El cuidado de los animales

Bamidbar 22:2 Vayar Balák ben Tzippor et kol-asher-asah Yisra’el la-Emori.

Numeros 22:2 Y vio Balák, hijo de Tzippor, todo lo que había hecho Israel al Amorreo.

En la tercera alía (porción en la que se subdivide la Perashá) aparece un evento que puede tener varios matices, me refiero a Bilaam –Balaam- y su asna, como ustedes saben Balák rey de Moab había mandado llamar a éste personaje con el objetivo de maldecir a nuestro pueblo Israel, situación que se vio un tanto privada por la intervención de Hashem, y en esta porción leemos que el maláj –ángel- del Eterno se le interpone a la bestia y al negarse a seguir avanzando su amo la castiga, al asna el Eterno le da la posibilidad de hablar y se queja contra Bilaam, y aunque no abordaremos los detalles de los sucesos, quisiera aprovechar para compartir con ustedes un poco de lo que el TaNaJ enseña al respecto de los animales. El tema de la semana es: “El cuidado de los animales”.

Si les parece bien, acompáñenme a leer la poción que estaba describiendo en la introducción:
Bamidbar-Números 22:21 Así Bilaam se levantó por la mañana, y enalbardó su asna y fue con los príncipes de Moab. Y la ira de Hashem se encendió porque él iba; y el ángel de Eterno se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos. Y el asna vio al ángel del Eterno, que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y se apartó el asna del camino, e iba por el campo. Entonces azotó Bilaam al asna para hacerla volver al camino. Pero el ángel del Eterno se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro. Y viendo el asna al ángel de Eterno, se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Bilaam; y él volvió a azotarla. Y el ángel del Eterno pasó más allá, y se puso en una angostura donde no había camino para apartarse ni a derecha ni a izquierda. Y viendo el asna al ángel del Eterno, se echó debajo de Bilaam; y Bilaam se enojó y azotó al asna con un palo. Entonces Eterno abrió la boca al asna, la cual dijo a Bilaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces? Y Bilaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí. ¡Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría! Y el asna dijo a Bilaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No. Entonces Eterno abrió los ojos de Bilaam, y vio al ángel de Eterno que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Bilaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro. Y el ángel de Eterno le dijo: ¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí. El asna me ha visto, y se ha apartado luego de delante de mí estas tres veces; y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti, y a ella dejaría viva.

Tres veces azoto a la asna Bilaam y el resultado fue completamente sorprendente dado que el Eterno le permitió hablar a la bestia, y ese sería la primera apreciación, dado que científicamente se ha comentado por muchos años que la capacidad para usar un lenguaje, depende fundamentalmente de dos cosas: un aparato fonador adaptado para ello (tráquea, laringe, faringe, dientes, paladar, etc.) y ciertas regiones del cerebro que parecen estar destinadas al lenguaje, como el área de broca, y por cuanto se sabía que el lenguaje era sólo para humanos, se comparaba con un animal que genéticamente se parece mucho al hombre como los chimpancés que pueden ser entrenados para comunicarse usando un complejo juego de símbolos, pero no pueden pronunciar una sola palabra útil, porque no tienen los movimientos faciales que se necesitan, ahora ¿qué decir de una asna que es tan diferente?.  No obstante lo anterior, resulta interesante leer los descubrimientos recientes de la ciencia, en donde científicos investigaron el primer gen llamado FOXP2, relacionado con el lenguaje humano. Ahora se puede identificar que aquellas personas que tienen errores en este gen tienen problemas severos con el habla y la gramática. El científico Svante Pääbo del Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology en Leipzig, Alemania, y sus colegas compararon el FOXP2 humano con versiones del gen halladas en chimpancés, gorilas, orangutanes, macacos rhesus y ratones, y la versión humana contiene dos cambios claves en el ADN, que no están en las otras versiones, estos cambios afectaron la capacidad humana de hacer movimiento finos en la boca y la laringe, y eventualmente permitieron el desarrollo del lenguaje hablado, sugiere Wolfgang Enard, miembro del equipo de investigadores. Los investigadores no tienen en claro aún qué hace el gen FOXP2, pero piensan que actúa prendiendo y apagando otros genes. Dejando de lado ambas mutaciones halladas, el gen humano es idéntico al hallado en otras especies. (Trabajo publicado en Nature el 4 de octubre de 2001.). Me pregunto ¿Acaso el Eterno movió esos genes temporalmente en el caso del asna de Bilaam? En fin, no creo que sea una de mis preguntas cuando tenga al Eterno de frente, pero me resulta más fácil creer que Hashem movió estos genes, a que cambio morfológicamente a una asna.

