El Menesteroso

Reé
29 de Av de 5761
18 de agosto de 2001
Debarim / Deuteronomio 11:26-16:17

Por Ruth Hernández
Kehila Bet Meshobeb

Introducción

La perasha de esta semana se llama Re’eh, que literalmente significa «contempla» o «mira» . Debarim 11:26 » He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición».

«Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Hashem tu Elohim te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre» Deut. 15:7

Como ya sabemos las Sagradas Escrituras han sido esencialmente escritas en tres idiomas: Hebreo, Griego y Arameo. Para poder comprender con mayor claridad este versículo estudiaremos antes la palabra menesterosopobre de su base, que en el Tanaj es el Hebreo y en el Brith Jadasha es el griego.

En el Tanaj se utiliza el vocablo hebreo para menesterosoebyown, que se deriva de la palabra ‘abah. El significado que se le da a la palabra ‘ebyown en español es muy extenso:

1) desear, querer, necesidad, falta, carencia, urgencia, requerir, * persona necesitada y principalmente pobre
2) sujeto a opresión y abuso
3)necesitando ayuda, rescate de un problema o dificultad.
4) generalmente referencia de clase baja.

En el Tanaj se utiliza el vocablo hebreo para pobre ‘aniy que se deriva de la palabra ‘anab. El significado que se le da a la palabra ‘aniy en español es:

1)pobre, afligido, humilde, infeliz, desdichado, miserable
1a) pobre, necesitado
2a) pobre, y débil
2a) pobre, débil, afligido, infeliz
3a) humilde, modesto

En el Brith Jadasha se utiliza el vocablo griego para pobre ptochos. El significado que se le da en español a la palabra ptochos en español es:

1) pobre, mendigo, hombre pobre, necesitado
2) destituido de riqueza, influencia, posición, honor.

En nuestra Biblia la Reina Valera la palabra ‘ebyown esta traducida como: pobre, necesitado y menesteroso. La palabra ‘aniy está traducida como pobre. Y si definimos en español cada una de estas palabras veremos que siempre si es más fácil estudiar desde su idioma original la Torá:

Pobre: Que no tiene lo necesario para vivir: hombre, pueblo pobre.
Menesteroso: Indigente(falto de recursos, pobre)
NecesitadoPobre que carece de lo necesario para vivir.

Temas de la Parashát

Primera alía (11:26-12:10):
Moshé‚ presenta ante la nación la bendición de una vida orientada hacia lo espiritual, y la maldición de estar desconectada de Hashem. Cuando la nación ingrese a Eretz Ysrael, debe quemar todos los árboles que fueron utilizados para la idolatría, debe destruir todas las estatuas idolatricas. 

Segunda alía (12:11-12:28):
Hashem elegirá un solo lugar donde habrá de morar la presencia Divina. Las ofrendas solo deberán presentarse en ese sitio, y no en un altar privado, advertencia de no comer sangre animal.

Tercera alía (12:29-14:9):
Moshé advierte a la nación que no debe emular el comportamiento de las demás naciones. Como la Torá es completa y perfecta, no se le puede añadir ni quitar nada. Si un falso profeta le dice al pueblo que abandone en forma permanente la Torá, o que practique la idolatría, debe ser sentenciado a muerte. Se debe arrasar la ciudad idolatrica.

Cuarta alía (14:10-14:21):
Moshé reitera las clasificaciones de alimentos kosher y no kosher.

Quinta alía (14:22-14:29):
Lo producido del segundo diezmo debe comerse en Jerusalén, y si la cantidad es demasiado para ser transportado, debe ser cambiado por dinero, con el se comprara comida en Jerusalén. 

Sexta alía (15:1-15:18):
Se explica que cada siete años será año de remisión, perdonaras a tu deudor, ese diezmo debe ser entregado a los pobres. Se instruye a los israelitas que siempre sean generosos. El esclavo es liberado tras seis años, y debe ser enviado con generosas provisiones. 

Séptima alía (15:19-16:17):
Se explica la consagración de los primogénitos. La perasha finaliza con una descripción de las tres fiestas de peregrinaciones: Pesaj, Shavuot y Sucot.



