Jol hamoed y la Matzah

Nos encontramos dentro de los días intermedios del festival de las Matzot y que a diferencia de otros festivales su duración es de 7 días, como está escrito: “Siete días comerán panes sin levadura; además, desde el primer día quitarán toda levadura de sus casas; porque cualquiera que coma algo leudado desde el primer día hasta el séptimo, esa persona será cortada de Israel” [Shmot 12:15].
No obstante, en la Torah se específica que los días a guardar como Shabat son el 1° [15 de Nisan] y el 7° [21 de Nisan].
Vaicra 23:7 El primer día tendrán convocación sagrada; ningún trabajo de siervos harán. Y ofrecerán a HaShem siete días ofrenda encendida; el séptimo día será convocación sagrada; ningún trabajo de siervo harán.

Sale la primera pregunta: ¿Qué sucede con los días intermedios [16 al 20 de Nisan]?
A estos días se les conoce como «Ieme Jol hamo’ed», que puede traducirse como «Días laborables del Festival».
Cabe mencionar que la mayoría los nombra únicamente como Jol hamo’ed.
Pero algo curioso a destacar en el verso de Vaicra, es que se menciona la frase: “Y ofrecerán a HaShem 7 días ofrenda encendida”, y si bien se sobreentiende que se refiere a las ofrendas diarias elevadas por los Kohanim, ¿qué podemos aprender de esto
Vamos a hacer otra pregunta: ¿Estos días intermedios en el festival pueden considerarse sagrados?
La respuesta sería ¡No! Principalmente porqué la Torah indica los días a guardar, y aunado a ello, el vocablo hebreo Jol se suele utilizar para algo que no es sagrado.
No obstante, ello no nos exime de guardar los preceptos relacionados al Festival [como el de alegrarnos y comer matzah], pues si bien un Jol hamo’ed no tiene las reglamentaciones específicas de un Shabat, siguen siendo un día con carácter festivo.

En este punto quiero meterme en algo que puede ser controversial entre nosotros, y lo quiero citar para poder ilustrar algo que debemos hacer durante los Ieme jol hamo’ed.
Algunos Maestros enseñan que si bien los días de Jol hamo’ed no son tan grandes como un Iom tob, también deberíamos dejar de trabajar.
Por ejemplo, en Mo’ed catan 12b se comenta: «La Torah le dio a los Sabios la posibilidad de permitir o prohibir determinadas labores en Jol hamo’ed, de acuerdo a lo que corresponda, para que los hombres se alegren en la fiesta, ya que a través de esa alegría les será más fácil estudiar y entender las leyes de la fiesta».
En el Talmud Ierushalmi, Mo’ed Catan 2:3, está escrito: «Dijo Rabi Aba bar Mamal: […] El motivo por el cual está prohibido hacer trabajos en Jol hamo’ed es para que la gente coma y beba, y se dediquen al estudio de la Torah».
Otro comentario más: «El motivo de la prohibición de los trabajos en Jol hamo’ed, es para que no disminuya la alegría de los hombres en ella».
[Ritvá, Mo’ed catan 13a].

Algunos otros Maestros enseñan que como se deben guardar el respeto y la alegría del acontecimiento festivo, cinco permisos fueron concedidos por los Sabios en nuestros días:
1- Evitar la pérdida: Como, por ejemplo, salvar el vino que empieza a agriarse, o la venta de comestibles como la leche y demás productos que se estropean o caducan hasta el final de la festividad. En ningún caso se permitió considerar la venta de beneficio, como pérdida material.
2- Las necesidades de la festividad: Como la preparación de alimentos o instrumentos culinarios en todos sus niveles.
3- Dar trabajo al obrero que no tiene medios para alimentarse, para que pueda alegrarse en la fiesta.
4- Necesidades públicas: Como el arreglo de las vías, cañerías, electricidad, etc.
5- Trabajos sencillos en los cuales no es necesarios ninguna especialización para realizarlos.

De manera general, podemos decir que algunos Maestros enseñan que durante los Ieme jol hamo’ed, está prohibido cortarse el cabello, afeitarse, lavar la ropa o teñirla, entre otras tareas, y esto es con el propósito de evitar que nos dediquemos en estos días, a pequeñas tareas que podían haberse realizado con anticipación y de esta forma convertir los Ieme jol hamo’ed en días comunes y corrientes.

En Iom tob, la festividad, se prohíbe toda clase de tareas. El festival nos fue otorgado para disfrutar y utilizar su tiempo en la introspección y la contemplación.
En los Días Intermedios, sin embargo, algunas clases de trabajo se permiten mientras que otros continúan prohibidos. Aunque Jol hamo’ed, estos días de semana festivos, poseen leyes similares a las de los festivales, de hecho no son “días sagrados” en y por sí mismos. Así, cualquier tarea necesaria para el Iom tob puede ser realizada en estos Días Intermedios. Y si, por no trabajar en Jol hamo’ed, la persona podría sufrir una pérdida, se le permite entonces hacer lo necesario como para evitar esa pérdida. Los detalles de lo que está prohibido y de lo permitido han sido muy meticulosamente decididos por nuestros Sabios.
[Likutei halajot, Jol hamo’ed 1]

Con todos estos comentarios, no pretendo enseñar que nos abstengamos de trabajar en Jol hamo’ed, sino resaltar algo importante que se comparten entre ellos.
Los Sabios recomiendan no trabajar con el motivo de instar a mantener el espíritu festivo, la alegría y el regocijo de los días que estamos viviendo.
Días atrás HaShem nos permitió vivir un día repleto de Gueulah, en el que Su mano Poderosa hizo maravillas por nosotros [Pesaj], de ese día para hoy y los que restan tenemos que seguir el ánimo la alegría en medio de cada uno de nosotros.
Con esto en mente relacionemos esta alegría que mencionan los Sabios, con la Matzah que consumimos durante estos días.

