Cómo obtener la belleza

Las instrucciones que se nos permite ver en esta perashah –porción-, están dirigidas a los Kohanim –Sacerdotes- de manera inicial, denotando el privilegio y la gran responsabilidad que pesaba sobre ellos.
Pareciera que los ornamentos de sus vestiduras y accesorios en este momento no fueran importantes, pues lo que ahora interesa es la calidad espiritual y pureza física, redondeándolo en un perfecto aspecto que servirá para el servicio Divino. En nuestra cultura, siempre se ha manifestado que lo más hermoso de ver, era la figura del Kohen Hagadol –sacerdote principal-, la hermosura de su estampa, el resplandor de sus ropas, su santidad, eran algunos de los ingredientes que rondaban su figura. Sólo un proceso le daba la certificación de todo eso que se veía, y era cuando él, en Yom Kipur –Día de expiación-, entraba al lugar más santísimo y el sonido de las campanitas que surgía del mecimiento del Kohen al interior, no dejaba de escucharse; y al salir del lugar con vida, seguramente su esplendor, su grandeza eran más acentuadas.

Curiosamente esta perashah continúa con el ciclo de las festividades, y nos encontramos con algo interesante que relaciono con la idea de la hermosura, aspecto que si se vendiera por kilo, seria uno de los productos que más se vendería. ¿Cómo se podría obtener esa hermosura, ese esplendor? De esto quiero comentarles el día de hoy.

Tema:

Para dar inicio observemos el pasuk –versículo- que motiva a esta reflexión:

Vaikra (Lv) 23:40 Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante del Eterno vuestro Elohim por siete días.

Este pasaje nos está hablando del Lulav, que se toma para la festividad de Sucot / Cabañas, el cual era armado por cuatro especies, (Arba’at haminim) etrog, lulav, hadasim y ‘arabot (cítrico, palmera, mirto y sauce).

Existen diferentes interpretaciones de su significado, sin embargo me interesó la siguiente, porque vamos a obtener una gran ayuda para desarrollar este tema:

Las cuatro especies representan partes diferentes partes de cuerpo humano: El etrog se asemeja al corazón, el lulav representa a la columna vertebral, la hadasim, tiene hojas pequeñas que son iguales a los ojos y el ‘aravah se asemeja a los labios.

Con este entendimiento, al tomar estas cuatro especies en nuestra mano, significa que esas partes de nuestro cuerpo las tenemos bajo control.

Nuestro corazón en ocasiones, no desea lo no adecuado; el hombre debe aprender a sujetar su corazón y controlarlo a través de las razones de la Torah.
El lulav, el cual se escoge el más firme y recto, simboliza la firmeza de sus convicciones, el orgullo de ser judío.
El hadasim simboliza los ojos, siendo estas hojas seleccionadas por lo recto o derechas que crecen, dando a entender que un judío siempre debe de mirar con optimismo a Elohim y saber dónde pone su mirada.
Por último la ‘aravá, la cual deben de ser lisa y no tener bordes agudos aserrados, simbolizando el control de los labios.

Como ven este comentario nos permite observar que un proceso de selección se llevó a cabo, ya que no cualquier fruto o rama se destinó para formar el lulav. ¿Qué fue lo que los diferenció? Su hermosura, su perfección, la cual lo llevará a la armonía y regocijo de saberse conectado al Eterno.

Para continuar con el tema les pido que recordemos el pasuk anterior:

Vaikra (Lv) 23:40 Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante del Eterno vuestro Elohim por siete días.

La expresión al español que nos interesa es la siguiente: “árbol hermoso” ¿Por qué le darían ustedes el calificativo de árbol hermoso? Quizás por su simetría, por el resplandor de sus hojas, etc. La frase “árbol hermoso” hace referencia al Etrog, un cítrico hermoso en forma de diamante, exquisito a la vista, con un aroma incomparable.

Para entender un poco más, consideremos la pregunta que nace del comentario en el libro Vedibarta Bam, en su tomo de Vaikra, página 151, cuando dice: ¿Cuál es la belleza del árbol de Etrog?

Los invito que busquen la respuesta completa en el libro, por el momento, yo tomé la siguiente frase que me intereso y se las expongo:

La lección del árbol de Etrog, es que una persona bella, es una que está conectada con el pasado y que también obtiene logros por sí mismo. El descendiente de una buena familia, que continua la tradición familiar y que no reposa contento con las glorias previas de su familia y busca florecer por sí mismo, es verdaderamente “hadar” una persona bella.

La expresión “hadar” en hebreo, es la que se traduce como hermoso. Como ven, se habla de una belleza que existe en el esplendor de los árboles, pero ese esplendor, al igual que los Cohanim, se aplica a los actos que transforman en salud celestial a todo aquel que se apega a lo que el Eterno nos invita a cumplir; los actos buenos nos visten de esa hermosura, como la grandeza viste a nuestro Elohim:

Tehilim (Sal) 104:1 Bendice, alma mía, al Señor. Señor, Elohim mío, mucho te has engrandecido; de gloria y de hermosura te has vestido.

Tehilim (Sal) 145:5 En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, Y en tus hechos maravillosos meditaré.

La hermosura está en nuestros actos, obras y justicia:

Tehilim (Sal) 111:3 Gloria y hermosura es su obra, Y su justicia permanece para siempre.

Solo tenemos que ejercerla para traerla a nuestra persona.

Conclusión:

Esta hermosura está presente todos los Kabalat Shabat –Recepción del Shabat-, cuando le cantamos a nuestra mujer, es como un reglo que dejamos en sus oídos y en su alma:

Mishle (Pr) 31:25 Fortaleza y hermosura es su vestidura; y en el día postrero reirá.

Amados esta hermosura no la puede distinguir cualquiera, esta hermosura sólo les interesa a los santos. Veamos el siguiente pasuk:

Tehilim (Sal) 149:9 Para ejecutar en ellos el juicio decretado; Gloria será esto para todos sus santos. HaleluYah.

Aquí la expresión: “Gloria” ocupa la raíz hebrea que estamos estudiando.

Amados si este artículo de cómo ser hermosos les interesa, cómprenlo con actos de justicia y rectitud.

Shabat Shalom.

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