El Shabbat 2

Y reunió

27 de Adar de 5764
20 de Marzo del 2004
Shemot / Exodo 35:1
-38:20

Rav Mijael Avila «Shlita»
Sinagogas Bet HaDerej

Rav Mijael Avila «Shlita»
Sinagogas Bet HaDerej
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Introducción

Exodo 35:1 «Y Moshé hizo reunir a toda la congregación de los hijos de Israel, y les dijo: Estas son las cosas que El Eterno ha mandado que hagáis.»

Shemot 35:1 Vayakel Moshe et-kol-adat beney-Yisra’el vayomer alejem eleh hadevarim asher-tsivah Adonay la’asot otam.

En esta semana nos encontramos con un Moshé, reuniendo al pueblo con el objeto de transmitirle las instrucciones que el Eterno deseaba darles, éstas instrucciones son múltiples, y nos da ocasión para volver abordar el Shabbath, conocido al español como sábado, el cual en la primera alía de ésta semana nuevamente se vuelve a instar a guardarlo, así que preparémonos a abordar en ésta segunda semana, éste importante tema, el shabbath.

Temas de la Perasha

Primera alía (35:1-29)
Las leyes al respecto del shabat. Moshé le ordena al pueblo la construcción del Miskhan -tabernáculo-. Las ofrendas del pueblo de Yisrael.

Segunda alía (35:30 – 37:16)
Los constructores del Miskhan. La construcción del Miskhan. La construcción del arca. La construcción de la mesa.

Tercera alía (37:17-29)
La construcción del candelabro. La construcción del altar del incienso.

Cuarta alía (38:1 -39:1)
La construcción del altar de los sacrificios. La construcción del Kior. La construcción del patio del Miskhan. Los cómputos de los materiales utilizados en la construcción del Miskhan.

Quinta alía (39:2-21)
La confección del efod. La confección del jóshen.

Sexta alía (39:22 – 43)
La confección del manto. La confección de las túnicas y otros elementos. La confección del Tzitzit. La bendición de Moshé.

Séptima alía (40:1 – 38)
La orden de la inauguración del Miskhan. La erección del Miskhan. La nube y los desplazamientos.

Enseñanza

La semana pasada abordamos el tema del shabbath a modo de introducción, y en esta ocasión continuaremos investigando lo que la Torah nos enseña al respecto, y a mi juicio, consideren ésta enseñanza aún como parte de la introducción al shabbath.

En ésta perashá Moshé, como maestro de nuestro pueblo tiene dentro de sus obligaciones instruir a nuestro pueblo al respecto de la observancia del shabbath, leamos a continuación.

Exodo 35:1 Moisés convocó a toda la congregación de los hijos de Israel y les dijo: Estas son las cosas que Hashem ha mandado que sean hechas: 2 Seis días se trabajará, mas el día séptimo os será santo, día sábado para Hashem; cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá. 3 No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día sábado.

Antes de que Moshé comenzara a instruir a nuestro pueblo, notemos que en el pasuk -versículo- uno, les advierte que lo que les va a decir es voluntad del Eterno, y es entonces cuando nos encontramos específicamente con la voluntad de Hashem, la cual resumiremos en los siguientes puntos.

1 Seis días se trabajará y el séptimo sería santo. Notemos que no sería el día séptimo para cada persona en lo individual, ya que mucha gente podría pensar que el séptimo día, podría ser el que la persona descanse, es decir, no importando el día, sin embargo no es así, sino que el día séptimo era común para todo el pueblo, de ahí que contrario a la lógica de algunos, el séptimo día es el sábado específicamente y de acuerdo a la Escritura de tarde a tarde.

2.El séptimo día es Shabbath para el Eterno. Como lo hemos visto la semana pasada, en éste día se reconoce a Hashem como el creador.

3.El séptimo día, es decir el Shabbath, el hombre debe abstenerse de realizar labor, en el hebreo la palabra Melajá, de la cual se deriva del TaNaJ, así como de los sábios de nuestro pueblo, la contabilización de 39 labores no permitidas en shabbath, aunándose a éstas de acuerdo a la halajá -reglamentaciones rabínicas- el cerco de otras labores que puedan desencadenar el caer en una prohibición.