Enseñanza

» Cuando haya en medio de ti menesteroso(‘ebyown) de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Hashem tu Elohim te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre(‘ebyown), 8 si no abrirás tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite, 9 Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca esta el año de remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso(‘ebyown) para no darle; porque él podrá clamar contra ti a Hashem, y se te contará por pecado. 10 Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Hashem tu Elohim en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas. 11 Porque no faltarán menesterosos(‘ebyown) en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre (‘aniy) y al menesteroso(‘ebyown) en tu tierra.»

La existencia del género humano depende de la práctica del bien y de la beneficencia. Las circunstancias de la vida exigen que cada uno necesite la asistencia del prójimo bajo una forma u otra. Un préstamo puede salvar a una persona, pobre o rica, de una situación difícil: es la Mitsvá de prestar sin interés. Otra persona requiere la intervención de un amigo para obtener un trabajo o una situación desahogada: es la Mitsvá de procurar al prójimo un medio de subsistencia. Citemos también la Mitsvá de hospitalidad, ofrecida al extranjero, rico o pobre. La acogida de huéspedes es una mitsvá muy importante, que fue el alma del hogar de nuestro patriarca Abraham. Abraham Avinu salía en búsqueda de invitados para acogerlos, construía alojamientos en los caminos para saciar al hambriento y dar de beber al sediento; y luego les enseñaba la Ley Divina.

Rabí Yosé Ben Yohanán decía: » Que tu casa sea espaciosamente abierta» es decir: abre las puertas a los cuatro puntos cardinales para que los pobres puedan acudir fácilmente.

Es una Mitsvá muy importante de la Torá de prestar dinero a personas necesitadas, como versa: » Prestar dinero a un correligionario de mi pueblo, al pobre que está contigo» (Ex. 22,24). Esta Mitsvá forma parte de » Guemilut ‘Hesed», acciones de bondad a favor del prójimo.

El grado más elevado de beneficencia es ofrecer ayuda en forma de préstamo u otra, a una persona que se halla en situación financiera crítica para evitar que caiga y se empobrezca.

La Tsedaká es un precepto muy importante de la Torá : » Abre tu mano a tu hermano necesitado» (Deu 15:8), » Procúrale los medios de subsistencia»(lev 25,36). La generosidad es una característica de los descendientes de nuestro padre Abraham, que Hashem alabó en estos términos: «Pues Yo sé‚ que prescribirá a sus hijos… de hacer Tsedaká» (Gen 18,19). Si uno es cruel, cabe dudar acerca de sus orígenes. Ignorar esta obligación equivale a renegar a Hashem y a practicar idolatría. Esta Mitsvá tiene el poder de anular las malas sentencias, de proteger de la muerte y de preservar del Guehinam. La práctica de la Tsedaká jamás empobrecerá a la persona. No le ocasionará ningún mal o perjuicio, como está escrito: » La obra de la Tsedaká será la paz y su fruto la tranquilidad y la seguridad para siempre (Isaías 32, 17). Todo aquel que se apiada del pobre atrae sobre sí mismo la Misericordia Divina.. Pensemos que del mismo modo en que nos tornamos a Hashem a cada momento para nuestra manutención y deseamos que nos atienda, asimismo debemos escuchar el llamado de los pobres.

El que no socorre a la persona necesitada debe saber que el destino en este mundo es una rueda que da vueltas y que finalmente él mismo, o su hijo o su nieto se verán obligados a recurrir a la Tsedaká. La obligación de la Tsedaká incumbe a toda persona. Aunque aquel que vive de caridad tiene el deber de dar a otros más pobres que él. Si un pobre desconocido pide de comer, no se indaga su buena fe, pues hay que atenderle enseguida.

Hay que acoger bien al pobre, socorrerle con buen corazón y alegría, compadeciéndole y animándole. El que da, aun una suma importante, de mala gana, pierde su mérito y transgrede además el mandamiento: «Que no te pese hacer caridad al menesterosos» (Deut 15,12).
El que se jacta de la caridad que hace se pierde también su mérito y además recibe un castigo divino. Sin embargo, se recomienda consagrar fondos para beneficencia con inscripción de su nombre como memorial.

Si nos es imposible responder favorablemente a la persona que se dirige a nosotros, no hemos de rechazarla con brusquedad y menosprecio, si no expresarle con buenas palabras nuestro pesar de no poder satisfacer su demanda.

La persona menesterosa que pasa estreches para no molestar a su prójimo, será recompensada con situación desahogada que le permitirá incluso venir en ayuda para otros. A su respecto dice el versículo: «Bendito el hombre que confía en Hashem»(Jer 17,7).

