Es un privilegio servir a Hashem

En el desierto
29 de Iyar de 5766
27 de mayo del 2006
Bamidbar / Números 1:1-4:20
Día 44 de la cuenta del Ómer

Rav Mijael Avila «Shlita»
Sinagogas Bet HaDerej
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Introducción

Números 1:1 Y habló el Eterno a Moisés en el desierto de Sinay, en la tienda de asignación, el día primero del mes segundo, en el segundo año de haber salido (los hijos de Israel) de la tierra de Egipto, diciendo:


Bamidbar 1:1 Vayedaber Adonay el-Moshe bamidbar Sinay be’Ohel Mo’ed be’ejad lajodesh hasheni bashanah hashenit letsetam me’erets Mitsrayim lemor.
El trabajo que se desempeña para el Eterno, tiene su desgaste, y no obstante las bendiciones de las que el siervo se ve beneficiado, no deja de representar una labor que requiera: tiempo, dedicación, constancia, responsabilidad y desde luego amor. No cabe duda que es un privilegio servir a Hashem, y el trabajo de por medio se ve grandemente beneficiado en la medida que surgen personas con disposición de servir al Eterno, no obstante, es todo un reto encontrarlos, desarrollarlos y encaminarlos por el sendero que el Eterno quiere. Estos Talmidim -estudiantes- pagarán a sus maestros en la medida que comiencen a dar sus propios frutos, pero antes de eso, deberán pasar por pruebas en su servicio, deberán aprender a sujetarse, a acatar la autoridad, y aún los errores que cometan servirán de ejercitación para su futuro. Precisamente uno de esos errores puede ser el deseo del Talmid -estudiante- de resaltar ante los demás, que busque un lugar visible ante todos, y por ello ser susceptible a que en la medida que se le otorgue un poco de autoridad, sobrepasarse, por ello es nuestro deber transmitir a todos los talmidim una consciencia al respecto que más allá que las recompensas humanas, es un privilegio servir al Eterno.
Temas de la Perashát


Primera alía (1:1-19)

Hashem habló a Moshéh para que censara a los hijos de Yisrael.
Segunda alía (1:20-54)

Muestra los resultados del censo. Hashem indica no contar a los Levíim y determina cual será su función.
Tercera alía (2:1-34)

Los hijos del pueblo de Yisrael acampan cada uno junto a su bandera.
Cuarta alía (3:1-13)

Los Levíim y su elección a cambio de cada primogénito, así como su servicio.
Quinta alía (3:14-39)

El censo de los Levíim.
Sexta alía (3:40-51)

El censo de los Primogénitos y su sustitución con los Levíim.
Séptima alía (4:1-20)

Las obligaciones de los hijos de Kehat que se encargaría de acercarse y transportar las cosas santísimas.
Enseñanza
Para compartir con ustedes el tema: el privilegio de servir al Eterno, me serviré de un personaje que nos ilustrará los contrastes que se pueden dar entre los servidores del Eterno, me refiero a Kehat -Coat-, en primer lugar veamos su orígenes:

Génesis 46:11 Los hijos de Leví: Gershón, Kehat y Merari.
Kehat tuvo dos hermanos Guershom y Merari, una hermana de nombre Yocabed:

Bamidbar 26:59 La mujer de Amram se llamó Jocabed, hija de Leví, que le nació a Leví en Egipto; ésta dio a luz de Amram a Aarón y a Moisés, y a María su hermana.
Su padre como hemos leído fue Leví, de su madre se desconoce su nombre. El significado del nombre de Kehat es: asamblea o reunión, él se casaría y al igual que su madre, tampoco se registra el nombre de su esposa, engendraría cuatro hijos y tal cual vamos a leer, vivió 133 años:

Éxodo 6:18 Los hijos de Kehat fueron: Amram, Yitzhar, Jebrón y Uzziel. Los años de la vida de Kehat fueron 133.
Resulta interesante conocer el significado de los nombres de sus hijos:

