Jukim-Estatutos

Después de la muerte

14 de Nisan de 5765
23 de abril del 2005
Vaykrá / Levítico 16:1-18:30

Rav Mijael Ávila «Shlita»
Sinagoga Bet HaDerej

Introducción

Levítico 16:1 Habló Hashem a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Hashem, y murieron.

Vayicrá 16:1 Vayedaber Adonay el-Moshe Ajarey Mot shney beney Aharon bekorvatam lifney-Adonay vayamutu.

¡Baruj Hashem esta semana es Pésaj! Y en Bet Haderej les deseamos ¡Jag sameaj! –Alegre fiesta- y que en este año puedan disfrutar al máximo la bendición de celebrarla.

Voy a comenzar con una serie de estudios aprovechando la perasháh, para abordar un tema que exige que lo aprendamos, que lo consideremos y desde luego lo pongamos en práctica, me refiero a una de las partes en las que se compone la Toráh y que es: los Jukim, dicho vocablo la mayoría de las veces lo traducen como: estatuto. Ruego al Eterno que me de las palabras idóneas para transmitir correctamente esta enseñanza. Pongamos manos a la obra para que a modo de introducción veamos los Jukim, espero tratar este tema por varias semanas según se preste la lectura semanal.

Temas de la Perashát

Primera alía (16:1-16:17)
El Eterno habló a Moshé después de la muerte de los hijos de Aarón. Se le dan las órdenes de cómo hará cuando Aarón entre a hacer la expiación en el santuario, que sería: por sí, por su casa y por toda la congregación de Israel. Cómo se vestirá y que echará suerte con dos machos cabríos: uno para expiación y otro para holocausto: uno para el Eterno y el otro para Azazel.

Segunda alía (16:18-16:24)
Se explica qué hará cuando hubiere acabado de expiar el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar, además de qué hará con el macho cabrío vivo y qué hará al terminar.

Tercera alía (16:25-16:34)
Se explica que debe hacer aquel que llevo el macho cabrío a Azazel, además que harán con el macho cabrío inmolado por el pecado cuya sangre fue llevada al santuario para expiación, ordena: tener como estatuto perpetuo que en el mes séptimo, a los diez días del mes afligiréis vuestras almas y ninguna obra haréis, porque en este día se hará expiación por vosotros.

Cuarta alía (17:1-17:7)
Habló el Eterno a Moshé , diciendo: Cualquier varón de Israel que degollare buey o cordero o cabra, en el campamento o fuera de él, y no lo trajere a la puerta del tabernáculo para ofrecer ofrenda a el Eterno, será culpado de sangre el tal varón. Y nunca más sacrificarán sus sacrificios a los demonios.

Quinta alía (17:8-18:5)
Se ordena no comer sangre de ningún animal, el que cazare animal o ave que sea de comer derramará su sangre y la cubrirá con tierra. Además toda persona que coma animal mortecino o despedazado por fiera lavará sus ropas y así mismo con agua, esto es para extranjeros también.

Sexta alía (18:6-18:21)
Se prescriben las leyes acerca de la desnudez de los familiares que no descubrirás y de la prohibición del acto carnal con la mujer de tu prójimo.

Séptima alía (18:22-18:30)
Se prohíbe echarse con varón como con mujer, es abominación. Además de amancillarse con animales.