El asno o burro es un animal cuyas características lo han hecho resaltar, por ejemplo sus largas orejas, su ardor amoroso, su testarudez, así como también se le identifica como tonto, no obstante en las fuentes antiguas judías era un símbolo de paciencia y entendimiento,  por ello fue el símbolo que la tribu de Isajar –Isacar- tuvo en su estandarte:

Bereshit-Génesis 49:14 Isacar, asno fuerte que se recuesta entre los apriscos; Y vio que el descanso era bueno, y que la tierra era deleitosa; Y bajó su hombro para llevar, Y sirvió en tributo.

El asno de la tierra de Israel generalmente era pequeño y de color marrón con panza blanca, y a diferencia con el caballo que es una imagen de lujo y de guerra, el asno ejemplifica al trabajo y la paz, por ello encontramos en el talmud en Berajot 56b que si una persona ve en un sueño a un asno, significa una esperanza de salvación, aludiendo al pasaje de Zajaria-Zacarias 9:9 Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. Tal y como Yehoshúa Melej HaMashíaj –el Mesías- fue mandado por el Eterno aquel día 10 de Nisán para ser examinado: Matitiahu-Mateo 21:6 Y los discípulos fueron, e hicieron como Yehoshúa les mandó; y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima. Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hoshiana-Salvame por favor- Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡ Hoshiana en las alturas! Es increíble pero cualquier tema que toquemos, el Mesías está presente, tristemente la gente que está alejada del judaísmo hace juicios inexactos al respecto de que nuestro pueblo no cree en el Mesías. Para entrar al tema del cuidado de los animales en el TaNaJ quisiera que leyéramos nuevamente la contestación interesante de la asna después de su castigo Bamidbar 22:30 Y el asna dijo a Bilaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No.  La asna increpa a Bilaam reclamándole que en su conducta nunca ha hecho así, y por ello su enojo al respecto de su castigo, al final Bilaam debió reconocer que no era la asna quién tenía la culpa y por ello realizó un acto de injusticia con su animal, pero ¿acaso hay una enseñanza en la Biblia que nos sirva para no cometer injusticia con los animales? Desde luego que sí.

LOS PRIMERO TIEMPOS Y LOS ANIMALES

En el TaNaJ (mal llamado Antiguo Testamento) nos encontramos en los primeros capítulos situaciones interesantes con los animales, es por todos conocidos que el Eterno le da al hombre el dominio sobre los animales: Bereshit 1: 28 Y los bendijo el Eterno, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Este dominio sobre los animales siempre se ha entendido en el judaísmo como una responsabilidad sobre ellos, y aún su cuidado formaría parte de dicho precepto, por ello no es una práctica la caza de animales solo por mero deporte, y aún este cuidado lo vemos desde la designación del Eterno para con Adam con el objeto de que les pusiera nombre con que referirse a ellos: Bereshit 2:19 Hashem el Eterno formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adám para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adám llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adám nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo… Con este nombre no nada más serían objetos, sino tendrían una denominación que los diferenciaría unos de otros. En el primer juicio que el Eterno hizo para con el hombre, se preocupó en salvaguardar a su creación, los animales, ordenándole a Noaj –Noé- que los salvara: Bereshit 6:12 Y miró Hashem la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Hashem a Noaj: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera. Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero. Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá. Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán. De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida. Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos. Y lo hizo así Noaj; hizo conforme a todo lo que Hashem le mandó.