¿Qué es la matzah?
Es un pan hecho de harina y agua, y dada la premura con la que se prepara no contiene levadura.
Esta premura nos recuerda la rapidez con la que Israel salió de Mitzráim, y lo presurosos que debemos ser hoy para salir de nuestro Mitzráim personal.

¿Por qué la comemos?
Es un precepto activo de la Torah y debemos comerlo desde la noche de Pesaj hasta el 7° día de Jag hamatzot.
Shmot 12:18 En el mes primero comerán los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde.

Dado que el pan es un alimento importante dentro de nuestra dieta y nuestros servicios, en estos días nos abstenemos de pan leudado y comemos matzah en su lugar.
Shmot 12:15 Siete días comerán panes sin levadura; además, desde el primer día quitarán toda levadura de sus casas

¿Por qué lo sustituimos?
Durante el Seder de Pesaj los niños preguntan: “¿En todas la noches comemos jametz y matzah y esta noche solo matzah?”.
¿Qué pueden enseñarnos estas dos variantes de pan?
Vamos primero con el leudado, que es el Jametz.
El pan con levadura tiene una característica en particular, una vez que se agrega este ingrediente a la mezcla, la masa comenzará a crecer e inflarse cada vez más, y esto sin necesidad de estarla trabajando o amasando, simplemente basta con dejarla ahí.
Y tal como lo dijo Shaul hashaliaj: Un poco de levadura leuda toda la masa [Gálatas 5:9].

Ahora vamos con la Matzah, que como ya dijimos es un pan que debe ser hecho con rapidez, no debe dejarse en reposo ya que corre el riesgo de leudar después de determinados minutos, por lo que su amasado y cocimiento debe ser rápido.
Respecto de la Matzah se refiere la Torah como “Pan de la pobreza o de la aflicción”.
Debarim 16:3 No comerás con ella pan con levadura; siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción, porque aprisa saliste de tierra de Egipto; para que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto.

¿Por qué llamarlo pan de la pobreza?
Si analizamos las dos palabras en hebreo, tanto Jametz como Matzah, nos daremos cuenta de que tienen ciertas similitudes.
Jametz está compuesta de tres letras que son la Jet, Mem y Tzadi sofit.
Por su parte Matzah también tiene 3 letras que son la Mem, Tzadi y He.
Tenemos letras similares, Mem y Tzadi, las que son diferentes son la Jety la He.
Entonces, Jametz está escrito de la siguiente manera:

Si permutamos sus letras las podemos poner de esta manera:

Sin embargo aquí dice Matzaj. Para poder llegar a ser ese pan sin levadura tenemos que cambiar esta última letra y poner He.

El valor de Jet es 8 y el valor de He es 5, por lo tanto estamos haciendo una resta, y podemos llamarlo pan de la pobreza porque estamos disminuyendo algo en nosotros.
Nuestros Maestros enseñan que el jametz representa al orgullo, eso es lo que hay que restar en nuestra vida, y también lo enseñó Rab Shaul: 1 Corintios 5:6 No es buena su jactancia. ¿No saben que un poco de levadura leuda toda la masa?
Basta solo un poco para creer que el mundo gira alrededor nuestro.
Por ello está escrito: Debarim 16:4 Y no se verá levadura contigo en todo tu territorio por siete días…
No debe de haber levadura en nuestro territorio, no se debe ver orgullo o jactancia en nosotros.
Por ello es que en Pesaj HaShem nos insta a comer Matzah, pues en aquel día todo el protagonismo fue de Él, nosotros solo fuimos espectadores de Su mano Poderosa y Su brazo extendido, para que nunca nos atrevamos a decir que fue nuestra fuerza o inteligencia la que nos liberó de la esclavitud.
1 Corintios 5:7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestro Pesaj, que es Mashiaj, ya fue ofrecida por nosotros.

Quiero concluir con esto, la palabra Matzah tiene un valor número de 135, que es el mismo valor de la palabra Kahal, por lo que la Matzah también nos insta a reunirnos, principalmente en los días de festival pues son convocaciones sagradas, y acaso podríamos decir, cualquier otro día, por el mero hecho de alegrarnos juntos, como está escrito:
Salmos 133:1 Cántico gradual; de David. ¡Miren cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!

Hoy que estamos aquí reunidos dentro de la alegría del festival de las Matzot, podamos realmente exterminar esa levadura que nos infla para vanidad, y que realmente podamos comer esa matzah junto con aquel que podemos llamar hermano.

Jag hamatzot sameaj!

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