Amram- Gente exaltada

Yitzhar- Aceite brillante

Jebrón- Asociación

Uzziel- Mi fuerza es el Eterno
Dichos nombres denotaban en sí mismos el deseo del corazón de Kehat al respecto del Eterno, en donde involucra el deseo de servicio tanto como su deseo de unidad, sus hijos a su vez se compondrían en familias que estaban aglutinadas bajo el patronímico que es Kahty:

Bamidbar 3:27 De Kehat eran el clan de los amramitas, el clan de los izjaritas, el clan de los hebronitas y el clan de los uzielitas. Estos eran los clanes de los cohatitas -Kahty-.
El lugar para acampar de los Kahty sería al lado sur del Mishkán -Tabernáculo- y su líder sería Elizafán hijo de Uzziel:

Bamidbar 3:29 Las familias de los hijos de Coat acamparán al lado del Tabernáculo, al sur; 30 y el jefe del linaje de las familias de Coat, Elizafán hijo de Uzziel.
La tarea que Hashem les encomendaría sería el guardar las cosas del santuario:

Bamidbar 3:28 El número de todos los varones de un mes arriba era ocho mil seiscientos, que tenían la guarda del santuario.
Las Escrituras detallan los utensilios que estarían a su cargo:

Bamidbar 3:31 A cargo de ellos estarán el arca, la mesa, el candelero, los altares, los utensilios del santuario con que ministran, y el velo con todo su servicio.

Recordemos que de entre las matot -tribus- sólo la tribu de Leví serviría al Eterno, y de entre las familias de sus descendientes el Eterno les repartiría una labor específica, recordarás que a los del linaje de Aharón les tocaría ministrar en el Mishkán, ya leímos lo que les tocó a los Kahty, veamos a la familia de Merary:

Bamidbar 3:36 A cargo de los hijos de Merari estará la custodia de las tablas del Tabernáculo, sus barras, sus columnas, sus basas y todos sus enseres, con todo su servicio; 37 y las columnas alrededor del atrio, sus basas, sus estacas y sus cuerdas.

El Trabajo Designado por el Eterno

El ejemplo del servicio de la familia de Leví, nos debe ilustrar un aspecto fundamental: nuestro servicio al Eterno en gran medida tiene que ver con la utilidad que le podamos dar a Hashem, ¿qué quiere decir esto?, que no obstante el anhelo que cada persona pudiera tener de cumplir un papel en especial, el Eterno basándose en Su sabiduría es el que designa nuestro lugar específico en Su servicio, de ahí que nadie de los Kahty, podría ponerse en el lugar de los Cohanim -Sacerdotes- y viceversa, no dudo que alguno lo hubiera deseado, sin embargo la utilidad de las personas en el servicio a Hashem dependería única y exclusivamente del Señor de la obra.
Por otro lado, debemos tener en cuenta que el servicio al Eterno igualmente depende de un tiempo cronológico que está marcado por nuestra vida, por ejemplo los Kahty, sólo servirían a Hashem si tenían 30 años, y hasta 50:

Bamidbar 4:1 Habló Hashem a Moisés y a Aarón, diciendo: 2 Toma la cuenta de los hijos de Coat de entre los hijos de Leví, por sus familias, según las casas de sus padres, 3 de edad de treinta años arriba hasta cincuenta años, todos los que entran en compañía para servir en el Tabernáculo de reunión.

¿Qué acaso una persona menor de 30 o mayor a 50 no puede servir a Hashem?, al menos en esa labor no, y nuevamente nos encontraremos con personas que seguramente desearían desde más jóvenes servir a Hashem, y por otro lado, mayores que las fuerzas todavía las tendrían. Recuerdo, en mi caso personal, hace algunos años mi deseo era servir al Eterno, yo le rogaba en tefiláh -oración- que me permitiera servirle, y no era que no le servía para aquel entonces, ya que desempeñaba labores de otra índole, pero un día sentí claramente Su respuesta: “A los 30”, recuerdo que tuvieron que pasar muchos años para que yo entendiera parte de la razón de su respuesta, y cuando menos pensé, la edad me había alcanzado y mi servicio para el Señor de acuerdo a Su llamado se había cristalizado en esa edad, las circunstancias que tuve que vivir para llegar a asumir la tarea encomendada por Él, fueron de alguna forma inusitadas, pero Su promesa la cumplió, y una vez más constate el respaldo y su guía al respecto de mi vida,¡Baruj Hashem!
En mi caso particular pude conocer con anticipación el llamado que Hashem me hacía, sin embargo, es una de las interrogantes que con mayor frecuencia me presentan las personas, “¿cómo serviré yo a Adonay?” Si sólo consideramos de los ministerios que se registran en el pereq -capítulo- 4 de Efesim -Efesios-, muchos desearían ser Rabinos -didaskalos como lo registra el griego, o Nevim -Profetas-; sin embargo no para todos es, tal cual lo estamos leyendo con las familias de Kahty, el Eterno determinaría cual sería su servicio y desde luego quiénes formarían parte de ello.
Las Responsabilidades y Autoridad Designada por Hashem

