David compone un cántico al Eterno

Pesaj
21 de Nisan de 5765
30 de abril del 2005
2 Samuel / Shmuel Bet 22:1-51

Rav Mijael Avila «Shlita»
Sinagogas Bet HaDerej
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Lectura

2 Samuel 22:1 Habló David a Hashem las palabras de este cántico, el día que Hashem le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. 2 Dijo: Hashem es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador; 3 Elohym mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste. 4 Invocaré a Hashem, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos. 5 Me rodearon ondas de muerte, y torrentes de perversidad me atemorizaron. 6 Ligaduras del Seol me rodearon; Tendieron sobre mí lazos de muerte. 7 En mi angustia invoqué a Hashem, y clamé a mi Elohym; El oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó a sus oídos. 8 La tierra fue conmovida, y tembló, y se conmovieron los cimientos de los cielos; Se estremecieron, porque se indignó él. 9 Humo subió de su nariz, y de su boca fuego consumidor; Carbones fueron por él encendidos. 10 E inclinó los cielos, y descendió; Y había tinieblas debajo de sus pies. 11 Y cabalgó sobre un querubín, y voló; Voló sobre las alas del viento. 12 Puso tinieblas por su escondedero alrededor de sí; Oscuridad de aguas y densas nubes. 13 Por el resplandor de su presencia se encendieron carbones ardientes. 14 Y tronó desde los cielos Hashem, y el Altísimo dio su voz; 15 Envió sus saetas, y los dispersó; Y lanzó relámpagos, y los destruyó. 16 Entonces aparecieron los torrentes de las aguas, y quedaron al descubierto los cimientos del mundo; A la reprensión de Hashem, por el soplo del aliento de su nariz. 17 Envió desde lo alto y me tomó; Me sacó de las muchas aguas. 18 Me libró de poderoso enemigo, y de los que me aborrec&i acute;an, aunque eran más fuertes que yo. 19 Me asaltaron en el día de mi quebranto; Mas Hashem fue mi apoyo, 20 Y me sacó a lugar espacioso; Me libró, porque se agradó de mí. 21 Hashem me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado. 22 Porque yo he guardado los caminos de Hashem, y no me aparté impíamente de mi Elohym. 23 Pues todos sus decretos estuvieron delante de mí, y no me he apartado de sus estatutos. 24 Fui recto para con él, y me he guardado de mi maldad; 25 Por lo cual me ha recompensado Hashem conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista. 26 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, y recto para con el hombre íntegro. 27 Limpio te mostrarás para con el limpio, y rígido serás para con el perverso. 28 Porque tú salvas al pueblo afligido, mas tus ojos están sobre los altivos para abatirlos. 29 Tú eres mi lámpara, oh Hashem; Mi Elohym alumbrará mis tinieblas. 30 Contigo desbarataré ejércitos, y con mi Elohym asaltaré muros. 31 En cuanto a Elohym, perfecto es su camino, y acrisolada la palabra de Hashem. Escudo es a todos los que en él esperan. 32 Porque ¿quién es Elohym, sino sólo Hashem? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Elohym? 33 Elohym es el que me ciñe de fuerza, Y quien despeja mi camino; 34 Quien hace mis pies como de ciervas, y me hace estar firme sobre mis alturas; 35 Quien adiestra mis manos para la batalla, de manera que se doble el arco de bronce con mis brazos. 36 Me diste asimismo el escudo de tu salvación, y tu benignidad me ha engrandecido. 37 Tú ensanchaste mis pasos debajo de mí, y mis pies no han resbalado. 38 Perseguiré a mis enemigos, y los destruiré, y no volveré hasta acabarlos. 39 Los consumiré y los heriré, de modo que no se levant en; Caerán debajo de mis pies. 40 Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí, 41 Y has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, para que yo destruyese a los que me aborrecen. 42 Clamaron, y no hubo quien los salvase; Aun a Hashem, mas no les oyó. 43 Como polvo de la tierra los molí; Como lodo de las calles los pisé y los trituré. 44 Me has librado de las contiendas del pueblo; Me guardaste para que fuese cabeza de naciones; Pueblo que yo no conocía me servirá. 45 Los hijos de extraños se someterán a mí; Al oír de mí, me obedecerán. 46 Los extraños se debilitarán, Y saldrán temblando de sus encierros. 47 Viva Hashem, y bendita sea mi roca, Y engrandecido sea el Elohym de mi salvación. 48 El Elohym que venga mis agravios, y sujeta pueblos debajo de mí; 49 El que me libra de enemigos, y aun me exalta sobre los que se levantan contra mí; Me libraste del varón violento. 50 Por tanto, yo te confesaré entre las naciones, oh Hashem, y cantaré a tu nombre. 51 El salva gloriosamente a su rey, y usa de misericordia para con su ungido, a David y a su descendencia para siempre.
Reflexión

David compone un Cántico al Eterno.

