Como Efraim y como Menasheh

[Este comentario se edita para la sanidad de Yeshaiah ben Elisha]

Si pudieras mencionar algo que destaca en esta perashah, es probable que sea el tema de la Bendición. En dos ocasiones, el patriarca Ia’acob bendice a su descendencia.
Algo curioso sucede. Antes que a sus hijos, toma la decisión de bendecir primero a sus nietos.
Y sus palabras quedan grabadas no solo en la Torah, forman parte del seder de Cabalat Shabat, cuando previo a bendecir a los hijos se dice: “Te haga Elokim como Efraim y como Menasheh”.

¿Por qué crees que Ia’acob bendice primero a sus nietos?
La naturaleza deja ver la relación que puede haber entre los padres y el hijo. No solo aplica al hombre, diversos animales mantienen este vínculo después de procrear. Pero si hablamos de una relación entre el padre y el hijo de su hijo [lo que se conoce como nieto], el ser humano sale a relucir.

Se llega a comentar que la alegría que produce un nieto puede ser mayor que la de tener un hijo. ¿Qué piensas?
Sin dejar de lado los principios que rigen la vida, te invito a considerar lo siguiente:
Debarim [Dt] 4:8-9 Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta Torah que yo pongo hoy delante de ustedes? Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.

Si este verso no te basta, aquí hay otro:
Tehilim [Sal] 128:5-6 HaShem te bendiga desde Tzion, veas la prosperidad de Ierushaláim todos los días de tu vida, y veas a los hijos de tus hijos. ¡Paz sea sobre Israel!

Tener un nieto produce gran felicidad en el hombre, no porque tenga más amor hacia el nieto que al hijo. Es porque tendrá la oportunidad de cumplir y perpetuar la Voluntad Divina al transmitirla a sus generaciones. El cumplimiento de la Torah es alegría.

¿Por qué son elegidos ellos en particular?
Bereshit [Gn] 48:20 Y los bendijo aquel día, diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo: Te haga Elokim como a Efraim y como a Menasheh. Y puso a Efraim antes de Menasheh.

Los Maestros dan dos respuestas:
a) Rab Shimshón Rafael Hirsch enseña Los patriarcas educaron a sus hijos principalmente en la tierra de Israel. En cierta manera eso fue fácil.
Fue por causa de la hambruna que Ia’acob desciende a Egipto. La siguiente generación crecería rodeada por gente idólatra. La prueba era que la fidelidad a HaShem sobreviviera en la diáspora. Ello no es un trabajo fácil.

A pesar de que Efraim y Menasheh nacieron en estas condiciones, no asimilaron las creencias y prácticas egipcias. Por ello se bendice a Israel en nombre de estos dos, pues no importa dónde te encuentres, tienes que mantener tu identidad.
Iehoshua’ [Jos] 23:6-8 Esfuércense pues, mucho en guardar y hacer todo lo que está escrito en el libro de la Torah de Mosheh, sin apartarse de ello ni a diestra ni a siniestra; para que no se mezclen con estas naciones que han quedado con ustedes, ni hagan mención ni juren por el nombre de sus dioses, ni los sirvan, ni se inclinen a ellos. Mas a HaShem su Elokim seguirán, como han hecho hasta hoy.

b) La segunda enseñanza va dirigida a la relación entre hermanos. Itzjac e Ishma’el, Ia’acob y ‘Esav, Yosef y sus hermanos no gozaron de una buena relación estando juntos. Lo cual es natural, no hay nada de malo en ello. Con Efraim y Menasheh no se registran conflictos. Son un considerados un ideal para la relación que debe haber entre el pueblo.
Tehilim [Sal] 133 ¡He aquí cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aharon, y baja hasta el borde de sus vestiduras; como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Tzion; porque allí envía HaShem bendición y vida eterna.

Cualquiera de los ejemplos es valiosos para aplicar en tu vida.
¿Quieres una bendición? Procura ser como Efraim y Menasheh

Jazak ubaruj!

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