No cabe duda que el servicio que los siervos de Hashem prestan, debe estar acotado por Su voluntad plasmada en las Escrituras, y por esto, conocer las responsabilidades, la autoridad, las actividades les debe ser característicos del ejercicio de cada uno de los ministerios, leamos cómo se dio lo anterior en el caso de los Kathy: Bamidbar 4: 4 “El oficio de los hijos de Coat en el Tabernáculo de reunión, en el Lugar Santísimo, será este: 5 Cuando haya de mudarse el campamento, vendrán Aharón y sus hijos y desarmarán el velo de la tienda, y cubrirán con él el arca del testimonio; 6 y pondrán sobre ella la cubierta de pieles de tejones, y extenderán encima un paño todo de azul, y le pondrán sus varas. 7 Sobre la mesa de la proposición extenderán un paño azul, y pondrán sobre ella las escudillas, las cucharas, las copas y los tazones para libar; y el pan continuo estará sobre ella. 8 Y extenderán sobre ella un paño carmesí, y lo cubrirán con la cubierta de pieles de tejones; y le pondrán sus varas. 9 Tomarán un paño azul y cubrirán el candelero del alumbrado, sus lamparillas, sus despabiladeras, sus platillos, y todos sus utensilios del aceite con que se sirve; 10 y lo pondrán con todos sus utensilios en una cubierta de pieles de tejones, y lo colocarán sobre unas parihuelas. 11 Sobre el altar de oro extenderán un paño azul, y lo cubrirán con la cubierta de pieles de tejones, y le pondrán sus varas. 12 Y tomarán todos los utensilios del servicio de que hacen uso en el santuario, y los pondrán en un paño azul, y los cubrirán con una cubierta de pieles de tejones, y los colocarán sobre unas parihuelas. 13 Quitarán la ceniza del altar, y extenderán sob re él un paño de púrpura; 14 y pondrán sobre él todos sus instrumentos de que se sirve: las paletas, los garfios, los braseros y los tazones, todos los utensilios del altar; y extenderán sobre él la cubierta de pieles de tejones, y le pondrán además las varas. 15 Y cuando acaben Aarón y sus hijos de cubrir el santuario y todos los utensilios del santuario, cuando haya de mudarse el campamento, vendrán después de ello los hijos de Coat para llevarlos; pero no tocarán cosa santa, no sea que mueran. Estas serán las cargas de los hijos de Coat en el Tabernáculo de reunión … 17 Habló también Hashem a Moisés y a Aarón, diciendo: 18 No haréis que perezca la tribu de las familias de Coat de entre los levitas. 19 Para que cuando se acerquen al lugar santísimo vivan, y no mueran, haréis con ellos esto: Aarón y sus hijos vendrán y los pondrán a cada uno en su oficio y en su cargo. 20 No entrarán para ver cuando cubran las cosas santas, porque morirán”. Sin embargo, tristemente veo que existe mucha ignorancia del papel que se debe desempeñar como siervos de Hashem, por esto existen Pastores que no pastorean, es decir, su llamado nunca fue tal, o Rabinos que no enseñan, sino que tal vez su llamado es otro, y a diferencia de los Kahty que conocían sus responsabilidades y límites, en muchos casos esto no sucede. Tratando justamente de aportar un granito de arena en lo que escribo, estaremos dando a conocer en breve la apertura de la Yeshiváh, la que se distinguirá de otras, en que no será el deseo de las personas el que lo lleve a una semijá -ordenación- en especial, sino que haremos el esfuerzo de tratar de encausar el verdadero llamado que las personas tengan de parte de Hashem mediante exámenes que aplicaremos y que deberán estar en concordancia con su llamado. Antes de que finalice el mes de Sivan del 5766, realizaremos la inauguración de la Yeshiváh de Mesianicos.com, auspiciada por las sinagogas de Bet Hadérej, mantente al pendiente y pasa la voz.
Los Medios que el Eterno Da a sus Siervos