Debemos considerar que David fue un hombre que usó sus sentimientos en todo su esplendor, según lo narran las Kitvei Hakódesh –Santas Escrituras- lo podemos encontrar: llorando, enojándose, amando e incluso como en este caso componiéndole este Shir o Shirá al Eterno, que resalta ante todo, su reconocimiento por el Eterno así como su poderío:

2 Samuel 22:1 Habló David a Hashem las palabras de este cántico, el día que Hashem le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl.
Introducción del Cántico

Para David Hashem es: Roca, Fortaleza, Libertador, Escudo, El fuerte de su salvación, Alto refugio, y Salvador. Además aclara que Él es digno de ser alabado:

2 Samuel 22:2 Dijo: Hashem es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador;
3 Elohym mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste. 4 Invocaré a Hashem, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.

La condición de David

Si nosotros recordamos el llamado que el Eterno le había hecho a David, pareciera que detrás de ello no existirían más inconvenientes para él, pues al tener el alto honor de ser llamado por Hashem, pudiera parecer que su vida y sus problemas se acabarían; sin embargo, eso no fue así, David tuvo que vivir con todo lo que contiene esta vida: desde momentos felices, otros tristes, disfrutó de estar comiendo junto al rey, trabajando para él, tuvo de amigo a su hijo; pero, por otro lado, tuvo que guerrear en contra de los enemigos de Israel, tanto como guardar siempre una defensiva por todos los ataques que haría el rey en su contra. Hay mucho más por escribir, lo que resalta detrás de todo es la fidelidad con la que se mantuvo para con el Eterno. Yo conozco de muchos que invitan a otros a conocer del Eterno y de su Mesías y les prometen una vida feliz, incluyendo aun que sus problemas se acabarán; pero, tristemente, eso no es cierto, la vida seguirá teniendo sus problemáticas, sus sinsabores y sus tiempos de felicidad. Hace algún tiempo impartí una conferencia que titulé: “La paradoja de nuestra vida”, la cual puedes conseguir en audio, demuestro en ella que aquellos que prometen la felicidad están en un error, porque no necesariamente a eso hemos sido llamados, sino que la vida a la que hemos sido llamados también incluye el sufrir, tanto por el Eterno como por los sinsabores de esta vida. Mi objetivo era crear una consciencia que todos deberíamos de tener al no hacer invitaciones que no tuvieran una congruencia con la realidad, es decir, compartirles un pacto con todo lo que conlleva, no nada más hablarles de lo bonito que se experimenta. David reconocía su condición y por ello lo cantó a Hashem:

2 Samuel 22: 5 Me rodearon ondas de muerte, y torrentes de perversidad me atemorizaron.
6 Ligaduras del Seol me rodearon; Tendieron sobre mí lazos de muerte.


David clamó al Eterno

Hay algo que muchas veces se le olvida al hombre, y es: pedir al Eterno; muchas veces, recurre a sus seres queridos que tal vez lo sacarán del problema, pero, tristemente, pocas veces recurren primero a Hashem. David no se privó de pedirle porque restaurara su condición:

2 Samuel 22: 7 En mi angustia invoqué a Hashem, y clamé a mi Elohym; El oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó a sus oídos.


La respuesta de parte de Hashem

David describe la forma en cómo Hashem responde a su clamor, y al final en el pasuk 20, escribe una frase que implica el motivo por el cual lo escuchó: “Se agradó de mí”:

2 Samuel 22: 8 La tierra fue conmovida, y tembló, y se conmovieron los cimientos de los cielos; Se estremecieron, porque se indignó él. 9 Humo subió de su nariz, y de su boca fuego consumidor; Carbones fueron por él encendidos. 10 E inclinó los cielos, y descendió; Y había tinieblas debajo de sus pies. 11 Y cabalgó sobre un querubín, y voló; Voló sobre las alas del viento. 12 Puso tinieblas por su escondedero alrededor de sí; Oscuridad de aguas y densas nubes. 13 Por el resplandor de su presencia se encendieron carbones ardientes. 14 Y tronó desde los cielos Hashem, y el Altísimo dio su voz; 15 Envió sus saetas, y los dispersó; Y lanzó relámpagos, y los destruyó. 16 Entonces aparecieron los torrentes de las aguas, y quedaron al descubierto los cimientos del mundo; A la reprensión de Hashem, por el soplo del aliento de su nariz. 17 Envió desde lo alto y me tomó; Me sacó de las muchas aguas. 18 Me libró de poderoso enemigo, y de los que me aborrecían, aunque eran más fuertes que yo. 19 Me asaltaron en el día de mi quebranto; Mas Hashem fue mi apoyo, 20 Y me sacó a lugar espacioso; Me libró, porque se agradó de mí.

