Los Sacrificios y la Obediencia.

Shabát Zajor

13 de Adar del 5770
27 de febrero del 2010. 
1 Shmuel-1ª Samuel 15:1-34

 

Rivká Bat Sará
En Honor a su Bat Mitzvá
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Introducción.

La perashá que estamos leyendo hoy es Tetzavé-y al ser hoy shabát zajor leemos la haftará que se encuentra en 1ª Shmuel 15:1-34 en la cual podemos ver la importancia de los sacrificios que se ofrecían, y sobretodo reflexionar en el ¿Porqué se ofrecían? Es decir, había algo que hicimos mal delante del Eterno, desobedecimos consciente o inconscientemente, de lo cual tenemos que arrepentirnos, para esto es necesario ofrecer un sacrificio y de esta manera podemos acercarnos al Eterno y obtener su perdón. (Menciono la palabra acercarnos porque la palabra  “Korban” que interpretan como “sacrificio” u “ofrenda” viene de la palabra “karab” que traducen como “acercarse, presentarse o estar cerca”). Es de considerar que este era el propósito de los sacrificios, poder acercarse al Eterno, presentarse delante de El y obtener su perdón.

Relacionemos estos dos temas (sacrificios y obediencia) consideremos que van de la mano, en la perashá vemos la importancia de los sacrificios en distinto orden y en la Haftará vemos la importancia de la obediencia con el Rey Shaúl y las consecuencias graves que puede acarrear el desobedecer la palabra del Eterno.

Explicaremos y a fin de encontrar una enseñanza positiva en estas líneas que el Eterno me ha permitido que lleguen a todos nosotros por medio de su Torá.

Enseñanza.
Continuando entonces con la parashá leímos que había varios tipos de sacrificios u ofrendas, por ejemplo la ofrenda ‘olá (que era la que se daba de los animales y estos eran consumidos por el fuego) y la ofrenda minjá (que se daba de los productos del campo), también podían ofrecer harina, aceite de oliva, incienso y sal, aquí podemos ver que el Eterno daba la posibilidad a todos (ricos o pobres) de ofrecer un sacrificio, por lo que no hay ningún impedimento para un sacrificio, no podían decir que no tenían la posibilidad económica de ofrecer un sacrificio, había otras opciones y por más pequeña que fuera la ofrenda el Eterno nos permite acercarnos a El, no importando la posición económica, ya que el Eterno ve siempre nuestros corazones y eso es lo más importante delante de El, hay un ejemplo muy claro de esto en Lucas 21: 1-4 “Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas. Y dijo: amén amén, que esta viuda pobre echó más que todos. Porque todos aquellos echaron para las ofrendas de Elohim de lo que les sobra; más está, de su corazón dio todo lo que tenía”
 
Cuando ofrecemos algo de corazón, con amor, le damos todo lo que somos al Eterno y eso es lo que El quiere de nosotros, un corazón sincero.

Otro punto que consideró importante en esta lectura es en Vaykra-Levítico- 2:11 “ninguna ofrenda que ofrecéis a Hashem será con levadura; porque de ninguna cosa leudada ni de ninguna miel, se ha de quemar ofrenda para Hashem” sabemos lo que representa la levadura, tal vez se podría interpretar como una persona soberbia o altiva y eso no le agrada al Eterno, nuestro servicio con el Eterno debe ser sincero, puro, limpio,  sin orgullo, sin maldad, Hashem busca corazones entregados y dispuestos a obedecer, esto lo podemos corroborar en  Bet Dibré Hayamim-2 Crónicas 16:9 “porque los ojos de Hashem contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con El”.

Pero, ¿Cómo vamos a tener un corazón perfecto para con el Eterno?,  al ver la palabra perfecto pareciera difícil de lograr; y si, realmente es difícil seguir al Eterno, sólo lo lograremos  obedeciendo y conociendo al Eterno a través de su palabra, pero si no nos damos el tiempo para buscarlo, para leer la Torá que es un instructivo para nuestra vida, no podremos conocerlo ni acercarnos a El. (Hace algún tiempo escuche un estudio de Bet Haderej, el cual hablaba de que la única forma de amar al Eterno y conocerlo es estudiando Torá y aplicándola en nuestras vidas) y realmente creo que es el único camino, la obediencia, y todos los que estamos aquí sabemos que  cuesta trabajo pero la recompensa es lo más valioso, podemos leer en  Aléf Yohanán-1 Juan 2: 3-5 “Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no esta en el, pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Elohim se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en El”.

Ahora vamos a Vaykra-Levítico- 5:17 “finalmente, si una persona pecare, o hiciere alguna de todas aquellas cosas que por mandamiento de Hashem no se han de hacer, aun sin hacerlo a sabiendas, es culpable, y llevará su pecado” si sabes o no que lo que estas haciendo esta mal, de todas formas tendrá un consecuencia, por ejemplo: el estudio de la Torá, sabemos cual es nuestra responsabilidad sin embargo, siempre hay algo que pareciera nos impide estudiar, en el caso de las mujeres: “no tengo tiempo, la casa, el trabajo, los hijos, etc.” Pero si realmente te esfuerzas en dedicarle un tiempo al Eterno, tu vida va cambiando, y El te recompensa de diferentes formas y te das cuenta de que te da tiempo de todo y hasta te sobra, solo hay que esforzarse y eso es lo que El Eterno ve en nosotros.

