Lo trascendente y lo transitorio

Y salió

Tema:
Lo trascendente y lo transitorio

7 de Kislev de 5768
17 de Noviembre del 2007
Bereshit / Genesis 28.10-32.3

Daniela Mojica
Sinagogas Bet Haderej

Introducción

Bereshit 28:10 Vayetse Ya’akov mi-Be’er Sheva vayelej Jaranah.
La perashat Vayetze nos ofrece un amplio panorama de acontecimientos en los que encontramos como protagonista a nuestro padre Yaakov en medio de situaciones complejas: la huída de las represalias de Esav, el sueño en el que le es revelado el plan del Hashem, el encuentro con el antagónico tío Labán y los enredos en los que se ve afectado por influencia de este familiar, la interacción con las hermanas Raquel y Lea, el nacimiento de 11 de los 12 patriarcas y el regreso a Eretz Israel.

Genesis 28:10 Y salió Jacob de Beer-Sheva, y fue a Jarán.

La forma y el fondo de cada una de dichas secuencias, en ocasiones caóticas, preceden y proporcionan los elementos n ecesarios para la conformación del pueblo de Israel, esto es, personalidad e ideología. Así vemos cómo en hechos que a simple vista resultan incongruentes se esconde la acción perfecta de Hashem.

Temas de la Perasha

La perasha habla sobre los siguientes temas:

Primera aliá (28:10-22)
· El sueño de Yaakov.

Segunda aliá (29:1-17)
· Yaakov viaja hacia la casa de su tío Labán.
· Yaakov conoce a Rajel.

Tercera aliá (29:18 – 30:13)
· Yaakov se casa con Lea y con Rajel.
· El nacimiento de Reubén.
· El nacimiento de Shimón.
· El nacimiento de Leví.
· El nacimiento de Iehudá.
· El nacimiento de Dan.
· El nacimiento de Naftalí.
· El nacimiento de Gad.
· El nacimiento de Asher.

Cuarta aliá (30:14-27)
· El nacimiento de Isajar.
· El nacimiento de Zebulún.
· El nacimiento de Diná
· El nacimiento de Iosef.

Quinta aliá (30:28 – 31:16)
· Yaakov y su ganado.
· Yaakov decide volver a la tierra de Israel.

Sexta aliá (31:17-42)
· El viaje a la tierra de Israel.
· El encuentro entre Yaakov y Labán.

Séptima aliá (31:43 – 32:3)
· El pacto entre Yaakov y Labán.
· El encuentro de Yaakov con los ángeles.

Enseñanza

La escalera de Yaakov

A partir de Bereshit 28:10 y hasta 28:22 la Torá nos narra cómo Yaakov Avinu experimenta un evento inesperado en el que le es concedido observar el movimiento de la dimensión espiritual, en este escenario Hashem, Hakadosh Baruj Hu, le confirma el pacto establecido con sus padres. Para Yaakov no es sencilla la revelación en medio de la confusión suscitada por el disenso con su hermano, sin embargo continúa y propone la manera de corresponder a la visión, esto es, entregando los diezmos de todas sus pertenencias.

El Patriarca viene de una situación compleja que más tarde continuará en Jarán. Sin embargo, el evento de Bet El ajustó el sentido de sus acciones hacia un plano espiritual. Este hecho nos ilustra que si el Eterno lo hizo con Yaakov, lo hará con nosotros, en tiempo y forma se presentará en nuestras vidas para darnos sentido, me refiero a lo individual y grupal. No nos es revelado qué ocurrirá con exactitud, pero sí el resultado, roguemos por ser merecedores de esta misericordia.

El antagónico Labán

La Torá nos cuenta la historia a partir de Bereshit 29:13 cuando Labán se ente ra de la llegada a Jarán de su sobrino y su encuentro con él. De esta relación sobrevendrían incidentes en los que Yaakov Avinu es engañado una y otra vez por Labán. De la lista conocida las dos más relevantes a fines de este comentario:

1.- El cambio de Rajel por Leá, hecho que implica toda una estrategia. El texto no nos narra en qué momento Labán urdió semejante plan, pero lo que sí es que vemos a Yaakov trabajando siete años creyendo que recibiría el pago pactado. Después de la sorpresa del cambio, siete años más de trabajo, ahora sí por Rajel.

2.- Al nacer Yosef, Yaakov decide que es tiempo de regresar a Eretz Israel, sin embargo, a Labán no le es conveniente dejar ir al Patriarca sin obtener provecho, por ello diseña una técnica para obtener la mayor parte de las ganancias, resultado del trabajo de Yaakov, en especial del ganado. En el pasuk 7 del capítulo 31 Yaakov expresa a Rajel y Leá: “Vuestro padre me engañó y cambió mi salario diez veces…”

Labán, si bien un personaje real en la historia del pueblo hebreo, también es una extraordinaria figura que se repetirá a lo largo de la historia. Labán el arquetipo del engañador, siempre presto a obtener ganancias deshonestas, fáciles, a costa del trabajo de los demás haciendo uso de verdades a medias. Es curioso observar como el Eterno permitió que Yaakov experimentara la astucia de su tío, pero en cada incidente lo acompaña y le otorga el triunfo.