Los medios que el Eterno proveería para que los varones de las familias Kahty desempeñaran su labor (que por cierto sumarían 2750 entre la edad permitida), sería diferentes a los demás descendientes de Leví, en el pereq 7 nos encontramos a los nasym -príncipes o líderes- de Israel trayendo carros y bueyes como ofrenda a Hashem, de los cuales Moshéh repartiría entre las familias de los hijos de Leví, desde luego para el servicio que ellos prestarían, sin embargo ¿cuántos carros y bueyes crees que les tocó a los Kathy?, ¡Ninguno!:

Bamidbar 7:9 Pero a los hijos de Kehat no les dio nada, pues les correspondía el trabajo relativo a las cosas sagradas que debían llevar sobre sus hombros.
Nuevamente me pregunto: ¿Qué, acaso no hubo al menos uno de los Kahty que pudo haber deseado que en lugar de cargar con sus hombres los utensilios del Mishkán, mejor lo hubieran hecho sobre las carretas y los bueyes?, desde luego, pero al Eterno le plació no darles nada para cumplir con su tarea, eso me recuerda la labor que cada uno de los ministerios conocidos en el Judaísmo Mesiánico vive, ya que unos con mayores o con menores recursos está cumpliendo la tarea, no cabe duda que esa tarea el Eterno la probará, como está escrito: 1 Corintios 3:12  “Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.” ¿Cuánto te está dando a ti siervo el Eterno para desempeñar tu obra?, ¿cómo estás respondiendo a esos medios? Esto me recuerda a la parábola de nuestro Mesías:

Lucas 19:11 Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Yeshúah y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Elohym se manifestaría inmediatamente. 12 Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver. 13 Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo. 14 Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros. 15 Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno. 16 Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas. 17 Él le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades. 18 Vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas. 19 Y también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades. 20 Vino otro, diciendo: Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo; 21 porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste. 22 Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré; 23 ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco, para que al volver yo, lo hubiera recibido con los intereses? 24 Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas. 25 Ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas. 26 Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. 27 Y t ambién a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y decapitadlos delante de mí.
Siempre tendremos uno y mil motivos para no hacer como se debe el trabajo para el Eterno; sin embargo, ¿verdaderamente seremos justificados para con Él? Bueno sería que examináramos la labor que por Hashem hacemos, y que no obstante que tal vez, los medios, el tiempo, el conocimiento, las circunstancias, no nos son favorables, tal vez restaría preguntarnos si acaso como los Kathy, que no les dio bueyes o carretas como medios para servirle, ese sea el deseo del Eterno hasta en tanto no demos muestra de que nos estamos esforzando, de tal manera que se cumpla favorablemente y a modo de ejemplo otra de las parábolas de nuestro rabino Yehoshúa:

Matitiaju 25:14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. 15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. 16 Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. 17 Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. 18 Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. 19 Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. 20 Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. 21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. 22 Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. 23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. 24 Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; 25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. 26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. 28 Quitadl e, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. 29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes
Al Eterno no le podemos engañar, de tal manera que nuestro servicio siempre estará sujeto al escrutinio del Señor, de tal manera que recompensa tendremos, o bien la consecuencia de nuestra irresponsabilidad que bien puede redundar en la ausencia de más tareas de parte de Hashem.
Uno de los Principales Riesgos del Siervo