Enseñanza

Hashem desde que me llamó sembró en mí, un deseo de conocer las definiciones de muchas de las palabras que se encuentran en Su Palabra, y a pesar de que existen en algunos casos dichas definiciones, tristemente me he dado cuenta, una vez que las he estudiado, que no concuerdan del todo con un capítulo y versículo que se encuentre en las Kitvei Hakódesh –Sagradas Escrituras-, en esta semana en pleno uso del derecho que me otorga el Eterno como hijo, y con la conciencia del compromiso que adquiero al enseñar, deseo transmitirles este estudio que de alguna manera contradice la enseñanza tradicional judía, y si bien los sabios de nuestro pueblo tienen todo mi respeto, no por ello dejo de pensar que al igual que yo, fueron hombres susceptibles a equivocarse. Tal cual ha sucedido a la humanidad en la llamada: ciencia, que ha enseñado como verdad muchas cosas que con el tiempo han demostrado estar equivocadas, pero que a muchos hombres influenciaron e incluso los desviaron de la verdad. No se está exento de tales errores en las cuestiones del Eterno, por lo tanto no obstante el renombre, o bien los años prolongados de uso o de enseñanza, tenemos el derecho de revisar si lo que durante tantos años se enseñó es correcto, y por ello aquí estamos, si todo estuviera escrito y fuera tan veraz como muchas veces se cree, no existirían tantas divisiones aun dentro del judaísmo, así que asumiendo la responsabilidad de esto continuemos.

Quiero comenzar con algo que resulta interesante encontrarse en las Escrituras:
Génesis 26:5 por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.

Bereshit 26:5 Ekev asher shama Abraham bekoli vayishmor mishmarti mitzvotai, jukotai veToratai.

En este pasuk el Eterno establece que Abraham avinu –nuestro padre- guardó los preceptos, los mandamientos, los estatutos y la ley. Le debemos añadir a lo anterior, los testimonios para efecto de que se complemente toda la parte legal establecida por el Eterno que está englobada en la Toráh –hebreo. Lit. instrucción- como el órgano regulador de la voluntad de Hashem, es decir, la voluntad del Eterno expresada en la Toráh, se manifiesta a su vez en las divisiones antes mencionadas. Veámoslas juntas:

…………………………………………..Toráh:

……….Tohorot, Mishmereth, Jukim, Mitzvot, Mishpatim, Eduth

Si nosotros la asemejamos a la justicia mexicana tendríamos:

……………………………Constitución Mexicana:

…………………Leyes, Reglamentos, Códigos, Decretos

En ambos casos, cada una de las divisiones se subdivide de acuerdo a su uso. En esta ocasión abordaré a los Jukim, de los que tenemos que tener bien claro que se vienen a tipificar con la recepción de la Toráh a través de Moshé –Moisés-; no obstante, Abraham llamado el padre de la Fe, los guardó aun antes de que aparecieran, ¿la razón?, es que en su sentido más elemental de cada una de estas divisiones el Eterno la sembró en el hombre, lo que provoca que aun sin conocer Su voluntad expresada en la Biblia, al hombre le es natural hacer lo correcto porque desde su creación el Eterno lo plantó en él.

Para empezar, es necesario recordar lo que enseña el judaísmo al respecto de los Jukim: Son leyes que da el Eterno y que no tienen una justificación válida para cumplirlas, es decir, el hombre no entiende su razón pero porque el Eterno las dio se deben cumplir, ¿cómo cuales?: El Sha´atnez –no vestir prendas que contengan lana y lino- o el no mezclar lácteos con carne. Cabe hacer la aclaración que a pesar que son dos de los ejemplos más mencionados, solo el sha´atnez es un mandamiento Escritural, el segundo sólo es dogma de hombre.

¿Acaso tendrá razón la tradición de nuestro pueblo en esta caso? No soy en realidad nadie para descartarla; sin embargo, no es eso lo que me encontré en las Escrituras, y como preámbulo te comparto el siguiente pasuk –versículo-:
Deuteronomio 6:20 Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos –Jukim- y decretos que Hashem nuestro Elohym os mandó?

Detrás de la pregunta que el hijo nos hará, deberemos encontrar una respuesta fehaciente que darle, y no nada más eso, sino que deberemos tener el suficiente conocimiento para declararle lo que el TaNaJ –mal llamado Antiguo Testamento- enseña al respecto.