No nos resulte extraño que Labán conviva con nosotros, incluso que nos acompañe a la Sinagoga, para que Yaakov crezca necesita a Labán, es necesario que decidamos que acciones vamos a tomar ante los engaños de Labán, de nuevo, si el Eterno estuvo con nuestro padre, estará con nosotros.

Por otra parte, Labán nos representa una buena ocasión para medir los motivos que nos mueven, esto es, qué elementos hemos incluido y cuáles hemos desechado en el código de ética que nos rige diariamente. Incluyamos a Yaakov, desechemos a Labán.

La amada y la desdeñada

Otro aspecto de suma importancia de la perashat Vayetze es la relación del Patriarca con sus esposas Rajel y Leá así como con las siervas de éstas Bilhá y Zilpa respectivamente. Tomando en cuenta las edades, la tradición dice que Leá debería ser desposada con Esav, mientras que Rajel con Yaakov, en cambio este plan terrenal se ve afectado. La consecuencia ulterior, que podría antojarse caótica, resulta perfecta, esto es, el nacimiento de los doce patriarcas. De Leá la desdeñada nacen seis de los doce líderes: Reubén, Shimón, Leví, Yehudá, Isajar y Zebulún; de su sierva Zilpa: Gad y Asher. De la amada Rajel nacen Yosef y Binyamín; de su sierva Bilhá: Dan y Neftalí. Pilares e instrumentos de la consolidación de la nación hebrea.

Con todo, la convivencia de las hermanas y por ende de los hijos nos refiere la complejidad de las relaciones interpersonales. Una situación paradójica, pues las unía el amor fraterno y las separaba el que una fuera amada y otra desdeñada. Es de suponerse que los hijos observarían y aprenderían a relacionarse bajo estos patrones, mismos que en el futuro les ocasionarían diferencias.

Vemos en el pasuk 14 del capítulo 30 del libro de Bereshit una clara diferencia entre las hermanas Leá y Rajel: Reubén, hijo de la primera, sale a buscar mandrágoras para su madre, acontecimiento que por sí mismo nos habla de la rivalidad entre los grupos de mujeres por darle más hijos al Patriarca, al descubrirlo Rajel exige la pertenencia, finalmente llegan al acuerdo de que Lea conviviría con Yaakov a cambio de las citadas plantas.

La personalidad es resultado de un cúmulo de eventos que experimentamos desde la concepción, así nuestro carácter se moldea gracias a cómo percibimos las experiencias externas. La principal fuente de alimentación son nuestros padres, de tal manera que cada uno de nosotros posee características específicas de pensamiento, comportamiento y por ende construcción de la realidad, la misma anécdota es percibida de diferente manera por los espectadores.

Los doce hijos del Patriarca fueron expuestos a la misma anécdota, sin embargo, cada uno venía de su propio contexto, por lo cual se produjeron sendas reacciones. Lo importante es lo que cada una de esas vidas representa en el paradigma hebreo. Hashem fundó su pueblo en esas doce piedras, inamovibles, eternas. Gracias a lo cual estamos hoy aquí, hijos todos del Patriarca, pero cada uno con una historia previa, en ocasiones álgida, contrastante, inconexa. Cuántos de nosotros por nuestra voluntad nos hubiéramos reunido, muy pocos. Diferencias de todo tipo nos separaba. Hashem, Hakadosh Baruj Hu, tuvo a bien llamarnos y escogernos para ser parte de la familia de Yaakov.

¿Cuál será nuestra responsabilidad primaria al ser parte de la familia de Yaakov? Aprendamos, al igual que los hijos de Leá y Rajel, a superar nuestras diferencias y fijar la mirada en lo trascendente y no en lo transitorio. Recordemos que en nuestras manos está el destino de la próxima generación, debemos habilitarla para que a su vez sea capaz de dar a luz a otra generación todavía más firme.

De vuelta a casa

El pasuk 25 del capítulo 30 de Bereshit nos relata la decisión del Patriarca de volver a Eretz Israel, sin emb argo, a la decisión la acompañan algunos contratiempos, como lo hemos mencionado ya, Yaakov debe finiquitar la sociedad con Labán, el cual, después de verse vencido ante el poder de Hashem, persiste e intercepta la caravana hebrea para hacer su último reclamo. Una vez más la razón no le asiste.

La perashat culmina cuando Yaakov está próximo a entrar a la tierra de sus padres, ha dejado atrás Jarán, la que lo había recibido años antes, cuando era un joven sin posesiones, ahora, ya maduro, con una familia y un cúmulo de riquezas retornaba. ¿Qué le esperaba?, en ese momento era incierto saberlo, sin embargo ya no era el mismo, ahora la experiencia le decía que si Hashem le había prometido acompañarlo lo haría.

Conclusion

Es un ejercicio interesante medir nuestras vivencias a la luz de la vida del Patriarca. Con sus debidas proporciones, es posible vernos reflejados en los diversos pasajes del tránsito de Yaakov por este mundo, los múltiples problemas que experimentó y la manera en cómo los resolvió nos proporcionan jurisprudencia espiritual y ética para decidir lo que haremos ante nuestros propios problemas.

¡Shabath Shalom!

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