Noaj no nada más salvaría a las especies, sino aún vigilaría por su bienestar, ya que aún llevaría comida para ellos como lo hemos leído, procurando su bienestar, incluso en la tradición se enseña que aún el cuidado prodigado por Noaj y su familia a los animales, fue los que les ayudó para salvaguardar su propia vida. Años más tarde los animales incluso sería usados metafóricamente para designar los atributos de los hijos de Yaakov (ver Bereshit 49 y Devarim-Deuteronómio 33), por ejemplo Yehudá con un león, Dan con una serpiente, Neftali con una gazela, Benyamin con un lobo e Isajar con un asno. Además de todo lo anterior, basta conocer un poco las kitvei Hakodesh-sagradas escrituras para recordar el uso figurado de la oveja y el cordero, o el águila, el León o la gallina y el Eterno, en fin, es tanto que nos enseña el Eterno a partir de Su creación de los animales, que bien vale la pena dedicarle un tiempo, pero mientras tanto, espero haya servido este preámbulo para conocer la importancia y el cuidado que el Eterno tuvo para con los animales desde el inicio de los tiempos.

Yob-Job 12:7 Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán; A las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán;

EL CUIDADO DE LOS ANIMALES EN EL TANAJ

Hay un pasúk que denotaría todo, absolutamente todo al respecto del cuidado que se merecen los animales:

Mishley – Proverbios 12:10 El recto cuida de la vida de su bestia…; Yodeia Tzadik nefesh behemto

El término hatzadik que algunos traducen como “el justo”, pero que en mi caso prefiero usar “el recto”, es una persona que es temerosa del Eterno y que tiene una cualidad especial: busca agradarle. En ese agrado al Eterno también lo tiene para con su creación, y un buen ejemplo es que cuida la vida de su animal, de ahí que todo aquel que se precie de amar al Eterno debería prestar sumo cuidado a esta característica.

En el TaNaJ el Eterno le plació como pueblo suyo, decirnos incluso que animales nos es permitido comer, “limpios”, para el consumo humano y cuáles no lo son:

Génesis 7:8 De los animales limpios, y de los animales que no eran limpios, y de las aves, y de todo lo que se arrastra sobre la tierra,

Vaykrá-Levítico 11:2 Hablad a los hijos de Israel y decidles: Estos son los animales que comeréis de entre todos los animales que hay sobre la tierra.

Desde luego que esta restricción solo es para Sus hijos y espero que tu, si estás leyendo esta porción si lo hagas, porque aún esta práctica es un ejercicio de santidad: Levítico 20:25 Por tanto, vosotros haréis diferencia entre animal limpio e inmundo, y entre ave inmunda y limpia; y no contaminéis vuestras personas con los animales, ni con las aves, ni con nada que se arrastra sobre la tierra, los cuales os he apartado por inmundos. Esta distinción es importante dado que la muerte de los animales, solo sería bien vista si se realiza para el consumo del hombre.
Con esta separación incluso ya hay un tratamiento diferente dependiendo el tipo de animal, y aún el Eterno fue más lejos, ya que en un libro tan antiguo como la Biblia registra que hay animales silvestres, domesticados, reptiles y aves: Génesis 7:14 ellos, y todos los animales silvestres según sus especies, y todos los animales domesticados según sus especies, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie, y toda ave según su especie, y todo pájaro de toda especie. Un animal silvestre no sería recomendable tener en casa, ya que de suyo requiere un estilo diferente de vida que el solo hecho de no llevarla, conllevaría un sufrimiento del cual no deberíamos ser participes.
Ahora veamos algunos incisos que nos ilustrarán un poco del cuidado que debemos tener para con los animales:
a) Descanso para el animal
Cuando el Eterno dio como herencia a Israel el shabát, no nada más implicaría un reposo para el hombre, sino incluso sería un derecho del animal obtener un descanso: Exodo 20:10 mas el séptimo día es shabát para el Eterno tu Señor; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
De ahí que el cuidado que nos enseña el Eterno es también el brindar un descanso necesario para los animales: Deuteronomio 5:14 mas el séptimo día es shabát a Hashem tu Señor; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú.