Si verdaderamente lo que enseña el judaísmo tradicional al respecto de los Jukim es verdad, entonces, no habría respuesta para el anterior pasaje, ¿verdad?, más allá que eso, al ser leyes que no tienen una explicación, tampoco nos estarían hablando de un Camino claro para que nosotros transitemos, sin embargo no es así, ya que el objetivo de que nosotros conozcamos los Jukim es que tengamos la claridad suficiente para andar en ese Camino delimitado por Hashem. Leamos el siguiente pasuk:
Éxodo 18:20 Y enseña a ellos las ordenanzas –Jukim- y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer.

¿Cómo enseñaríamos los Jukim sin entenderlos? ¿Cómo transitaríamos por el buen Camino sin conocerlo? No digo que no haya estatutos del Eterno que no entendamos, desde luego que existen, sino a lo que me refiero es llegar al absurdo de definir a los Jukim como: leyes que no tienen una explicación coherente para el hombre, tal y como lo voy a demostrar enseguida.

EL CORAZÓN, LA BASE PARA LOS JUKIM

He enseñado en varias ocasiones que lo que la Biblia le llama el corazón, no se refiere al órgano físico que tenemos y que es el encargado de bombear la sangre al cuerpo, no, sino que he podido demostrar que el corazón, en hebreo: leb o lebab, se refiere, según el uso que le da la Biblia, al centro del hombre en el cual se basan sus decisiones, es decir, el hombre tiene escrito dentro de sí unas reglamentaciones que rigen sus decisiones, estas reglamentaciones pueden provenir del conocimiento que tiene del Eterno o bien del conocimiento personal que ha adquirido y que desde luego puede estar bien o mal, pero a final de cuentas en el llamado corazón en la medida que el hombre conozca del Eterno es en donde se sembrará la voluntad de Hashem. ¿Recuerdas la parábola del sembrador del Brit Jadasháh –Pacto Renovado-?, en ella se enseña claramente que la Palabra de Hashem se siembra en el corazón, tal y como lo atestigua el TaNaJ. Si deseas saber más de este tema te invito a que pidas la conferencia: “El gran mandamiento: El corazón”, en el que explico lo anterior con capítulo y versículo.

Pues bien, por cuanto toda la voluntad del Eterno se puede sembrar en el hombre, el lugar ideal es el corazón. Veamos cómo, tanto los Mitzvot, Jukim y Mishpatim tienen a ese lugar como su objetivo:
1 Reyes 8:58 Incline nuestro corazón hacia él, para que andemos en todos sus caminos, y guardemos sus mandamientos y sus estatutos y sus decretos, los cuales mandó a nuestros padres.

1 Reyes 8:61 Sea, pues, perfecto vuestro corazón para con Hashem nuestro Elohym, andando en sus estatutos y guardando sus mandamientos, como en el día de hoy.

1 Reyes 9:4 Y si tú anduvieres delante de mí como anduvo David tu padre, en integridad de corazón y en equidad, haciendo todas las cosas que yo te he mandado, y guardando mis estatutos y mis decretos,

Esdras 7:10 Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Hashem y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.

Si leíste con detenimiento, el hecho de pedirle al Eterno que incline nuestro corazón para su Jukim, así como el que existe la posibilidad de tener un corazón perfecto en la medida que andemos en sus Jukim, no sólo eso, ya que también hemos leído que un buen ejemplo de un varón que guardó los Jukim fue David, y de cómo Ezra –Esdras- preparó su corazón para inquirir en la Toráh y después él enseñó Jukim. Como habrás notado todo aquel que desee andar rectamente y conforme al Eterno deberá conocer y andar en los Jukim.

David, hombre conocedor y guardador de Jukim, incluso, se atrevió a pedirle al Eterno que le diera a su hijo Shlomó un corazón perfecto para que guardara Sus Jukim, ¿No crees que es bueno conocer esto para pedir lo mismo por nuestros hijos e incluso por los padres?:
1 Crónicas 29:19 Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, y para que haga todas las cosas, y te edifique la casa para la cual yo he hecho preparativos.

