El Maná y el Mesías

Enciendas
21 de Sivan de 5766
17 de Junio del 2006
Bamidbar / Números 8:1-12:16

Rav Mijael Avila «Shlita»

Rabino de las Sinagogas Bet HaDerej

Introducción.

Números 8:1 Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y dile: Cuando encendieres las lámparas, haz de modo que las siete lámparas alumbren hacia la lámpara central del candelabro

Bamidbar 8:1 Vayedaber Adonay el-Moshe lemor. Daber el-Aharon ve’amarta elav bejaloteja et-hanerot el-mul pney hamenorah ya’iru shiv’at hanerot.

En esta semana abordaremos parte de que lo que se registra en el pereq –capítulo- 11 relacionado con el Manmaná-, pero quisiera abordarlo como lo que es, un símbolo de Mashíaj, por ello, cada vez que aparece el Man, debemos considerar que tenemos mucho que aprender, dado que lo que hay detras del man, es el mismisimo Mashíaj. La palabra Man aparece tan solo catorce veces a lo largo del TaNaJ, de ahí que veamos este estudio que he titulado «El Maná y el Mesías«.

Temas de la Perashát.

Primera alía (8:1-14): Se le enseña a Aarón el método de encendido de la Menorah. Moshé santifica a los leviim para que trabajen en el Mishkán.

Segunda alía (8:15-26): Ellos reemplazan a los primogénitos, que quedaron descalificados tras pecar con el becerro de Oro. Después de cinco años de entrenamiento, los levitas sirven en el Mishkán.

Tercera alía (9:1-14):
Un año después del Exodo de Egipto, Hashem le ordena a Moshé todo lo relativo a la celebración de Pesaj -Pascua-. Los que no son aptos para celebrar Pesaj piden una solución y así es como se da la mitzvá de Pesaj Shení -segundo Pesaj-.

Cuarta alía (9:15-10:10):
Las nubes milagrosas que flotan sobre el Mishkán, dan la señal de cuándo viajar y cuándo acampar al mandato de Hashem guardando la ordenanza de Hashem como lo había dicho por medio de Moshé. Hashem ordena a Moshé construir dos trompetas de plata para convocar a los príncipes o a toda la nación cada vez que se tiene que realizar algún anuncio. Las trompetas también sirven para anunciar viajes, guerras y fiestas.

Quinta alía (10:11-34):
En el segundo año la nube se alza y los hijos de Israel parten del monte Sinaí según el orden de marcha de las tribus de los hijos de Israel. Moshé invita a su suegro Yitro, a que se una a los israelitas, pero Yitro se niega porque quiere retornar a su tierra y a su parentela, Moshé le ruega que no los deje ya que el conoce las tierras donde van a campar.

Sexta alía (10:35-29):
Ante la instigación del erev rav (la multitud mezclada de egipcios que se unió a los israelitas en el Exodo), hay quienes se quejan del maná. Moshé objeta que no puede gobernar él solo toda la nación. Hashem le dice que seleccione a 70 ancianos, considerado el primer Sanhedrin para que lo ayude, y le informa que el pueblo recibirá carne hasta que se enfermen. Dos de los candidatos del grupo de ancianos profetizan en el campamento y Josué hijo de Nun da aviso a Moshé y le pide que se los impida pro a Moshé le complace que otros se hayan convertido en profetas.

Séptima alía (11:30-16):
Hashem envía una provisión de codornices para los que se quejaron de que no tenían carne. Una plaga castiga a aquellos que se quejaron. Miriam le hace una crítica constructiva a Aarón, donde también implica que Moshé es cómo los demás profetas. Hashem explica que la profecía de Moshé es superior a la de cualquier otro profeta. Miriam es echada del campamento y castigada con tzaraat (lepra), como si hubiera difamado a su hermano. Moshé reza por ella, y la nación aguarda hasta que se cure, antes de proseguir con el viaje.

Enseñanza.

EL MAN EN LA PERASHÁ.

La lectura semanal nos habla de un deseo que surgió a partir de aquellos conversos que salieron con nuestro pueblo de Egipto, el anhelo de ellos estaba en consumir alimentos que por el momento Israel no contaba, leámoslo: Bamidbar 4:4 Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne! 5 Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; 6 y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos. 7 Y era el maná como semilla de culantro, y su color como color de bedelio. 8 El pueblo se esparcía y lo recogía, y lo molía en molinos o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera o hacía de él tortas; su sabor era como sabor de aceite nuevo. 9 Y cuando descendía el rocío sobre el campamento de noche, el maná descendía sobre él.