La razón por la que el Eterno lo escuchó

David clamó al Eterno y Él lo escuchó, ¿la razón?, es que fue hallado justo delante de Hashem, ¿cómo consiguió esto?, guardó sus decretos y sus estatutos:

2 Samuel 22: 21 Hashem me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado. 22 Porque yo he guardado los caminos de Hashem, y no me aparté impíamente de mi Elohym. 23 Pues todos sus decretos estuvieron delante de mí, y no me he apartado de sus estatutos. 24 Fui recto para con él, y me he guardado de mi maldad; 25 Por lo cual me ha recompensado Hashem conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.


La razón por la que David confió en Hashem

David fue un hombre que conocía al Eterno, sabía que Hashem era congruente con sus peticiones y con su actuar, David sabía que si Hashem le pedía al hombre que hiciera justicia, luego entonces Hashem la haría para con él: si el hombre guarda Su voluntad, Hashem será justo en recompensarla:

2 Samuel 22: 26 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, y recto para con el hombre íntegro. 27 Limpio te mostrarás para con el limpio, y rígido serás para con el perverso. 28 Porque tú salvas al pueblo afligido, mas tus ojos están sobre los altivos para abatirlos.


David reconoce todo lo que puede hacer estando con Hashem

David se regocija con la consciencia de que estando del lado del Eterno podrá cumplir el cometido que Éste le haya encomendado:

2 Samuel 22: 29 Tú eres mi lámpara, oh Hashem; Mi Elohym alumbrará mis tinieblas. 30 Contigo desbarataré ejércitos, y con mi Elohym asaltaré muros. 31 En cuanto a Elohym, perfecto es su camino, y acrisolada la palabra de Hashem. Escudo es a todos los que en él esperan. 32 Porque ¿quién es Elohym, sino sólo Hashem? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Elohym? 33 Elohym es el que me ciñe de fuerza, Y quien despeja mi camino; 34 Quien hace mis pies como de ciervas, y me hace estar firme sobre mis alturas; 35 Quien adiestra mis manos para la batalla, de manera que se doble el arco de bronce con mis brazos. 36 Me diste asimismo el escudo de tu salvación, y tu benignidad me ha engrandecido. 37 Tú ensanchaste mis pasos debajo de mí, y mis pies no han resbalado. 38 Perseguiré a mis enemigos, y los destruiré, y no volveré hasta acabarlos. 39 Los consumiré y los heriré, de modo que no se levanten; Caerán debajo de mis pies. 40 Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí, 41 Y has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, para que yo destruyese a los que me aborrecen. 42 Clamaron, y no hubo quien los salvase; Aun a Hashem, mas no les oyó. 43 Como polvo de la tierra los molí; Como lodo de las calles los pisé y los trituré. 44 Me has librado de las contiendas del pueblo; Me guardaste para que fuese cabeza de naciones; Pueblo que yo no conocía me servirá. 45 Los hijos de extraños se someterán a mí; Al oír de mí, me obedecerán. 46 Los extraños se debilitarán, Y saldrán temblando de sus encierros. 47 Viva Hashem, y bendita sea mi roca, Y engrandecido sea el Elohym de mi salvación. 48 El Elohym que venga mis agravios, y sujeta pueblos debajo de mí; 49 El que me libra de enemigos, y aun me exalta sobre los que se levantan contra mí; Me libraste del varón violento. 50 Por tanto, yo te confesaré entre las naciones, oh Hashem, y cantaré a tu nombre. 51 El salva gloriosamente a su rey, y usa de misericordia para con su ungido, a David y a su descendencia para siempre.

¿Alguna vez has pensado en componerle algo al Eterno? ¿Por qué no te propones escribirle una carta o un cántico de agradecimiento a Hashem?, sobre todo que estamos en un tiempo en el que celebramos nuestra redención. David nos puso el ejemplo, ¡Sigamos su ejemplo!

¡Shabbath Shalom!
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