Pues bien, el Eterno no dio a Moshé estos Jukim a través de la tradición, sino que los dejó escritos en Su Palabra:
2 Reyes 17:37 Los estatutos y derechos y ley y mandamientos que os dio por escrito, cuidaréis siempre de ponerlos por obra, y no temeréis a dioses ajenos.

Esto que escribo es importante porque no están lejos de ti, así que no tendrás obstáculos en aprenderlos.

JOQ DE HOMBRE Y DE HASHEM

Antes de explicarte qué son los Jukim, debo decirte que cuando estudié todas las veces que aparecía la palabra Toráh y su equivalente: Nomos en toda la Escritura, me di cuenta que la palabra: Toráh, sólo era aplicada para el Eterno, es decir, no había verso alguno que dijera que existía Toráh de hombre; esto es interesante conocerlo porque no sucede lo mismo con sus demás divisiones, por ejemplo: la palabra Mitzvá –mandamiento- sí se utiliza para el hombre. En el caso de los Jukim, sí existen Joq –que sería el singular de Jukim- de hombre, un buen ejemplo de esto es el Joq que impuso Yoséf en Egipto:
Génesis 47:26 Entonces José lo puso por ley -juka- hasta hoy sobre la tierra de Egipto, señalando para Faraón el quinto, excepto sólo la tierra de los sacerdotes, que no fue de Faraón.

Otro ejemplo, es el Joq que impuso David a los hombres que se quedaban a guardar las cosas y los demás que iban a pelear, ambos recibirían el mismo botín:
1 Samuel 30:24 ¿Quién os dará razón en este caso? Porque conforme a la parte del que desciende a la batalla, así ha de ser la parte del que se queda con el bagaje; les tocará por igual. 25 Desde aquel día en adelante fue esto por ley y ordenanza en Israel, hasta hoy.

Desde luego, también existen Jukim del Eterno, como previamente lo hemos leído, lo corroboraré con el siguiente pasuk: Éxodo 15:25 Y Moisés clamó a Hashem, y Hashem le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó;

¿QUÉ ES UN JOQ?

Para entender qué es un Joq, debo explicar primero los Mishpatim someramente: un Mishpat es un juicio o una sentencia dictada por la autoridad. Si nos imaginamos a un delincuente que lo llevan a la corte, la sentencia que se le dicta sería un Mishpat; en el caso de un Joq, sería propiamente la reglamentación que existe para que te dicten un Mishpat, ¿entendiste?, otra vez: el Joq, sería la reglamentación u ordenamiento eficaz que obligaría al cumplimiento de lo dictado. En el libro de Yob –Job- usan varias veces al Joq como un límite. Leamos el siguiente pasuk esperando te dé luz para comprender esto que escribo:
Job 26:10 Puso límite a la superficie de las aguas, Hasta el fin de la luz y las tinieblas.

¿Por qué se usó Joq como límite?, porque de alguna manera, el Joq estaría demarcando la consecuencia de exceder ese orden trazado. Veamos lo que hacía Moshé con los Jukim:
Exodo 18:16 Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Elohym y sus leyes.

Moshé juzgaría entre uno y otro; sin embargo, lo que le daría el carácter legal de su Mishpat o determinación, sería precisamente un Joq.

Con lo anterior, debemos entender que todo Joq tiene una consecuencia que puede ser positiva o negativa:
Levítico 26:3 Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra

La consecuencia positiva del seguimiento de los Jukim, lo determinará el ejemplo de los versículos siguientes. Leamos:
Levítico 26: 4 yo os enviaré las lluvias a su tiempo, y la tierra y el árbol del campo darán su fruto. 5 Vuestra trilla alcanzará hasta la vendimia y la vendimia alcanzará hasta la siembra; comeréis vuestro pan hasta saciaros y habitaréis seguros en vuestra tierra. 6 Yo daré paz en la tierra y dormiréis sin que haya quien os espante; haré desaparecer de vuestra tierra las malas bestias y la espada no pasará por vuestro país

Obviamente, continúan las consecuencias positivas de guardar los Jukim, demuestro con ello que un Joq: sería la regla que tiene fuerza de ley para el gobierno humano o el del Eterno. Leamos más ejemplos:
Deuteronomio 4:40 Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Hashem tu Elohym te da para siempre.