Hasta este momento me he servido de la vida y descendientes de Kehat, para ilustrar la designación que esta en la voluntad de Hashem del servicio que prestará cada persona, las responsabilidades y autoridad que le es conferida, el tiempo en el que se dará su servicio, así como los medios que el Eterno dispondrá en ayuda para sus siervos, pero ahora quiero compartirles uno de los principales riesgos que tiene todo servidor de Hashem, ¿cuál?, tratar de ocupar un papel que no le ha sido designado, y para ello sigamos viendo a los descendientes de Kehat, ¿recuerdas el nombre de Kóraj –Coré-?, curiosamente este varón fue descendiente de Kehat, y para los que no lo recuerdan, fue un varón que trató de sublevarse a las autoridades que Hashem había puesto, en este caso a Moshéh y Aharón, desde luego que Kóraj trató de suplantar la labor que Hashem les había mandado única y exclusivamente a sus siervos: Moshéh primeramente y después a Aharón:

Bamidbar 16:1 Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente, 2 y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre. 3 Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Hashem; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Hashem?
Seguro que Kóraj estaba cansado de no estar al frente, que su trabajo no fuera visible, que la gente no le reconociera y no se conformaba sólo con cargar los utensilios del Mishkán, que era la tarea encomendada a él por Hashem, y como esto ya no le saciaba, ahora deseaba ocupar el lugar de otro, a quien seguramente le costó mucho trabajo llegar ahí. Si tomamos el caso de Moshéh en sus inicios, debemos recordar que él debió volver a Egipto no obstante la denostación que de él se hacía por causa del asesinato del egipcio previo a su partida, tuvo que separarse de su mujer e hijos mientras rescataba a Israel de la esclavitud (recordarás que una vez que salieron de Egipto, Yitró su suegro le llevó a su familia), además, debió cargar las quejas que de continuo el pueblo le hacía, no obstante, llevó un liderazgo que muchas veces debió usarlo para salvar de la destrucción a Israel de las manos del Eterno; en fin, podemos comentar tanto de lo que tuvo que pagar Moshéh para ejercer el liderazgo que hasta ese momento tenía, ahora, resultaba muy sencillo a Kóraj sin que tuviera que pagar semejante precio, arrebatar lo que él no había sembrado, y que si su colaboración había sido importante porque formaba parte de un todo, el papel que él ahora deseaba no se lo había dado el Eterno, sino que era su propio Yetzer hará -instinto malo- el que le impulsaba a obtener un reconocimiento de parte de la gente, cuando lo que ignoraba es que todo siervo nunca lo debe buscar, sino que el único reconocimiento válido es el que el Eterno nos pueda dar, y que muchas veces, lo notaremos a partir de pequeños momentos en donde apreciemos que Hashem es el que nos reconoce.
El tiempo que el Eterno me ha dado el privilegio de servirlo, no dejo de reconocer que es una gran tentación el saciar el reconocimiento de nuestro trabajo a partir de lo que la gente diga, e igualmente el de esperar que las personas sean las que nos recompensen cobrándonos los favores recibidos; sin embargo, le he pedido al Eterno que nunca me permita que me olvide que no soy yo el que hace la obra, que cuando oro y alguien sana, no es mi poder sino el de Él, que cuando imparto una conferencia y alguien se goza, no es mi inteligencia o mi conocimiento el que me permite hacerlo, sino que es Él el que lo hace usándome a mí, que cuando alguien evoca algún sueño que tuvo al respecto de mi persona, no es mi deseo el que me llevará a su cumplimiento, sino la misericordia de Hashem, sé muy bien, que el día que yo me cobre los favores con las personas, será el Eterno el primero que me saque de su nómina, que el día que yo crea que soy yo el que realiza la obra, será el día que Hashem deje de respaldarme, que el día que yo piense siquiera que la prosperidad es gracias a mi labor, será el día que Hashem deje de darme, ruego al Eterno que me libre de todo Yetzer hará que me lleve a caer en el vicio del reconocimiento constante, no soy nada sin Él, nada, y ni siquiera creo alcanzar el mérito de servirle, y por ello, me gozo que aunque no sea nada, Él se digne siquiera mirarme, que cuando yo clamo a Él por los que amo, su respaldo siempre esté, y que nunca me he sentido abandonado, ¡Todá Rabá –muchas gracias- Aba –Padre- porque no me has dejado!
He podido vivir no una vez, sino varias veces lo que experimentó Moshéh con Kóraj: hay personas que desean tener lo que uno tiene, sin poner el esfuerzo que representó obtenerlo, pero al igual que Moshéh, he experimentado Su respaldo, y por esto, camino confiadamente, sin que piense por algún momento, que cualquier cosa que acontezca, Hashem no la tendrá bajo Su control, por lo que aliento a todo siervo que se mantenga firme si alguna cosa semejante le está aconteciendo, que se guarde de infringir la Toráh, y que de la justicia nunca se aparte, porque haciendo esto, cualquier maquinación en su contra, el Juez Perfecto, nunca permitirá que le traiga perjuicio, ya que si alguien como en el caso de Kóraj, sigue al rebelde, son personas que no deben estar con la Kehiláh y su partida, sólo será la muestra de que no eran de ellos.
Debemos entender y transmitir que el servicio al Eterno es un privilegio, y que no importa qué hagamos, Hashem lo recompensará, y que aunque nuestro trabajo no sea visible, no será el hombre el que recompense, sino el mismísimo Eterno. Es un privilegio servir a Hashem y eso debemos transmitir a nuestros talmidim, para que ninguno caiga en la tentación de Kóraj quien pensó que su trabajo para el Eterno era poca cosa:

Bamidbar 16:8 Dijo más Moisés a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví: 9 ¿Os es poco que el Elohym de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio del Tabernáculo de Hashem, y estéis delante de la congregación para ministrarles, 10 y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio? 11 Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra Hashem; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis?
Es un privilegio servir a Hashem y por ello, al no considerarlo así Kóraj y su séquito, Hashem hizo que la tierra se los tragara, según lo leemos en los versículos posteriores del pereq; por lo tanto amados del Eterno, nunca, nunca menospreciemos cualquier encomienda de servicio que hagamos para Hashem¡Jas veshalom! -El Eterno no lo permita-
Conclusión

Antes de finalizar quiero compartirte dos observaciones, Primera observación: Existe un engaño en el que puede caer todo siervo del Eterno y dicho engaño lo seduzca a pensar que se merece otro puesto de mayor reconocimiento, puede incluso encontrar los argumentos necesarios que le lleven a pensar que lo que hace es correcto, por esto si se desea no caer por completo en dicho engaño, no basta con escuchar los argumentos de la gente que lo acompaña, sino que para que exista un juicio completo, siempre serán necesarias las observaciones que pueden aportar gente imparcial que ayuden a no permitir que la balanza se vaya de un lado.
Segunda observación: El pueblo de Israel tenía una unidad, no obstante, se conformaba a partir de matot -tribus-, y a su vez de familias, que serían los descendientes de los hijos de Ya’akob, lo que nos ilustra que en esa unidad existía una individualidad dependiendo la tarea que como familias ejercían como en el caso de los Kahty, lo que deseo que comprendan, es que existe un engaño que resulta romántico y que se basa en la famosa unidad, debemos entender que la Unidad de la Kehiláh del Eterno, la alcanzaremos previo a la llegada del Mashíaj,  y mientras tanto debemos conocer que como parte del cuerpo, existe una labor que se desempeña dependiendo del llamado que a los líderes el Eterno les ha dado, y si tú formas parte de un liderazgo con un llamado específico, entiende que la tarea que desempeñes deberá estar en concordancia a la Kehiláh o ministerio del que formes parte, por lo que deberás comprender que el llamado que Hashem te hace individualmente, deberá ser complementario a un todo que se conforma a partir del llamado del liderazgo que el Eterno puso delante de ti. Viendo lo anterior, no caerás en el error de querer desempeñar tareas que al grupo que conformas no le han sido dadas.
Ya por último, nunca, pero nunca se nos olvide que en cualquier lugar o en cualquier cosa en la que le seamos útiles al Eterno, es un privilegio servir a Hashem.
¡Shabbath Shalom!

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