No olvidar

Devarim 7:12 por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, el Eterno tu Elohym guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres.

 «Vajayah EKEV tishmeon et, jamishpatim jaelej ushmartem vaasiitem otam veshamar Adonai, elojiejah lejah et jaberit ve et jajkesed asher nishvah leavotiejka:

Este pasuk / versículo, resulta muy importante, ya que sin especificarlo, describe perfectamente a la Emunah / Fe, resultando del todo ilustrativo para aquellos que se inscribieron al curso de la Universidad Virtual de Bet HaDerej.com, la cual impartió el curso «Una Emunah«, ya que constataron la importancia de éstos tres factores, los cuales, nos ayudaron a ver la manifestación de la Emunah, si no lograste inscribirte, próximamente lo podrás encontrar disponible en el portal  bethaderej.com.

La Emunah debe tener éstos tres factores o elementos:

«Oído estos decretos» – Conocer la voluntad de Hashem
«Haberlos guardado» – Creer a la voluntad de Hashem
«Puesto por obra» – Hacer la voluntad de Hashem

Resulta interesante conocer las veces que aparecen las palabras clave a lo largo de ésta Perasha Hashavua. Veámoslo a continuación:

«Oido» del hebreo «Shamá» aparece 8 veces; Devarim 7:12; 8:20; 9:1, 2, 19, 23; 10:10; 11:13.

«Guardado» del hebreo «Shamár» aparece 10 veces; Devarim 7:12; 8:1, 2, 6, 11; 10:13; 11:1, 8, 16, 22.

«Puesto por obra» del hebreo «Asá» aparece 22 veces; Devarim 7:12, 18, 19; 8:1, 17,18; 9:12, 14, 16, 18, 21; 10:1, 3, 5, 18, 21; 11:3, 4, 5, 6, 7, 22.

¿Deseas aprender más acerca de cada uno de ellos? ¡Vamos estudia cada pasuk!

Después de dejarte previamente la tarea de estudiar las tres palabra clave del pasuk con el que comienza ésta perasha, quiero compartirte la importancia de reconocer la obra del Eterno en nuestra vida a partir de abordar la segunda aliá.
Devarim 8:11 Cuídate de no olvidarte de El Eterno tu Elohym, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 12no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; 14y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de El Eterno tu Elohym, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; 15que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; 16que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien; 17y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18Sino acuérdate de El Eterno tu Elohym, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. 19Mas si llegares a olvidarte de El Eterno tu Elohym y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. 20Como las naciones que El Eterno destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de El Eterno vuestro Elohym.

Para que seamos obedientes en todo lo anteriormente escrito, el Eterno nos pide algo importante «No olvidarnos«, y es que el hombre es muy dado a olvidar, sobre todo lo «bueno», resulta más fácil recordar lo «malo» que recordar lo bueno, por esto, el Eterno nos advierte «Cuídate de no olvidarte«, por lo que es importante que consideramos ésta advertencia. En el hebreo la palabra «olvidar» es » «Sakaj» jv’K y ésta, nos da una bella enseñanza.

Cuando el Eterno nos insta a hacer su voluntad, es siempre a sabiendas de las debilidades propias del ser humano, y de esto nos da ejemplo la historia de nuestro pueblo, ya que a lo largo de su supervivencia, nuestro pueblo ha acaecido en innumerables ocasiones de los errores que previamente el Eterno nos había advertido, veamos dos ejemplos.
Shoftim / Jueces 3:7 Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo ante los ojos de El Eterno, y olvidaron al Eterno su Elohym, y sirvieron a los baales y a las imágenes de Asera.

1 Shmuel / Samuel 12:19 Y olvidaron al Eterno su Elohym, y él los vendió en mano de Sísara jefe del ejército de Hazor, y en mano de los filisteos, y en mano del rey de Moab, los cuales les hicieron guerra.

Seguramente cuando leemos éstos episodios, suponemos que nada de eso nos ocurrirá, sin embargo y después de todo ¿Para que el Eterno se tomó el cuidado de dejarnos semejantes ejemplos? Fue precisamente para que nos sirviéramos de ellos, para el efecto de no cometerlos. Y sin embargo no estamos exentos de hacerlos, basta ver la cantidad inmensa que existe en medio de nuestro pueblo de superstición, tantas creencias formadas a partir de sincretismos místicos revueltos con la Torah, y sin embargo, por costumbre nuestros paisanos sin meditar en ellos, las siguen, nublándoseles el entendimiento por el justificante de que «la mayoría lo hace«. ¡Que el Eterno tenga misericordia de nosotros!

Regresando al «Sakaj«, «olvidar» me maravillo cuando previamente Hashem nos enseña con el ejemplo y posteriormente nos lo solicita, no quedándose de lado, sino que con su ejemplo nos guía.
Devarim 4:31 porque Elohym misericordioso es El Eterno tu Elohym; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará (Sakaj) del pacto que les juró a tus padres.

Observa que esto sucede unos capítulos previos.

Como te podrás dar cuenta, aún el Eterno por esos atributos que le caracterizan, como la «Fidelidad», resulta imposible que se niegue a sí mismo y comprometa su mismo orden, por lo que aún El promete no olvidarse de sus promesas. Esto es «enseñarnos con el ejemplo» ¿No lo crees?

La Torah nos enseña de qué, no nos tenemos que olvidar «Sakaj»:

a) No «Sakaj» olvidarnos de que el Eterno nos rescato de la esclavitud, libertándonos de Egipto.

