El pueblo de Israel vive

Por Tzebyah Avila

Yaacob vivió en la tierra de Egipto diecisiete años, y fueron los días de Yaacob, los años de su vida, ciento cuarenta y siete años. Bereshit/Genesis 47:28

Vayechi Ya’akov be’erets Mitsrayim shva esreh shanah vayehi yemey-Ya’akov shney chayav sheva shanim ve’arba’im ume’at shanah.

La perasha de esta semana es Vayeji y literalmente significa «y vivirá» mas sin embargo en la Torah es utilizado para traducir los años que Yaacob vivió sobre la tierra. La cual es la ultima del sefer Bereshit y en ella concluye el viaje de nuestros patriarcas. Vayeji comienza con el anuncio de la inevitable muerte de Yaacob el padre de Yosef. Yaacob y su familia ahora habitan en Egipto y han prosperado numerosamente. Yacob se prepara para morir, y da a sus hijos unas palabras, un legado ético con bendiciones (y maldiciones). Este legado, data desde el tiempo nuestros padres Abraham,Ytzjak y Yaacob.

Lo que Yaacob hizo durante el transcurso de su vida física, es lo que legara a sus descendientes al partir, y a su vez, lo que seguirá viviendo de él. ¡Am Y’srael Jai! (el pueblo de Y’srael vive)

La porción de esta semana hace referencia a los 17 años que Yaacob vivio en Egipto, Yaacob era ya grande y estaba en los últimos momentos de su vida. A Yosef le notifican que su padre esta muriendo y va con sus hijos a ver a su padre, Yaacob le hace jurar a Yosef que sus restos serán sepultados en la cueva de Majpela en Canaan.

Antes de dormir Yaacob desea bendecir a los hijos de Yoséf: Efrain y Manases.
La Birkat Habanim ( bendición de los hijos) ó Birkat Horim (bendición de los padres) que dan los padres a sus hijos en la mesa en Shabbat se basa en esta porción de la Torah. La Torah nos enseña que Yaacob tomó y puso sus manos sobre las cabezas de Efrain y Manases y les bendijo; «En vuestro nombre bendecirán a los hijos de Israel, diciendo: ¡Haga Dios que seas como Efraín y como Manasé!» (Bershit 48:20) Yaacob dejó a cada uno de sus hijos un legado ético de valores y principios de nuestro pueblo, el cual, él había heredado de sus padres.

La sociedad de nuestros tiempos exige que un testamento sea escrito por las personas antes de morir, ahora, las razones de un testamento son evidentes, como: protección de la familia, evitar abusos de unos a otros, ó simplemente evitar que el gobierno lo confisque todo. Es común oír decir que «El que no deja un testamento solo deja problemas«. Por esto y otras utilidades que presenta un testamento es momento de preguntarnos, ¿El legado de la Torah, no acaso es un legado ético útil, para la vida que nuestros hijos habrán de seguir?

El Rabi Jack Reimer en su libro «Ethical wills» hace referencia a lo que piensan los padres y escribe lo siguiente de acuerdo a los legados éticos; «los padres escriben una carta a sus hijos en la cual, tratan de describir todo lo que asumieron y que han aprendido de la vida, y trataran de expresarles lo que más quieren para sus hijos y de sus hijos.» Sin embargo el Rabi cita que muchos dejarán al último estas cartas porque creerán que la sabiduría que sus hijos han adquirido de ellos fue el legado que ellos pudieron dejar a sus hijos tanto como lo material.

Y podemos estar muchos de acuerdo con esto, la enseñanza de los valores es lo mejor que pudimos haber enseñado pero serán trascendentales siempre y cuando, los hayamos acompañado con nuestro propio ejemplo. Pero, ¿Que es lo que nos enseña el TaNaJ? En la porción de la haftara así mismo vemos que David Hamelej le pide a Shlomo permanecer fiel a Adon-i y leal a las leyes de la Torah y haciendo esto Shlomo sería exitoso en todo lo que hiciera. Los últimos consejos y bendiciones que vemos de Yacob y David a sus hijos son la fundación del tradicional legado ético judío.

Conclusión

Al continuar con esta tradición de bendecir a nuestros hijos estamos activando esa unidad con el Eterno. Podemos ver mas allá de nuestra generación, al considerar que influimos para mejorar la vida de nuestros descendientes. Y lo lograremos a través de nuestra identificación con nuestros padres «El D-os de Abraham, Ytzjak y Yacob» y al cual muchos añadimos «El D-os de Sarah, Ribka, Leah, y Rajel». Así que resta para cada uno de nosotros, el explorar y descubrir el significado de la frase «El D-os de nuestros Padres«.

Las palabras de bendición que Yaacob pronunció sobre los hijos de Yoséf, contienen una profunda advertencia para los descendientes de Israel: «Que sea puesto en ellos mi nombre y el nombre de mis padres Abraham e Ytzjak«; esto quiere decir: que nuestras virtudes hagan recordar las virtudes de sus antepasados; que por sus actos seamos benditos sus descendientes; y que seamos dignos del nombre de patriarcas, de Abraham, Ytzjak y Yacob; que los honremos y los respetemos a través de nuestras vidas; Siendo dignos, haciendo la tarea de mostrar a las futuras generaciones que ellos llevarán sobre sus hombros el alto honor de abanderar sus vidas con la Torah.

 ¡Shabbath Shalom!