No obstante que no analizaremos ni las causas, el evento y sus consecuencias en esta perasha, solo debemos conocer que la consecuencia para aquellos que rebelándose contra los designios del Eterno fue plaga y en algunos hasta la muerte.

EL MAN EN LAS KITVEI HAKODESH -Sagradas Escrituras-

Dado que la perspectiva de este estudio esta en torno a analizar al Man como un símbolo de Mashíaj -Mesías-, quisiera apuntar los datos que resaltan en cuanto al man no necesariamente siguiendo el orden de los libros de la Torah.

El man y su forma

1.- El nombre Man se lo puso Israel: Shemot -Exodo- 16:31 Y la casa de Israel lo llamó Maná;

2.- El nombre del Man, se deriva de la pregunta ¿Qué es esto? ¿Man hu?, su origen etimológico es el hebreo mah –qué-. Shemot 16:15 Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era.

3.- Hashem dio man para sustentar a Su pueblo, era un alimento desconocido por ellos: Debarim -Deuteronómio- 8:3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Hashem vivirá el hombre

4.- Previo a que cayera el Man, un roció descendía, el man era pequeño y redondo, semejante a una escarcha. Shemot 16:14 Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra.

5.- Su aspecto era semejante a semilla de cilantro y transparente aunque a veces lo traducen como blanco: Shemot 16:31 …y era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel.

6.- El tiempo que comió man Israel fue cuarenta años: Shemot 16: 35 Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán.

7.- Moshé le llamo al man pan, del hebreo lejem: Shemot 16:15 …Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Hashem os da para comer.

8.- Un Omer de man se guardaría como testimonio a los descendientes de Israel: Shemot 16:32 Y dijo Moisés: Esto es lo que Hashem ha mandado: Llenad un gomer de él, y guardadlo para vuestros descendientes, a fin de que vean el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto. 33 Y dijo Moisés a Aarón: Toma una vasija y pon en ella un gomer de maná, y ponlo delante de Hashem, para que sea guardado para vuestros descendientes. 34 Y Aarón lo puso delante del Testimonio para guardarlo, como Hashem lo mandó a Moisés.

El man y su uso

1.- Hashem dio el man, por cuanto tenía que alimentar a Israel, no obstante que recibió de ellos la queja: Shemot 16:3 y les decían los hijos de Israel: Ojala hubiéramos muerto por mano de Hashem en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.

2.- El Eterno haría llover pan de los shamaym -cielos-, que en realidad sería man, el cual se recogería diariamente la porción de un día: Shemot 16:4 Y Hashem dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no.

3.- En caso de que tomaran man para el día siguiente, éste se pudriría: Shemot 16:19 Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana. 20 Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés.

4.- Cada uno recogía según lo que iba a comer, se media por omer (cerca de 2 litros) Shemot 16:16 Esto es lo que Hashem ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda. 17 Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron unos más, otros menos; 18 y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer.

5.- El sexto día tomarían doble porción: Shemot 16:5 Mas en el sexto día prepararán para guardar el doble de lo que suelen recoger cada día

6.-La doble porción del sexto día era por que en shabbath no recogerían man, comerían el que recogían el día anterior: Shemot 16: 23 Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Hashem: Mañana es el santo día de shabbath, el reposo consagrado a Hashem; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana. 24Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió. 25Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es día de shabbath para Hashem; hoy no hallaréis en el campo.

7.- El Man que no recogían se derretía Shemot 16:21 Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía

8.-El man era preparado de diversas formas Bamidbar -números- 11: 8 El pueblo se esparcía y lo recogía, y lo molía en molinos o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera o hacía de él tortas; su sabor era como sabor de aceite nuevo

9.- El man descendía de noche posterior a un rocío: Bamidbar 11:9 Y cuando descendía el rocío sobre el campamento de noche, el maná descendía sobre él.

10.- El man cesó una vez que pudieron comer del fruto de la tierra prometida: Yehoshúa -Josué- 5:12 Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.

EL MAN EN EL JUDAISMO.

Los comentaristas connotados del judaísmo como Onkelos, Rashí o el mismo Midrash, hacen sus precisiones en cuanto al man, no obstante con otros rabinos pueden llegar a disentir e incluso hay algunos aspectos de los que difieren ampliamente, no obstante voy a presentarles algunos de los comentarios que a mi juicio más resaltan:

1- Previo a la caída de man, un viento barría dejando limpio el suelo, y posteriormente un rocío a modo de limpiar completamente el suelo, posteriormente a la caída de man, otra capa de rocío caía con el fin de proteger el man de insectos.

