Carmesí

Esta porción continúa con las instrucciones del confeccionamiento de las vestimentas de los Kohanim. Singulares instrucciones llenas de medidas y símbolos que el razonamiento humano no tiene acceso al valor real que ofrecen. Ropas especiales para a llevar a cabo la asignación de la responsabilidad de Kehunah / Sacerdocio a una familia.
Materiales de diversos orígenes son usados, desde los sólidos provenientes de las piedras, de los suaves telares y tintes que dan profundidad, poder, majestad. Colores que comunican un mensaje celestial por descubrir, solo queda en nuestra mente en nuestra alma detenida, sometiendo a la belleza nunca pronunciada.

Les mostraré el pasuk que utilice para este tema:
Shemot / Éxodo 28:5 Los cuales tomarán oro, y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino fino.

Tres tintes son citados el cárdeno / tejelet, el purpura / argaman y el carmesí / tola’at hashani.
Este último es el motivo de la reflexión que quiero o intento desarrollar.
Nuestros Sabios dicen que este color es sacado de un gusano especial llamado precisamente tola’at hashani.
La Torah registra este vocablo al inicio de la Torah y al español no hace referencia a un color, en la traducción se refiere a un gusano, veamos e imaginemos los colores en contraste:
Shemot / Éxodo 16:20 Más ellos no escucharon a Mosheh, y algunos dejaron de ello para otro día, y crio gusanos, y se pudrió; y se enojó contra ellos Mosheh.

En esta porción se utiliza para el Efod una especie de “mandil” del Kohen. Según las apreciaciones de los se encargan de estudiar estos temas, dicen que el Kohen Gadol tenía ocho prendas y un cohen ordinario contaba solo con cuatro.
Es impresionante como la voluntad del Eterno se vuelve materia en formas precisas, llenas de colores y balances en materiales agradables a la vista.
Entre los comentarios de los Sabios dicen que la palabra Tetzaveh está relacionado con “voluntad / tzavaa”.

Lo que intento es imaginar, dibujar un pequeña parte de lo que este color especial que tiene en su origen, el rojo, nos quiere regalar.
Recuerdan cómo este color tiene una estrecha relación con el gusano, su tono proviene de él, así que esta variedad de carmesí es única, clásica, con lo cual cualquier otra versión de tono no sería de importancia.
Lo interesante de este vocablo es como la Torah deja ver con qué es posible relacionarlo; veamos los siguientes pasukim:
Yob / Job 25:5,6 He aquí que ni aun la misma luna será resplandeciente, ni las estrellas son limpias delante de sus ojos.
¿Cuánto menos el hombre que es un gusano, Y el hijo de hombre, también gusano?

La primera expresión de “gusano” no tiene que ver con el vocablo de la raíz que estamos tratando, se relaciona con la raíz “Rima” que tiene quizás relación con la etapa de larva de los gusanos y es usado en el sentido que se reproduce muy rápido.
Este color, entiendo que puede representar al factor humano que nos envuelve.
Un color presente, intenso, plasmado en las vestimentas del Kohen. Es un color incrustado de manera preciosa en estas ropas, poniéndolo en una pincelada de amor en un gran ritual.
Veamos un pasuk donde este vocablo Tola’at tiene una interpretación con el color:
Yesha’iahu / Isaías 1:18 Venid luego, dirá el Eterno, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

Este pasuk es muy interesante porque la expresión “Tola’at hashani”, que hace referencia al color carmesí en el pasuk de Shemot / Éxodo que exhibimos en el principio de esta perashah, ahora se encuentra separado en “Grana / Shani” y en “Carmesí / Tola”, dándole quizás la diferencia de intensidad del pecado, aspecto que para nada sería difícil limpiar.
El color carmesí encierra tanto la condición humana en sus diferentes presentaciones e intensidades.
Ahora, veamos el siguiente pasuk, para entender que al decir “gusano” en la Torah tiene una sola dirección. “No cualquier gusano hace color carmesí”:
Yesha’iahu / Isaías 41:14 No temas, gusano de Ya’acob, oh vosotros los pocos de Israel; yo te socorrí, dice el Eterno, y tu Redentor el Santo de Israel.

El color carmesí tiene el suficiente peso para representar a nuestro pueblo, simbolizado a través de ese color en cada rincón de la vestimenta del Kohen, así como varios de accesorios del Mishkan.
Nuestro pueblo, nosotros estamos ahí, con su tono particular formando parte del gran símbolo de santidad que el Creador en Su Voluntad asignó.

Conclusión

En algunas culturas, religiones y personalidades, estos colores utilizados en las vestimentas y accesorios del Mishkan, son tomados para formar parte de su liturgia, y desde mi humilde punto de vista no hay ningún problema; porque existen varios tonos de carmesí, sin embargo el carmesí de la Torah solo es uno, único.
El color carmesí representa esa vitalidad, esa voluntad, esa garra que identifica al pueblo de Israel.

Veamos el siguiente comentario de Arbanel donde explica que cada aspecto de la construcción del Mishkan hace referencia a un aspecto de la naturaleza.
Entre muchos ejemplos toma al Tejelet, Argaman, Tola’at shani y el Shes como una representación de los cuatros elementos básicos de la naturaleza.
El tejelet / azul celeste representa al aire (por el aspecto del cielo celeste). El argaman, el cual es extraído de la sangre de cierto pez se relaciona con el mar, es decir con el agua; el tola’at shani por su intenso color rojo se relaciona con el fuego, y por último el shesh que es el lino, el cual es de origen vegetal, se relaciona con la tierra.

Como ven simbolizamos una extraordinaria chispa celestial, somos el carmesí más poderoso que habita esta tierra, somos el fuego especial que retornará a los lugares selectos en las alturas fuera de los tiempos, volveremos a nuestro origen.

Shabat shalom!

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