos en mente.
Ahora consideremos un poco la palabra que se utiliza para denotar ese descarrío o desvío. En el hebreo se menciona tal cual Tisteh, que viene de la raíz Satah, esta representa un desvío o apartarse de algo. Es decir que cuando una persona es infiel, se aparta del camino en el que va con su pareja.
Los Maestros enseñan en Tanjumah, Naso 5: «No leas Tisteh sino Tishteh». Donde Tishteh puede leerse como Tontería, es decir que el que comete adulterio, comete una tontería, tal como fue dicho por Shlomoh hamélej: Así también el que comete adulterio con una mujer es falto de entendimiento; el que hace tal cosa se destruye a sí mismo [Mishle (Pro) 6:32].

Esta raíz Satah se menciona dos veces más en el libro de Mishle. Veamos:
Mishle [Pro] 4:14-15 No entres en el sendero de los impíos, ni pongas tu pie en el camino de los malos.
Evítalo; no pases por él. Apártate de él; pasa de largo
.

El apartarse, alejarse, descarriarse; es algo que HaShem nos recomienda en ciertas situaciones, pero tenemos que conocer el momento oportuno para hacerlo correctamente. Dado que es algo que tenemos la capacidad de hacer, podemos utilizarlo para nuestra propia conveniencia. Tal es el caso del adulterio o la transgresión.
Referente a una mujer extraña en Mishle [Pro] 7:25 está escrito: No se aparte tu corazón a sus caminos; no yerres en sus veredas.
Dicho en otras palabras, aún cuando el camino te parezca seductor, no te descarríes hacia él.
Hace unos días celebramos el festival de Shabu’ot, en aquel momento celebramos una boda entre HaShem y nosotros, lastimosamente, en aquel gran día le fuimos infieles a nuestro Señor, nos descarriamos del camino que Él marcó para nosotros, de una manera muy tonta, cometimos adulterio. Y quedandoó escrito: Presto se han apartado del camino que Yo les mandé y se han hecho un becerro de fundición… [Shmot (Éx) 32:8].

Tal como la mujer sotah, fuimos pasados por un episodio similar, HaShem manda que el becerro sea hecho polvo, puesto en agua y dado a beber al pueblo [Shmot (Éx) 32:20].
Aún cuando pudo destruirnos, HaShem tuvo misericordia.

Mencionamos anteriormente, la mujer que engaña a su esposo no muere, sin embargo recibe un castigo. Como pueblo hicimos lo mismo, HaShem no nos exterminó, pero si tuvimos un castigo, y así como ella tiene la posibilidad de confesar su falta, Aharon hakohen lo hizo por nosotros. Pero lo más importante, tenemos la oportunidad de elegir el camino que queremos seguir.
Debarim [Dt] 30:15-19 Mira, pues, yo pongo hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal, con el fin de que ames a HaShem tu Elokim, de que andes en Sus caminos y de que guardes Sus mandamientos, Sus estatutos y Sus decretos, que yo te mando hoy. Entonces vivirás y te multiplicarás, y HaShem tu Elokim te bendecirá en la tierra a la cual entras para tomarla en posesión. Pero si tu corazón se aparta y no obedeces; si te dejas arrastrar a inclinarte ante otros dioses y les rindes culto, Yo les declaro hoy que de cierto perecerán. No prolongarán sus días en la tierra a la cual, cruzando el Jordán, entrarán para tomarla en posesión. Llamo hoy por testigos contra ustedes a los cielos y a la tierra, de que he puesto delante de ustedes la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tus descendientes.

Jazak ubaruj!

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