Sin esta solidaridad de los hombres, el mundo no podría existir. En este sentido los Pirké‚ Avot nos enseñan: «Tres pilares sostienen el mundo: la Torá, el servicio Divino y el ‘Hesed». La práctica del ‘Hesed es por lo tanto la base de la vida, el fundamento de relaciones humanas harmoniosas, pero su alcance es aun mayor.

Nuestros Sabios nos enseñan que el mundo está regido por la ley de la acción y de la reacción. Toda acción humana engendra una correspondencia en las altas esferas. El que práctica el ‘Hesed atrae una influencia de ‘Hesed sobre el mundo entero, y él mismo gozará de esta bondad, de esta indulgencia Divina, fruto de su acción.
Conclusión

En la ciudad de Antojia un buen hombre que acostumbraba dar “Tzedaká” (caridad) a los pobres y ocuparse de mantener (con comida, ropa y casa) a los “ Talmide Jajamim (estudioso de la Torá), quienes no tienen tiempo de ocuparse en conseguir dinero, ya que día y noche están dedicados a sus estudios. Siempre les daba la ayuda con una gran sonrisa y con mucha alegría. Su nombre era Aba Yudan.

Pero esta situación no duró mucho tiempo. Una vez le sucedió a Aba Yudan una gran desgracia: Perdió su dinero y se vio obligado a vender todos sus campos para poder comprar comida para su esposa e hijos, quedándose con un solo campo. En esta ocasión, visitaron la ciudad tres grandes Sabios, Rabí Eliécer, Rabí Yehoshua y Rabí Akiva, con el fin de juntar dinero para Talmide Jajamim pobres. Al verlos Aba Yudan se sintió muy mal y se puso pálido. Recordó cómo en pasadas ocasiones solía dar mucho dinero para ayudar a los pobres, mientras que ahora no tenía nada que darles.

Entró a su casa triste y decaído. Al verlo su esposa se asustó.
-¿Qué te pasa?- preguntó con preocupación.
¿ A caso te sientes mal? ¿Por qué tienes tan mal aspecto?
Le contestó Aba Yudan:
-Nuestros Sabios están aquí. Han llegado grandes rabinos a recolectar dinero para ayudar a los pobres y no sé que hacer. ¡No tenemos nada que darles!
La esposa de Aba Yudan era también una mujer buena y justa, aun más que él. Pensó un poco y le dijo:
-Aún nos queda un campo, vende la mitad y dales el dinero a los rabinos.
Se alegró mucho Aba Yudan por el consejo que le había dado su mujer. Corrió a vender la mitad del único campo que le quedaba, y con mucha alegría entregó el dinero a los Sabios.

Ellos con su gran sabiduría entendieron qué fue lo que había hecho Aba Yudan y cuan justo era. ¿Qué hicieron? Anotaron su nombre en la cabeza de la lista de los donadores, a pesar de haber recibido sumas más grandes que la suya por otros donadores, pidieron al Todopoderoso que le ayudara siempre y lo bendijera, y se despidieron de él diciendo:

-¡Que el Todopoderoso te acomplete lo que has perdido! ¡Sea su voluntad que recibas de regreso todo lo que has dado de Tzedaká!

Se marcharon los rabino y repartieron el dinero a los pobres.

Un día estaba Aba Yudan arando el medio campo que le quedaba con la única vaca que tenía. De pronto, se formó un hoyo ante las patas de su vaca y cayó en él, rompiéndose una de ellas.
¡Que desgracia! Ahora con la vaca enferma no podrá trabajar su campo. Sin embargo Aba Yudan ni cayó ni se agitó por los problemas que esto le ocasionaría, Bajó con calma al pozo para ayudar a su pobre vaca a salir. Y el Todopoderoso iluminó sus ojos haciéndole ver algo que brillaba. Al acercarse a mirarlo vio que se trataba de un gran tesoro. Un cofre lleno de oro puro.
-Se alegró mucho Aba Yudan y agradeció a Di-s diciendo:
-El Todopoderoso hace todo para bien.
Sólo por mi bien, para que pudiera yo encontrar este tesoro, hizo caer mi vaca al pozo.
Desde entonces ya no tenía Aba Yudan de qué preocuparse. Volvió a comprar sus tierras, su bella casa, y muchas vacas, ovejas, cabritos, camellos, toros y todo lo que fuera necesario.