Devarim 6:12 cuídate de no (sakaj) olvidarte de El Eterno, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

Situación que recordamos anualmente y por voluntad del Eterno al celebrar nuestra fiesta de Pesaj, ya que es mitzvá / mandamiento, contarles a nuestros hijos acerca de éste evento. Mucha gente piensa que es demasiado ser «religioso», sin embargo lejos de que sea algo irracional, esto tiene un por qué, ya que a cada momento de nuestra vida, en cada acción que hacemos producto de la voluntad de Hashem, tiene por objeto librarnos del mal, y traernos constantemente a memoria, a través de actos visibles como las tradiciones, las misericordias de Hashem, provocándonos constantemente a una acción de gracias por los favores recibidos ¡Baruj Hashem!

b) No olvidarnos «sakaj» de la Torah.

Tehilim / Salmos 119:61 Compañías de impíos me han rodeado, Mas no me he olvidado (sakaj) de tu ley.

No hay herencia más importante que haber recibido de Avinu / Nuestro Padre, la Torah,
como está escrito en Devarim 33:4 «Cuando Moisés nos ordenó una ley / Torah, como heredad a la congregación de Jacob.»

¿Qué persona hay que se pueda olvidar de tan gran herencia? Sin duda el hombre lo puede hacer, por lo que el Eterno nos dice «Cudate de no olvidarte»

c) No olvidarnos «sakaj» de sus estatutos / jukim

Tehilim / Salmos 119:83 Porque estoy como el odre al humo; Pero no he olvidado (sakaj), tus estatutos.

Los jukím / Estatutos, forman parte de la Torah de Hashem. Aprendamos del salmista y que nos hallemos diciendo lo mismo ¡No me he olvidado!

d) No olvidarnos «sakaj» de sus Mitzvot / Mandamientos

Tehilim / Salmos 119:176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado (sakaj) de tus mandamientos.

Otro componente importante de la Torah, de ahí que cada elemento de éstos, legalmente nos hace solicitarle a Hashem, que recuerde sus misericordias para con nosotros.

e) No «Sakaj» olvidarnos de las cosas que nuestros ojos han visto

Devarim 4:9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides (sakaj) de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.

¿Cómo conseguimos no olvidarnos de las cosas que hemos visto? En la Torah está la respuesta, «Enseñándolas a nuestros hijos y a nuestros nietos». Y es que no hay mejor manera de retener la voluntad de Hashem, que transmitiéndola a otros y principalmente a nuestros hijos.

Si tienes una hija, cualquier momento de calma es bueno para transmitirle el conocimiento de Hashem, pero si tienes un hijo, es difícil pararlo y enseñarle, por lo que es un buen momento para hablarles, cuando uno va en el coche con ellos, de hecho la Torah dice: Devarim 6:7 «y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes», así que aprovechemos la mejor ocasión para transmitirles a nuestros hijos la voluntad de Hashem, la cual nos servirá para «recordar» y no «olvidar».

f) No olvidarnos «Sakaj» de las obras de Hashem.

Tehilim / Salmos 78:7 A fin de que pongan en Elohym su confianza, Y no se olviden (sakaj) de las obras de Elohym;

Tenemos tanto para maravillarnos de lo que el Eterno ha hecho con la creación. Rabí Shaúl / Pablo, escribe en su carta a los Romanos 1:19 «porque lo que de Elohym se conoce les es manifiesto, pues Elohym se lo manifestó. 20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa». Así que aún en la creación Hashem se manifiesta irradiando su inmenso amor.

g) No olvidar «Sakaj» ninguno de Sus beneficios.

Tehilim / Salmos 103:2 Bendice, alma mía, a El Eterno, Y no olvides (sakaj) ninguno de sus beneficios.

Es frecuente al atravesar circunstancias de duelo o de enfermedad, reflexionar acerca de
la salud que se perdió, y lamentablemente hasta ese momento valoramos lo que hemos perdido, y más aún lo que el Eterno nos ha dado, así que tratemos en la medida de lo posible traer a memoria todas las bendiciones recibidas, las cuales provocaran un renuevo en nuestra relación con Hashem, dándole a lo acontecido un toque siempre de actualidad, ya que esto fortalecerá nuestra Emunah / Fe.

h) No olvidarnos «Sakaj» de Sus Palabras.

Tehilim / Salmos 119:16 Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré (sakaj) de tus palabras.

El capítulo más largo de la Biblia, Tehilim 119, nos amplia el panorama al respecto de la Torah, y algo importante que nos enseña éste capítulo es «el no olvidarnos de sus Palabras» del hebreo «Dabar», las cuales para nuestra vida deben tener una prioridad. Así que nuevamente «no nos olvidemos».

Conclusión

Resulta tan importante el no «olvidar», que aún Moshé dejo asentado el cántico que entono al Eterno por todos los favores recibidos Devarim 32, y esto fue un legado de la gratitud de Moshé al Eterno.

¿Cuál sería el legado de gratitud que tu yo estamos dejando por los favores recibidos de Hashem?

¿De qué manera le estás demostrando tu agradecimiento?

Si ahora tenemos familia, hijos, esposa o una empresa o una casa, o tal vez trabajo, o un carro, o salud o una kehilá ¿No crees que es momento de agradecerle al Eterno? Y ¿Sabes? Te invito a que en este momento te detengas y de labios le agradezcas, sin embargo no quiero que pienses que esto es suficiente, por que ahora te invito a que se lo demuestres con hechos, ¿Cómo? Dale de tu tiempo a Hashem, ofrécete en alguna necesidad propia de la Bet Haknesset, dale tiempo asistiendo a algún estudio de la Torah, y no nada más eso, dá de tu dinero para que la voluntad de Hashem se propague, contribuye monetáriamente para el sostenimiento de la Bet Haknesset, compra libros y dónalos a la congregación para que se forme una biblioteca de la cual todos salgan bendecidos, hay tanto por hacer, que estas son solo sugerencias, pero ¡No te abstengas de agradecerle a Hashem por su misericordia y gran amor!

¡Shabbath shalom!