b) Salvaguardar al animal de algún peligro
Sería obligación de todo hijo del Eterno velar por el bienestar de un animal aún en su integridad física: Devarim 22:4 Si vieres el asno de tu hermano, o su buey, caído en el camino, no te apartarás de él; le ayudarás a levantarlo

c) Evitar riesgos  de accidentes a los animales
El cuidado de los animales incluía salvaguardarlos aún de riesgos de accidentes, y por ello, imponía sanciones a los infractores como lo demuestra el siguiente pasúk: Shemot 21:33 Y si alguno abriere un pozo, o cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí buey o asno, el dueño de la cisterna pagará el daño, resarciendo a su dueño, y lo que fue muerto será suyo.
d) No separar a la cría de su madre
Salvaguardar a los animales también implicaba que aunque fueran destinados por sus características para sacrificios, que dicho sea de paso, a diferencia de otras culturas al animal no se le hacía sufrir, no se le debía separar de su madre si era recién nacido:
Vaykrá 22:27 El becerro o el cordero o la cabra, cuando naciere, siete días estará mamando de su madre; mas desde el octavo día en adelante será acepto para ofrenda de sacrificio encendido a Hashem.
e) No matar en el mismo día al hijo y a la madre
Vaykrá 22:28Y sea vaca u oveja, no degollaréis en un mismo día a ella y a su hijo.
Y reitero que las formas usadas para sacrificar a un animal eran especiales, e incluían el no hacerlos sufrir:
Vaykrá 22: 29 Y cuando ofreciereis sacrificio de acción de gracias a Hashem, lo sacrificaréis de manera que sea aceptable.
f) Si un animal se extraviaba debía llevársele con su dueño

El animal perdido también era motivo de cuidado y por ello se legisla la obligatoriedad de velar por ellos llevándolos con su dueño:
Shemot – éxodo 23:4 Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo.
El Talmud ayuda a entender los detalles de cómo se efectuaban muchas de las situaciones aquí expuestas, en este caso pueden consultar Baba Metzia 30b a 31b.
g) Si un animal se veía afectado por su carga se le debía ayudar a levantarse
Shemot – éxodo 23:5 Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo.
Para mas detalle consultar Baba Metzia 32a y 32b
h) Un ave comestible no podía ser tomada si era madre con crías o huevos.
Devarim 22:6 Cuando encuentres por el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y la madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomarás la madre con los hijos. Dejarás ir a la madre, y tomarás los pollos para ti, para que te vaya bien, y prolongues tus días.
i) No se debía poner a trabajar a animales de diferente especie
Deuteronomio 22:10 No ararás con buey y con asno juntamente.
El solo hecho de ponerlos a trabajar en condiciones desiguales implicaría un daño para el animal, y aún el cuidado de su integridad estaba considerado en el TaNaJ.
j) Esta prohibido profanar sexualmente a un animal
Aunque en algunas culturas el llamado bestialismo incluso lo promueven, las Kitvei Hakodesh demuestran que es un daño al animal, por lo consiguiente es algo prohibido, e incluso es pena de muerte y con ello se evitaría que situaciones semejantes ocurrieran con los animales:

Shemot 22:19 Cualquiera que cohabitare con bestia, morirá.