Una vez, volvieron aquellos Sabios a visitar aquella ciudad y preguntaron a los habitantes:
-¿Qué hace ahora Aban Yudan? ¿Cómo está?
Contestaron los hombres:
-¿Aba Yudan? ¿Se refieren a Aba Yudan quien cuenta con muchos sirvientes? ¿Aquél que tiene muchas casas, campos, animales y demás? ¿Quién puede verle siquiera? ¡El es un hombre muy rico e importante!

Al escuchar Aba Yudan que habían venido aquellos Sabios a la ciudad, corrió a recibirles e invitarles a su casa. Le preguntaron ellos:
-¿Cómo has estado? ¿Qué es lo que haces ahora?
Les contestó él:
-El Todopoderoso ha recibido sus plegarias y me ha mandado mucha abundancia. Les contó todo lo que había sucedido a partir de aquella ocasión que lo visitaron.
Los Sabios le dieron a Aba Yudan mucho honor y juntos agradecieron a Di-s por todo lo que le había mandado, todo porque también en tiempos de pobreza cumplió con la mitzvá de Tzedaká con alegría y satisfacción. Desde ahora podría ayudar mucho más de cómo lo hacía antes.

De acuerdo al Sefer Hajinuj estas son las Mitsvot de esta perasha:

-Destruir a la idolatría y sus artículos
-No destruir cosas con el nombre de Hashem
-Traer todas las promesas para el primero de los regalim (festividades de la peregrinación)
-No elevar korbanot fuera del recinto del Templo
-Elevar todas las korbanot en el Templo
-Redimir las cosas consagradas que han recibido algún defecto
-No comer del segundo diezmo de los cereales fuera de Jerusalén
-No comer del segundo diezmo del mosto (vino nuevo) fuera de Jerusalén
-No comer del segundo diezmo del aceite fuera de Jerusalén
-No comer del segundo diezmo de los primerizos de vaca u oveja fuera de Jerusalén
-No comer de lo consagrado fuera del perímetro del Templo
-No comer de la carne de la Olá
-No comer de la Kodashim Kalim antes de que sea salpicada la sangre
-No ingerirá el cohén de las primicias antes de ser ‚éstas dispuestas en el perímetro del Templo
-No abandonar al leví de darle sus ofrendas
-Degollar a la bestia y al ave como corresponde
-No ingerir un miembro de animal vivo
-Traer lo consagrado al Templo
-No añadir a las mitsvot y sus interpretaciones consagradas
-No quitar de las mitsvot y sus interpretaciones consagradas
-No prestar atención al que profetiza en nombre de idolatría
-No amar al incitador al mal
-No salvar al incitador al mal incluso cuando su vida peligra
-No atribuir inocencia al que incita al mal
-No dejar de inculpar al que incita al mal
-No incitar a la idolatría
-Preguntar e investigar a los testigos
-Incendiar a la ciudad de los descarriados a la idolatría y eliminar a sus ciudadanos
-No construir la ciudad de los descarriados
-No beneficiarse de nada de su riqueza
-No zaherir el propio cuerpo a causa de un difunto
-No arrancarse el cabellos a causa de un difunto
-No comer de lo consagrado que se ha contaminado
-Revisar las señales de las aves para cerciorar su condición de kasher
-No ingerir los par sitos de las aves
-No comer carne mortecina
-Separar el segundo diezmo
-Separar el diezmo para el pobre
-Hacer remisión de deudas cada séptimo año
-Exigir el reintegro del préstamo al año séptimo del extranjero idólatra
-No exigir el pago del préstamo luego del año séptimo
-No endurezca el corazón ante el pobre
-Dar tzedaká de acuerdo a la posibilidad propia
-No restringirse de prestar dinero antes del año séptimo
-No liberar sin retribución a un esclavo hebreo
-Proveer al esclavo hebreo liberado
-No hacer trabajar a los animales consagrados
-No esquilar a los animales consagrados
-No ingerir jametz a la víspera de Pesaj luego del mediodía
-No deben quedar sobrantes del Korban jaguig luego del tercer día
-No elevar Korban Pesaj en altar privado
-Estar alegre en los regalim
-Presentarse en el Templo en los regalim
-No presentarse al templo en los regalim sin korban

¡Shabath Shalom!

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