Aquí volvemos al tema de la obediencia, podemos obedecer buscando un interés propio, “para que me vaya bien”, y sabemos que toda obediencia nos traerá bendición, pero ¿porque no mejor obedecer de corazón, sin esperar que los demás lo noten?, sin hacerlo público, sino que realmente estemos satisfechos y felices de obedecer y que se haga en nosotros un hábito, algo normal, que no nos cueste trabajo o que no sintamos que estamos sacrificando algo para obedecer, sino que realmente haya en nosotros esa satisfacción de obediencia, con el corazón, sin interés alguno; eso es lo que le agrada al Eterno.
Ahora bien,  para poder obedecer y cumplir los mandamientos del Eterno tenemos que comprometernos a dar de nuestro tiempo, para el estudio de la Torá y para con otras personas, considero que el compromiso es sacrificar algo en beneficio de otros, puede ser tiempo, descanso, dinero, etc., eso es un verdadero compromiso, algo que sale de nosotros y nadie nos obliga a hacerlo, sino que de nuestra propia voluntad y corazón hacemos algo por los demás y nos esforzamos por las cosas del Eterno.

Continuando con la obediencia, es aquí donde quiero mencionar lo que leímos en la Haftará  Zajor.

Mencionaremos derivado de una Haftará especial, una explicación que se dio en un estudio de años anteriores por el Rabi Mijael Avila “Shlita”.

¿Porque es una Haftará especial?, en Shabat Zajor-recuerdo-recordamos el triste episodio de nuestro pueblo contra los ‘amalekim-amalecitas, el cual se realiza previo a la fiesta de Purim; en esta fiesta se lee el libro de Esther, donde aparece Hamán quien desea la destrucción de nuestro pueblo y el es descendiente de ‘Amalék quien debió haber sido aniquilado, y de lo cual el Rey Shaul desobedeció.

Dice en Alef  Shmuel-1ª Samuel 15:1 “después Samuel dijo a Shaul: Hashem me envió a que te ungiese por Rey, sobre su pueblo Israel, ahora obedece la palabra de Hashem”, el Eterno pide obediencia, sin embargo, aún dando indicaciones muy específicas de lo que se debía hacer con los ‘amalekim, el Rey Shaúl toma otra decisión.
Alef Shmuel-1ª Samuel 15:9 “y Shaúl y el pueblo perdonaron a Agag y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir, más todo lo que era vil y despreciable lo destruyeron.” Aquí se muestra como no obedecieron la voz del Eterno, ¿y que consecuencias tuvo este hecho? Veámoslo en Alef Shmuel-1ª Samuel 15:11 “me pesa haber puesto por Rey a Shaúl, porque se ha vuelto en pos de mi y no ha cumplido mis palabras”, el que no obedezcamos la palabra del Eterno es como estar en contra de Él, y después sucede algo muy común que tal vez nos ha pasado a todos, tratamos de justificarnos cuando sabemos que algo no estuvo bien, o a veces hasta buscamos culpar a otros, cuando sabemos en el fondo que somos responsables de la situación. Dice lo siguiente: Alef Shmuel-1ª Samuel15:13 “vino pues Shmuel a Shaúl  y Shaúl le dijo: bendito seas tu de Hashem, yo he cumplido la palabra de Hashem” aquí el rey Shaúl dice que obedeció, que cumplió la palabra del Eterno, pero no tal como el lo pidió…
Alef Shmuel-1ª Samuel 15:19-21 “¿Porqué pues, no has oído la voz de Hashem, sino que vuelto al botín has hecho lo malo ante los ojos de Hashem? Y Sahúl respondió a Shmuel: antes bien he obedecido la voz de Hashem y fui a la misión que Hashem me envió, y he traído a Agag rey de ‘Amelek, y he destruido a los ‘amalekim, mas el pueblo tomo del botín ovejas y vacas, las primicias del anatema, para ofrecer sacrificios a Hashem tu Elohim en Gilgal” , yo me pregunto, ¿en verdad El Eterno tomará en cuanta un sacrificio que a fin de cuentas vino de la desobediencia?, después dice en Alef Shmuel-1ª Samuel 15:22-23 “¿Se complace Hashem tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Hashem? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tu desechaste la palabra de Hashem, el también te ha desechado para que no seas Rey”. Vemos que la desobediencia trae consecuencias graves.
 


Conclusión.

El Eterno es muy claro en cuanto a la obediencia, sin embargo, creo que no estamos acostumbrados ni a obedecer ni a escuchar, nos gusta la independencia, no queremos que nadie nos diga lo que debemos hacer (tal vez antes de conocer al Eterno vivíamos así, ahora ya no), si estamos aquí y el Eterno nos ha llamado y en verdad estamos dispuestos a seguirlo debemos someternos a Él y hacer su voluntad, solamente así tendremos éxito en cada cosa que emprendamos, y en general en nuestras vidas.

De todo esto podemos reflexionar en ¿Qué tipo de obediencia queremos en nuestras vidas, una obediencia de corazón, sin rebeldía, sin fingimiento, sin intereses personales, una obediencia solo por amor? Si es así, que el Eterno nos la conceda.

Y si hay algún sacrificio que tengamos que presentar al Eterno, algo por lo que tengamos que hacer teshuvá-arrepentimiento, no lo pensemos más, hagámoslo hoy, pidamos perdón, sin levadura, sin altivez, sin orgullo, sino con humildad, con amor y con la seguridad de que el Eterno esta ahí escuchándonos, esperando nuestra obediencia para darnos de su infinito amor.

 

 ¡Shabát Shalom!
 
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