Levítico 18:23 Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él; es perversión.

k) Prohibido ayuntar animales de diferentes especies
Hoy entendemos que malformaciones genéticas se pueden dar al aparear animales de diferentes especies, y eso el Eterno desde hace miles de años lo prohíbe:

Levítico 19:19 Mis estatutos guardarás. No harás ayuntar tu ganado con animales de otra especie; tu campo no sembrarás con mezcla de semillas, y no te pondrás vestidos con mezcla de hilos.

EL CUIDADO DE LOS ANIMALES EN LA TRADICION HEBREA

En el talmud hay muchas referencias que tienen que ver con el cuidado de los animales, y algunas previamente he citado, pero es bueno conocer que existe un término «Tzaar baalei hayyim» (lit. dolor de las cosas vivientes) es un término rabínico empleado para comprender toda ley judía como tradiciones relacionadas con el bienestar animal y alude al evitar el sufrimiento animal. El Talmud en Avodah Zarah 18b prohíbe espectáculos de gladiadores y de luchas de animales, por ello el judío observante no asistiría a una corrida de toros, peleas de perros o de gallos ya que de suyo conllevaría implícito el sufrimiento del animal.
En la tradición hebrea existe un método para matar a un animal que se usará para el consumo, se le denomina Shejitá y la persona experta en ese método se le denomina Shojet. La razón de que exista esta forma de dar muerte al animal tiene que ver con evitar cualquier clase de sufrimiento, hacerlo de la forma más rápida posible y sin dolor, esto se realiza a través de un corte horizontal a través de la garganta, la tráquea, el esófago, las venas yugulares y las arterias carótidas. Es importante que entendamos que parte de su propósito está en concordancia con salvaguardar el sufrimiento del animal, dado que con la shejitá se deja inconsciente al animal en unos cuantos segundos.

LAS MASCOTAS Y EL JUDAISMO
En el judaísmo no está prohibido tener mascotas, pero, dado que una mascota exige cuidado, se recomienda ampliamente considerar no nada más los costes en dinero, sino sobre todo en tiempo que demandaría la atención de una mascota.
Un buen ejemplo de una mascota indiscutiblemente es el perro cuya palabra en hebreo es «kelev», algunos creen que esta palabra pudiera ser traducida como «cerca del corazón» (en el hebreo la palabra para corazón es Lev o Levav) y sería como una referencia a la lealtad y compañerismo de los perros hacia sus dueños. El Talmud dice que los perros solían ayudar a cuidar el límite norte de Israel y los jajamim-sabios enseñaban que los perros poseían un sexto sentido, y sabían incluso cuándo el «ángel de la muerte» había llegado a la ciudad.
Es importante que tengamos presente que un animal como el perro o los gatos al no ser kosher, por ello no se debe besar, o pasar comida con la boca, etc. Y por consiguiente nunca será bien visto que estén dentro de la casa cualquier animal no kosher. Enseñan los jajamín que está prohibido tocar a las mascotas en shabát y desde luego hacerlos llevar cargas e incluso en Pésaj-pascua, no deben ingerir jametz, es decir cosas leudadas.

Conclusion

Hemos visto como desde la creación el Eterno tuvo cuidado de los animales, y por ello, en respeto a esa creación y por no incurrir en crueldad con los animales, se debe procurar un buen trato, y basta ver con los ejemplos que he citado en los incisos para que nos ilustren la forma en cómo debemos proceder con ellos, no permitas que tus hijos aún siendo pequeños incurran en faltarle a los animales.
El Eterno a través de la vida judía ha permitido que sea un ejemplo como en tantas materias e incluso precursor de derechos como el de los animales que en esta ocasión hemos visto, espero hayas aprendido junto a mí, un poco de este importante tema y solo te dejo una vez más con éste versículo que siempre debemos tener presente cuando tengamos como dueños a un animal.
Mishlé-proverbios 12:10 El recto cuida de la vida de su animal…; Yodeia Tzadik nefesh behemto

¡Shabath shalom!