2- Su color era transparente como el cristal, otros comentan que era blanco.

3- El man tenía un olor encantador

4- Era un alimento sobre todo espiritual antes que físico, por ello no existía desperdicio

5- En cuanto a su sabor: para niños, tal cual leche materna, para jóvenes a pan, y para mayores a miel, aunque el man tenía la facultad de adoptar el sabor que la persona que lo ingería quisiera

6- No obstante que el man adoptaba el sabor que elegía la persona que lo ingería, el pepino, melón, puerro, cebolla y ajo, el man no adoptaba sus sabores por cuanto son dañinos para mujeres amamantando.

7- Los tzadikim -justos- lo comían tal cual lo recogían, pero los mas bajos de entre ellos lo tenían que triturar u hornear, y los reshaím –malvados- debían molerlo u hornearlo para ingerirlo (Rashí disiente de ello).

8- Su sabor era como aceite nuevo

9- Dos motivos principales llevo al Eterno a enviar diariamente el man, el primero por cause de que lo consumieran caliente; La segunda para ahorrar el trabajo de cargar las provisiones al kalal –congregación- de Israel.

YEHOSHUA SIMBOLIZADO CON EL MAN.

Capernaum, cuyo significado bien podría ser villa de Nahum, o de confort, era una ciudad de Galilea, situada en la orilla occidental del mar de galilea, de hecho fue llamada “la ciudad”, dado lo floreciente de su desarrollo, Capernaum tuvo su propia sinagoga y el Brit Jadashá -Pacto Renovado incorrectamente conocido como el Nuevo Testamento- registra que Yehoshúa enseñó ahí, de hecho, Capernaum fue usado durante un tiempo por nuestro rabino Yehoshúa Hamashíaj en donde estableció su lugar de residencia.

Yehoshúa estando en la sinagoga en Capernaum le preguntan las personas sorprendidas: Yojanán -Juan- 6:25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?

La razón era por cuanto nuestro rabino buscaba momentos para estar a solas, y aún con sus talmidim –estudiantes-, por ello no siempre estaba cerca de la gente, pero, él aprovecho para reconvenirles al respecto del deseo de ellos de buscarle: Yojanán 6:26 Respondió Yehoshúa y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. 27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Elohym el Padre.

Recordemos que las personas muchas veces se verían beneficiadas cuando seguían a nuestro Mashíaj, no solo por las sanidades, la liberaciones o las enseñanzas, sino incluso por que como sucedió en el evento con los peces y los panes, muchos fueron alimentados, por ello Mashíaj les instaba a que trabajaran por la comida que no perecía, sino la que a vida eterna permanecía, que por supuesto él estaba dispuesto a mostrarles, pero, notemos cual es la respuesta que Yehoshúa recibe: Yojanán 6:28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Elohym? 29 Respondió Yehoshúa y les dijo: Esta es la obra de Elohym, que creáis en el que él ha enviado.

Muy probablemente si un cristiano estuviera compartiéndoles, seguramente trataría de demostrar la importancia que tiene el creer en el Mesías, sin embargo en un contexto judío esta platica nunca se quedaría sencillamente en creer, sino que todo judío se debería preguntar qué es lo que debía poner por obra, como lo comprueba la pregunta que le hacen a Mashíaj: “¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Elohym?”, de ahí que Mashíaj no tenía nada mas por objeto que creyeran en él, sino tenía algo más sublime por contarles, ¿qué? El hecho de que entendieran la obra que él haría, y que desde luego dicha obra debería estar en concordancia con cumplir la voluntad del Eterno, y por ello, Yehoshúa pondría el ejemplo de guardar la Torah, por que según sus palabras “en ella se encuentra la vida eterna” (Yojanán 5:39), por ello resultaba obvio que le cuestionaran cómo podría el comprobar sus dichos: Yojanán 6:30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?

Perdón por traer nuevamente al cristianismo, pero no puedo dejar de pensar que esas obras muy probablemente en una mente con trasfondo cristiano piense que solo son milagros, sin embargo no es cierto, desde luego que los milagros forma parte del respaldo que el Eterno le mostraría, sin embargo, ¿Cómo podría Yehoshúa hacer milagros y desacatar la Torah -lit. instrucción aunque la traducen como Ley-? No habría congruencia, por ello que Yehoshúa debió distinguirse por cumplir con la Torah, y basta recordar todas las veces que trataron de tenderle trampas para comprobar su desacato de la Torah (solo para recordar el evento de los impuestos o el de la cuota para el Santo Templo), situación que nunca se pudo comprobar, incluso el mismo aludió a que su comportamiento era su mejor defensa: Yojanán 14:11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. Por ello vuelvo a reiterar, ¡De ninguna manera Yehoshúa fue incongruente, sino que él cumplió con la voluntad del Eterno y eso ante los ojos de los demás respaldaron sus milagros! De otra forma lo hubieran tomado como un charlatán.