4.No encender fuego en Shabbath, es una de las restricciones Escriturales al respecto de éste importante día.

Si recordamos un poco, cuando el Eterno pactó con Abraham avinu -nuestro padre-, no se tuvo la necesidad de que se legislara la voluntad de Hashem, ya que tan solo era un hombre, su esposa y su sobrino, y con el carácter de Hashem que había sido puesto en el hombre, era suficiente, pero una vez que Israel se constituye como pueblo y sale de su cautividad, fue necesario de que Hashem específicamente dictaminara su volunta con el objeto de tratar los detalles concernientes a la relación del hombre con Hashem, así como legislar la relación entre los hombres, y por ello, justamente es como dio la Torah -Traducido como Ley, lit. Instrucción-. Esto es semejante a una empresa familiar, en la cual trabaja nada más el padre, la mamá, y un hijo, ellos no necesitan reglas explicitas, no requieren de checar tarjeta de asistencia, ni siquiera tienen la necesidad de contabilizar su consumo de gasolina, ¿Pero que sucede si su empresa empieza a crecer? Bueno pues ahora se ven en la necesidad de contratar personal, ya tienen a un contador, a un jefe de personal, a un almacenista, a repartidores, a agentes de ventas, etc. Y es entonces, cuando se ven en la necesidad de implantar un reglamento de trabajo, ahora necesitan políticas internas, deben vigilar el horario de su personal, aún los dueños deben establecer entre sí, sus líneas de mando, y solo así, creciendo, es cuando tuvieron la necesidad de plasmar el orden que regiría para el interior de la empresa. Esto es justamente lo que sucedió con nuestro pueblo, la Torah tuvo la necesidad de aparecer, con el objeto de no dejar al libre albedrío el accionar de las personas, en cuestión de cómo debían servir a Hashem, y de cómo se establecería la justicia.

Si vemos esta perspectiva, resulta a todas luces ilógico, el hecho de que nosotros como hijos no necesitemos de la Torah de Hashem, sino que está plasmada justamente en ella, la voluntad del Eterno para nosotros.

Dice la tradición de nuestro pueblo que Abraham transmitió a su descendencia que la voluntad de Hashem estaba en reconocerle como el creador, al recordar y guardar el día sábado, de ahí que se tiene entendido que nuestro pueblo aún en Egipto guardó el shabbath, sin embargo no es hasta su salida que se registra la reglamentación de Hashem al respecto, y es justamente en el libro de Shemot -Exodo- que nos a ocupado en las últimas semanas.

Exodo 16:4 Y Hashem dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. 5 Mas en el sexto día prepararán para guardar el doble de lo que suelen recoger cada día

Esta alusión a la reglamentación sabática, se presenta con el pan que Hashem daría del cielo, y que posteriormente se conocería como Man, o en español Maná.

Ya en estos versículos Moshé anticipa a nuestro pueblo que debían guardar una doble porción el sexto día ¿Con que objeto? Por el hecho de que en día sábado no deberían salir por el Man.

Exodo 16:14 Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra. 15 Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Hashem os da para comer. 16 Esto es lo que Hashem ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda. 17 Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron unos más, otros menos; 18 y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer. 19 Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana. 20 Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés. 21 Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía.

La Torah nos describe el Man, y lo espectacular de la provisión divina.

Exodo 16:22 En el sexto día recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés. 23 Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Hashem: Mañana es el santo día sábado, el shabbaton consagrado a Hashem; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana. 24 Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió. 25 Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es día de shabbath para Hashem; hoy no hallaréis en el campo. 26 Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día sábado; en él no se hallará.

El sábado no habría provisión de Man, ya que el día sexto Hashem proveería el doble con el objeto de que el sábado no salieran a recogerlo. La preparación del Man, debía ser el día sexto, y no cocinarían encendiendo fuego el sábado.

¿Qué sucedió con aquellos que no obedecieron al Eterno? Hashem los reprendió: Exodo 16:27 Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron. 28Y Hashem dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?

Es una pregunta que lanza Hashem, y que no cabe duda, es aplicable para todos aquellos que decimos creer en El: «¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes? «

Exodo 16:29 Mirad que Hashem os dio el día sábado, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día. 30 Así el pueblo reposó el séptimo día.

