Justicia a la justicia

Nuestro pueblo se encuentra en la etapa en la cual empieza a entender que su actividad social debe estar regida por instrumentos jurídicos. Dicho sistema tendrá sobre nuestro pueblo la claridad como para resolver cualquier caso que surja dentro del convivio de la comunidad. También, depende de estos criterios jurídicos la calificaciones de los actos y sus consecuencias, ningún otro criterio o “nivel” de entendimiento tendría validez, esta perashá permite ver los elementos que de manera contundente anulan la capacidad de justicia, elementos que de manera cotidiana están presentes en varias de las decisiones durante el convivio con otras personas, al quitar estos elementos que anulan a la justicia estamos realizando el trabajo de sostener las columnas de la misma, con este pensamientos nos obligamos a tomar en serio estos momentos, y no incurrir en tomarlos a la ligera con una practica irresponsable, sin justicia, sin razonamiento y con mucha conveniencia.

Como ejemplo hablaremos del cohecho. Según Rabbenú Alfasi, el cohecho esta mal de cualquier forma: “Si juzgas en su favor esta mal y si juzgas en su contra eres malagradecido, que es también una cualidad muy negativa”.

Otro cometario interesante aparece en el libro de las perashot – porciones de Shem tob en la pagina 5238, el cual dice: “Shojahad (soborno) quiere decir “SHEHU EJAD” que el juez y el acusado se hacen uno, se unen por interés común. Prohibido tomar soborno aun para juzgar verdad. Incluyendo recibir algún favor del contendiente de manera desapercibida provoca enceguecer los ojos del juez

De uno de estos elementos quiero abarcar, la expresión: “no hagas acepción de persona”. En el pasúk –versículo- que veremos a continuación:
Devarim-Deuteronomio 16:19 No torcerás el derecho, no harás acepción de personas, no aceptarás soborno, porque el soborno cierra los ojos de los sabios y corrompe las palabras de los justos.

La expresión: “no hagas acepción de persona” en la fonética hebrea se presenta de la siguiente manera: “lo takir panim” esta recomendación se debe de enfocar sobre un caso de dictaminar un criterio o juicio. Tratando de darle una traducción al español a partir de la fonética, seria de la siguiente manera: “no reconocerás caras”. De lo cual entenderíamos que no se debe de tomar ningún tipo de evaluación de la persona que esta inmiscuida en un proceso de juicio. Si es rica, si es fuerte, si es pobre, si viene bien vestida, es agradable o desagradable, en fin; cualquier característica que nos pudiera influenciar emocional, tanto para estar a favor o en contra de alguien, así que cuando un juez se encontraba ejerciendo un juicio debía separar las apariencia de todos aquellos que estaban involucrados.

Lo siguiente que debía de observar es el ejercicio de la justicia según los criterios de la Torá desposeído de toda emoción que influyera en su decisión, de ahí entendemos la frase de nuestros sabios que da a entender que la justicia debe de ser aplicada tanto para las personas, como para lo relacionado con la problemática.

Imaginemos una problemática entre dos los cuales buscan justicia. Pero uno de ellos será el que tenga la razón de acuerdo a los criterios de la Torá. Al darle la razón a uno de ellos se esta haciendo justicia a los involucrados, en este punto es muy importante entender que cuando el juicio se inclina sobre un lado, se tiene que aceptar la dictaminado por parte del otro, esto hablaría que este personaje tiene madurez y confianza en la Torá. En este caso no se tiene que imaginar a personajes que buscan justicia teniendo la plena conciencia que han cometido un error y buscan una “justicia” a su conveniencia. Una vez dado el resultado de la problemática que fomenta duda, se hace justicia a la acción de uno de ellos.

Recordemos que cuando se presentan dos ante un juez, los dos consideran que sus acciones son justas. Pero al emitir un resultado solo una de ellas tendrá el aspecto de justicia.

Retomemos el mismo caso. Llegan estos dos personajes, se presentan ante el juez, uno de ellos con anterioridad ha tenido problemas personales con el juez. Al solo verle la cara, inmediatamente lo reconoce y trae a su memoria esos episodios. Estos sentimientos al no ser controlados como se exige en la Torá, se verá afectado su criterio, he irá de manera contundente en contra de la persona, no importando que aquella con la que tuvo problemas tenga la razón y que la misma Torá lo ampara.