Ahora veamos la relación de Yehoshúa con el Man: Yojanán 6:31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. 32 Y Yehoshúa les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Elohym es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. 34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35 Yehoshúa les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. 37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. 38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.

Yehoshúa se ha asociado directamente con el Man, un pan que no provenía de ningún hombre sino del padre, un pan del cual todo aquel que comiera (en forma simbólica) obtendría la vida, un pan que saciaría al hambriento, un pan que cumpliría el propósito de Aquel que lo envió, un pan que por cierto nació en Beit Lejem –Belén- (Matitiaju –Mateo- 2:1), que en hebreo significa Casa de Pan ¡Aleluya!

Desde luego que las declaraciones en la sinagoga de Mashíaj, causarían revuelo, no por que estuviera hablando del man, dado que se registra en la tradición judía que fue Yoshiyaju Hamelej –Josías el rey- el que guardó el Man que reposaba en el Santo Templo junto con otras vasijas preciosas, y es una creencia en el judaísmo que cuando Eliyaju Hanavi –Elías el profeta- retorne, el frasco con man él lo traerá, ahora eso resulta en extremo interesante dado que Yojanán hamadvil –Juan el inmersor- se le dio a llamar justamente Eliyaju dado que él antecedió al Mashíaj Yehoshúa (Matitiaju 17:12), por lo que los judíos tal cual leeremos, no cuestionan su asociación con Man, sino su origen: Yojanán 6:41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. 42 Y decían: ¿No es éste Yehoshúa, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido? 43 Yehoshúa respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros. 44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. 45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Elohym. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí. 46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Elohym; éste ha visto al Padre. 47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. 50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. 52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? 53 Yehoshúa les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. 55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. 57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. 58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente. 59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.

Ahora recordemos un poco de lo que hemos visto del Man asociándolo con Yehoshúa Hamashíaj, no sin antes recordarles que las figuras materiales que representan las verdades espirituales Eternas, y que en este caso no es la excepción, son solo eso, figuras, que de alguna manera se asemejan al real, pero que siempre su figura quedará corta, dado que solo son la sombra de lo genuino:

1- Al man se le llamó lejem –pan- al igual que a Yehoshúa

2- Sería un testimonio para el pueblo al igual que a Yehoshúa

3- Israel se quejó de tener el man al igual que lo hicieron con Yehoshúa

4- El man se recibiría del diario al igual que lo debemos hacer con la enseñanza de Yehoshúa

5- El man era un alimento sobre todo espiritual antes que físico al igual que a Yehoshúa.

Conclusión.

El libro de Nejemía -Nehemías- registra la teshuvá –arrepentimiento- que hizo Ezra –Esdras- por la forma de proceder de Israel, y justamente alude a la misericordia de Hashem en sus bendiciones incluido el man: Nejemía 9:20 Y enviaste tu buen Espíritu para enseñarles, y no retiraste tu maná de su boca, y agua les diste para su sed.

Es interesante la asociación que hace del Ruaj –que desde luego es el Ruaj Hakodesh o Espíritu Santo- en cuanto a la enseñanza y desde luego al man de su boca, ¿por qué el man de su boca? Recordemos que cuando nuestro pueblo habla de Torah, invariablemente se referirán a Mashíaj, y todas y cada una de las fiestas, tanto como los rezos, las alusiones a Mashíaj son explicitas; adicionalmente, recordemos lo escrito en el libro de Yojanán: 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Resulta nuevamente interesante que veamos al Ruaj Hakodesh enseñando, y ¿las palabras? Las que Mashíaj dijo. Por último amados del Eterno, la última referencia del Brit Jadashá relacionada con el man, la encontramos después de que el Eterno reconviene a sus kehilot –congregaciones- y establece que el que venza se le dará a comer de es man escondido y que desde luego es el verdadero: Hitgalut 2:15 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

Ruego al Eterno que seas tu, el que estas leyendo, el que el Eterno le de el privilegio de disfrutar de ese alimento espiritual que sea el que nos sacie de todo.

¡Shabát Shalom!

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