Démonos cuenta que no fue voluntad de Moshé el establecimiento del sábado como día santo, sino de Hashem mismo, de ahí que todos los creyentes, por mas excusas o deducciones que pudieran encontrar en el sentido de no guardar el día sábado, solo quedan en eso, en excusas o deducciones, ya que hasta la fecha, ni en el TaNaJ, ni en el Brit Jadasha, encuentro un solo versículo en donde el Eterno lo haya cambiado. Y es que muchas veces acusamos en otros, lo que nosotros mismos hacemos, les mostramos la Biblia a la gente, esperando que lo escrito literalmente lo entiendan, pero es desafortunado que muchas veces lo que demandamos, nosotros no lo hacemos, y esta cuestión del Shabbath, a pesar de que los que andamos en éste camino lo tenemos ciertísimo ¿Cuántos siguen engañados por su líderes o denominaciones? Y esto me recuerdo uno de los Salmos que semana con semana leemos y que corresponde precisamente a la celebración del sábado: Salmos 95:7 … Si oyereis hoy su voz, 8 No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, Como en el día de Masah en el desierto,
9 Donde me tentaron vuestros padres, Me probaron, y vieron mis obras.
10 Cuarenta años estuve disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que divaga de corazón, Y no han conocido mis caminos.
11 Por tanto, juré en mi furor Que no entrarían en mi reposo

Si amado(a) del Eterno, este salmo por generaciones se ha leído sábado tras sábado por nuestro pueblo, y precisamente de él hay dos alusiones en el libros de Hebreos en el Brit Jadashá, pero en esta ocasión te invito a que reflexiones lo escrito en una de ellas: Hebreos 4:1 Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. 2 Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. 3 Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo. 4 Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. 5 Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo. 6 Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia, 7 otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones.
8 Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. 9 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. 10 Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.
11 Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.

Ruego al Eterno que te abra el entendimiento para el pasaje anterior, el cual no ha tenido una interpretación satisfactoria para la gente creyente que aún no le ha sido enseñado el shabbath. Lo increíble de esto ¿Sabes que sigue en el capítulo de hebreos? Unos versículos constantemente mencionados, pero que en éste contexto, adquieren una mayor relevancia:

Hebreos 4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 13Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

Así que la proxima vez que mencionemos que «La Palabra de Dios es mas cortante que toda espada…«, acordémonos que las Sagradas escrituras son eficaces, por que discierne los pensamientos y las intenciones, y los juzga y compara, conforme a la voluntad de Hashem, la cual no está sujeta a voluntad de hombre, sino de Hashem mismo.

Israel nuestro pueblo, desde la era común, no ha perdido el shabbath, pero esto no es un indicativo de que todo el pueblo de Hashem no lo ha perdido, es decir, muchos de los que han venido al conocimiento del Eterno, aún en muchas cosas no les ha amanecido, y la historia se repite, igual que como sucedió en la época de Ezra -Esdras- y Nejemia -Nehemias- en la cual, gran parte de nuestro pueblo dejó de lado la voluntad de Hashem al ya no observar el sábado, pero bendito Hashem que lo volvió a instaurar, tal y como sucede en éstos gloriosos tiempos, con una fuerza que no habrá poder humano que lo pueda parar:

Nehemías 13:15 En aquellos días vi en Judá a algunos que pisaban en lagares en el día sábado, y que acarreaban haces, y cargaban asnos con vino, y también de uvas, de higos y toda suerte de carga, y que traían a Jerusalén en día sábado; y los amonesté acerca del día en que vendían las provisiones. 16 También había en la ciudad tirios que traían pescado y toda mercadería, y vendían en día sábado a los hijos de Judá en Jerusalén. 17 Y reprendí a los señores de Judá y les dije: ¿Qué mala cosa es esta que vosotros hacéis, profanando así el día sábado? 18 ¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios todo este mal sobre nosotros y sobre esta ciudad? ¿Y vosotros añadís ira sobre Israel profanando el día sábado?

Ahora, el Eterno desea seguir dándonos la libertad, que viene como consecuencia de conocer su voluntad y cumplirla, así que no escatimemos esfuerzos para agradar a nuestro Padre.