Como se puede ver, aquí ni se hizo justicia y mucho menos se utilzaron los criterios de la Torá. Se hizo injusticia con la persona y con la Torá. Esto ¿No les trae a la memoria episodios de nuestra vida? ¿Aquellos que siendo influenciado por el aspecto o relación de las persona cambiamos los caminos de la justicia? ¿O momentos aquellos que hacemos justicia de manera perfecta cuando ningún familiar esta involucrado? Pero que ¿Cuándo esta un familiar o amigo en la problemática hacemos casi de todo por ayudarlo, no importando que hizo? ¿Somos los que defendemos a los amigos y no a la justicia? ¿Cómo lograr tener este control emocional? Quiero aclarar que el “no examinar” o el “no ver sus caras” esta íntimamente relacionado con un proceso de justicia, ¿Por qué tomo la frase como “no examinar”? veamos unos pasúkim donde solo está señalada la raíz hebrea que queremos estudiar la cual, recordemos tiene origen en la frase que anteriormente les presente la cual es: “lo takir panim”. Takir viene de la raíz hebrea: “nakar”, insisto no esta acompañada con la aseveración de prohibición, al contrario esta señalando que se esta ejerciendo esta acción de examinar, veamos:

Bereshit-Génesis 37:32,33 y enviaron la túnica de manga larga, haciéndola llegar hasta su padre con este recado: «Esto hemos encontrado: examina si se trata de la túnica de tu hijo, o no.» El la examinó y dijo: «¡Es la túnica de mi hijo! ¡Algún animal feroz le ha devorado! ¡Yosef ha sido despedazado!»

La raíz que estamos estudiando aparece en dos expresiones: “examina” y “examinó”, aquí la raíz está asentando que ejerció ese acto, por el cual se llegó a la conclusión, que dicha prenda si era de su hijo. Al ser convencido a examinar detalladamente llegó a una conclusión, la cual era la que habían calculado.

Si nos metemos un poco mas en el caso vemos que existían dos elementos importantes en este caso:

Uno- la ropa de Yosef

Dos- la sangre, la cual no era de Yosef, pero el simple hecho que era su túnica, dio por asentado que era su sangre, de manera personal diría que la primera apariencia, en este caso es la ropa, influenció en todo lo demás. Veamos los siguientes pasukim donde pone un caso muy interesante:

Devarim-Deuteronomio 21:16,17 El día que reparta la herencia entre sus hijos no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la mujer que ama, en perjuicio del hijo de la mujer que no ama, que es el primogénito. Sino que reconocerá como primogénito al hijo de ésta, dándole una parte doble de todo lo que posee: porque este hijo, primicias de su vigor, tiene derecho de primogenitura.

La expresión: “reconocerá” ocupa la raíz que estamos estudiando, y de ahí aprendemos que si tú tienes alguna preferencia o no por algo o alguien no tiene ningún peso para que tú cambies lo que es justo. Digamos que la receta es eso premisamente, tomar como referencia únicamente a los criterios ya establecidos en la Torá, tus inclinaciones, tus gustos, tus preferencias, tu lazos, tu imaginación, no tienen porqué intervenir.

Conclusión.

En Bet Haderej se tiene una frase muy importante para regularizar estas emociones o imaginaciones, la cual es la siguiente: “no te enojes con la persona enójate con los hechos”.

¿Qué quiere decir esto? Simple, cuando estés en calidad de dar un juicio sobre un acto, no veas quien es, ni examines que significa para ti, defiéndelo de los actos que está realizando, razonando con el los criterios de la Torá sobre ese asunto, sus consecuencias que esta acción atrae, aclara su camino, da fuerzas, aliento, construye un castillo con la justicia alrededor de él, logra convencerlo que la justicia es el amparo, la fortaleza, la vida misma.

Y para finalizar diré que si nos apegamos siempre a los criterios de la Torá, ningún sentimiento nos influenciara para dar un juicio incorrecto, hagamos justicia a la justicia.

¡Shabát shalom!

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