Deuteronomio 6:24 Y nos mandó Hashem que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos a Hashem nuestro Elohym, para que nos vaya bien todos los días, y para que nos conserve la vida, como hasta hoy.

Si guardamos los Jukim nos irá bien, ¿qué sucede si no lo hacemos?, obviamente lo contrario:
Levítico 26:15 y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto, 16 yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma. Sembraréis en vano vuestra semilla, pues vuestros enemigos la comerán. 17 Pondré mi rostro contra vosotros y seréis heridos delante de vuestros enemigos. Los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga. 18 »Si aun con estas cosas no me escucháis, yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados. 19 Quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como hierro y vuestra tierra como bronce. 20 Vuestra fuerza se consumirá en vano, porque vuestra tierra no producirá nada y los árboles del campo no darán su fruto. 21 »Si continuáis oponiéndoos a mí, y no me queréis oír, yo enviaré sobre vosotros siete veces más plagas por vuestros pecados. 22 Enviaré también contra vosotros fieras salvajes que os arrebaten vuestros hijos, destruyan vuestro ganado y os reduzcan en número, de modo que vuestros caminos queden desiertos. 23 »Si con estas cosas no os corregís, sino que continuáis oponiéndoos a mí, 24 yo también procederé en contra de vosotros, y os heriré aún siete veces por vuestros pecados. 25 Traeré sobre vosotros espada vengadora, en vindicación del pacto, y si buscáis refugio en vuestras ciudades, yo enviaré pestilencia entre vosotros y seréis entregados en manos del enemigo.

Desde luego que no termina ahí, sino continúa la consecuencia que se establece en esa reglamentación llamada Joq. Leamos Tehilim:
Salmos 89:31 Si profanaren mis estatutos, Y no guardaren mis mandamientos, 32 entonces castigaré con vara su rebelión y con azotes sus maldades.

Con lo anterior, el Joq: es una reglamentación que tiene fuerza por sí sola porque establece automáticamente una bendición o un perjuicio.

MISHPAT Y JOQ

Debido a mi explicación anterior, podemos ahora entender que un Joq y un Mishpat, es frecuente que los encontremos juntos por su naturaleza:
Éxodo 15:25 Y Moisés clamó a Hashem, y Hashem le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó;

Levítico 26:46 Estos son los estatutos, ordenanzas y leyes que estableció Hashem entre sí y los hijos de Israel en el monte de Sinaí por mano de Moisés.

2 Crónicas 33:8 y nunca más quitaré el pie de Israel de la tierra que yo entregué a vuestros padres, a condición que guarden y hagan todas las cosas que yo les he mandado, toda la ley, estatutos, y ordenanzas, por mano de Moisés.

No nos debemos devanar más allá el cerebro de la voluntad que el Eterno nos dio en su palabra, la dio por nuestro bien, cualquier persona que crea lo contrario, sería tanto como descartar a las leyes humanas y decir que no tienen vigencia o uso después de todo el avance que ha tenido la humanidad a lo largo de todos los años de su existencia; sin embargo, la ley humana existe porque ayuda a aclarar las relaciones entre los miembros de su sociedad, al igual que la Toráh existe con el objetivo de especificar claramente el desenvolvimiento que le es propio tener a todo hijo de Hashem.

Conclusión.

Este estudio sólo es a nivel de introducción, esperando ver próximamente las siguientes partes que lo contendrán, pero mientras llegamos al detalle, consideremos que es válido pedirle al Eterno que nos enseñe sus Jukim:
Salmos 119:12 Bendito tú, oh Hashem; Enséñame tus estatutos.

No nos cansemos de pedirle lo que escribe el salmista:
Salmos 119:124 Haz con tu siervo según tu misericordia, Y enséñame tus estatutos.

¡Shabát Shalom!

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