Es claro que el guardar el sábado, es una señal de todos aquellos que pertenecemos a Israel, y esto, es una de las formas en que Hashem nos santifica: Ezequiel 20:10 Los saqué de la tierra de Egipto, y los traje al desierto, 11 y les di mis estatutos, y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá. 12 Y les di también mis días sábados, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Hashem que los santifico.

¿Pero que pasa con aquellos que siendo de origen gentil, vienen a reconocer al Dios de Israel como su Dios? ¿Es acaso también para ellos el sábado? Y es que éstas preguntas se presentan sobre todo cuando la enseñanza tradicional, a demarcado una diferenciación entre los nacidos de judíos, y los que no, ¿Pero reflexionemos un poco? Si encontráramos a alguien, que no tuviera un trasfondo religioso, y le diéramos a leer la Biblia, ¿Crees que entendería como algunos creen? ¿Crees que diría «Los milagros ya nos son para nuestros días, ni las sanidades, ni las lenguas, y mucho menos el sábado»? Estoy convencido que no, ya que no existe una deducción lógica para llegar a éstas conclusiones, sino que para creer lo anterior, solo pudo haberlo creído por cuanto así se lo enseñaron, pero de ninguna manera por que llegó solo, a esas conclusiones.

Mucha gente que viene al conocimiento del Dios de Israel, cree por cuanto así le han enseñado, que hay cosas que solo son para los que provienen sanguíneamente de Israel, y no para aquellos de origen gentil que se han adscrito al pacto con Hashem, sin embargo y contrario a otras enseñanzas, soy un convencido de que no es así, aquellos que han recibido la adopción, son tan hijos como el natural, con los mismos derechos, pero, también con las mismas obligaciones, y justamente el shabbath, es una de ellas.

Leamos la voluntad expresado por el Eterno a partir de su siervo Isaías, el cual nos escribe la aparente disyuntiva de todo esto: Isaías 56:1 Así dijo Hashem: Guardad derecho, y haced justicia; porque cercana está mi salvación para venir, y mi justicia para manifestarse. 2 Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día sábado para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.
3 Y el extranjero que sigue a Hashem no hable diciendo: Me apartará totalmente Hashem de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí yo soy árbol seco. 4 Porque así dijo Hashem: A los eunucos que guarden mis días sábados, y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto, 5 yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá. 6 Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Hashem para servirle, y que amen el nombre de Hashem para ser sus siervos; a todos los que guarden el día sábado para no profanarlo, y abracen mi pacto, 7 yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos. 8 Dice Hashem el Señor, el que reúne a los dispersos de Israel: Aún juntaré sobre él a sus congregados.

Así que para aquellos celosos, que piensan que solo los judíos pueden guardar la palabra de Hashem, y así mismo, para aquellos que enseñan, que no es propio del gentil guardar el sábado, deberían dar una respuesta a lo que está escrito por Hashem, y no basándose en lo que otros, les han enseñado.

Ruego al Eterno que tu herencia no se demore más en que la obtengas, y disfrutes desde ya, la realidad de que el Reino de los cielos se ha acercado.

Conclusión

Yeshayah -Isaías- escribe proféticamente, lo concerniente a la instauración de la justicia de Hashem, durante lo que le han dado por llamar el milenio y en el hebreo shabaton o el grán sábado, cuando Yehoshua Hamashiaj reine en ésta tierra, leamos por favor: Isaías 66:16 Porque Hashem juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos de Hashem serán multiplicados.
17 Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de cerdo y abominación y ratón, juntamente serán talados, dice Hashem.
18 Porque yo conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá para juntar a todas las naciones y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria. 19 Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones. 20 Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Hashem, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Hashem, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Hashem. 21 Y tomaré también de ellos para sacerdotes y levitas, dice Hashem.
22 Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Hashem, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. 23 Y de mes en mes, y de día sábado en día de sábado, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Hashem.

Después de hacer leído esto, considera que yo me podré equivocar al transmitir esto, pero no así la Palabra de Hashem, y sin duda, muchas de las cosas con el paso del tiempo se aclararán, pero una cosa inmutable es que nos guste o no, creamos o no, enseñemos o no, nos convenga o no, en el tiempo en que Hashem se manifieste, se la adorará de sábado en sábado, ¿Por qué? Sencillo, tan solo por que así le plació a El.

¡Shabbath Shalom!

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