Ocupate de la Torá.

Cuando Expulsó.

 

12 de Shevat de 5765
22 de enero del 2005
Shemot / Éxodo 13:17-17:16

Introducción


Éxodo 13:17 Y sucedió que cuando el Faraón hubo enviado al pueblo, no los guió Elohim por el camino de la tierra de los filisteos, aunque era el más próximo, pues dijo Elohim: No sea que se arrepienta el pueblo al ver la guerra y se vuelva a Egipto.


Shemot 13:17 Vayeji beshalaj Far’oh et-ha’am velo-najam Elohim derej erets Plishtim ki karov hu ki amar Elohim pen-yinajem ha’am bir’otam miljamah veshavu Mitsraymah.

15 de nisan del año 2448, el ka´hal -congregación- Ysrael se encuentra a las orillas de Yam Suf -Mar Rojo-, al atisbar de pronto el camino que dejaron atrás se dan cuenta que un enorme ejército se acerca con Paró -Faraón- a la cabeza, el animo del pueblo empieza a desfallecer al sentirse acorralados pues lo único que tiene enfrente es el mar y a sus costados el desierto repleto de animales salvajes y donde morirían a causa del calor, la sed y el hambre, y si aún pudieran escapar por el momento, seguro serían alcanzados por los carros de Paró.

Temas de la Perashát 


Primera aliá (13:17 – 14:8)

-El Eterno decide no conducir al Benei Yisrael por el camino de la tierra de filistea sino por el camino del desierto, hacia Yam-Suf -Mar Rojo. Moshé lleva consigo los huesos de Yosef -José- cumpliendo con el juramento hecho a Él por los hijos de Yisrael. El Eterno los guía, de día con una columna de nube y de noche una columna de fuego.

 

Segunda aliá (14:9-14) 

Los egipcios alcanzan a los hijos de Yisrael junto al mar. Los hijos de Yisrael temen y reclaman el haber salido de Egipto. El Eterno será quien peleará por ellos y con estas palabras Moshé tranquiliza al Am Yisrael.


Tercera aliá (14:15-25)

El Eterno manda a Moshé alzar su vara y extenderla sobre el Yam-Suf para dividirlo en el que los hijos de Yisrael pasaron en seco. Los hijos de Yisrael pasan por en medio de Mar Rojo, el Eterno endurece el corazón del Faraón y persigue a Yisrael.

 

Cuarta aliá (14:26-15:26) 

El Eterno manda a Moshé extender su mano sobre las aguas y cerrarlas sobre los egipcios. Así, salvó el Eterno a Y’srael. El pueblo canta la Shirat HaYam -Canto del Mar- exaltando la salvación del Eterno.


Quinta aliá (15:27-16:10)

El pueblo llega a Elim, donde había doce fuentes de agua y setenta palmeras. De Elim los benei Yisrael parten al desierto de Sin, el día 15 del segundo mes, 30 días pasaron después de la salida. Los benei Yisrael murmuran en contra de Moshé y Aarón por alimento. El Eterno oyó la murmuración del pueblo.


Sexta aliá (16:11-36)

El maná enviado por el Eterno, el mandato de recoger sólo lo necesario para ese día y la doble porción para Shabbat. Una medida de Maná. El Eterno por medio de Moshé le pide a Aarón sea guardado para recordatorio.


Séptima aliá (17:1-13)

Los benei Y’israel parten del desierto de Sin a Refidim. El pueblo contiende con Moshé por falta de agua. El agua brota de la peña. El rey Amalec hace guerra contra los benei Yisrael.

Enseñanza

En esta perasha nos encontramos con uno de los acontecimientos que marcan significativamente nuestra historia como judíos, ya que de estos episodios comenzando desde la primera cena de Pesáj -Pascua- hasta que nuestros antepasados entraron a Eretz -La tierra- Ysrael nuestras tradiciones costumbres y nuestra Toráh se forjaron en el desierto. Lo que a ojos de cualquier goy -gentil- y aún yehudi -judío- secular podría parecer exagerado y cruel por parte de Elohym como es el hecho de sacar a un pueblo de más de 600,000 personas al desierto donde difícilmente podrían abastecerse de agua y alimentos como lo hacían en Mitzraym -Egipto- no obstante para nosotros que estudiamos la Toráh debemos comprender que dentro del orden de haKadosh Baruj Hu -El Santo Bendito es El- no es así, ya que todo tuvo un propósito que debe ser ejemplo para nosotros el que estudiaremos el día de hoy.

El Desierto -ha Midbar-

El hecho de que HaShem haya tenido que hacer pasar por el desierto a nuestros ancestros es muy significativo ya que es ahí donde no hay nada más que arena, donde el calor alcanza temperaturas insoportables para cualquier humano, donde las serpientes escorpiones y alimañas más venenosos habitan; ahí deberían ejercer el derecho de decidir por la vida, al aceptar los estatutos y ordenanzas de Hakadosh Baruj Hu y sujetarse sólo a El, o la muerte, desobedeciendo cada instrucción que era impartida por medio de Moshé Rabenu -Nuestro rabino-, bajo la consigna de perecer por las consecuencias de su entorno. Cuando HaShem sacó al Kahal Ysrael de Mitzraym fue con el firme propósito de llevarlos a la tierra por la cual levantó su mano y juró a nuestros padres Abraham Yztjak y Yaakov que poseerían, y como era de esperarse salieron con gozo y mucho ánimo de caminar lo necesario con tal de llegar a su repatriación; pero cuando se encontraron con los primeros problemas se empezaron a quejar, HaShem al sacarlos al desierto nunca los desprotegió ni desproveyó de sus necesidades a tal grado que:

  • Si tenían sed Hashem dio instrucción a Moshé de tirar un árbol dentro de las aguas amargas de Mará donde las aguas se volvieron potables.
  • Después HaShem le ordenó golpear la peña para sacar agua.
  • Tuvieron hambre y HaShem les dio el Mán -Maná-.
  • Quisieron carne, Hashem hizo soplar un viento del norte que trajo codornices.
  • Durante el día eran cuidados por una columna de nube que no sólo ahuyentaba a los enemigos humanos sino también limpiaba a su paso el desierto desapareciendo a los animales salvajes con fuertes vientos; además de proveerles de sombra y viento fresco para mitigar el implacable calor.
  • De noche, HaShem los resguardaba por medio de un torbellino de fuego, que también así como la columna de nube ahuyentaba a los enemigos tanto humanos como animales, también les regulaba la temperatura pues en el desierto la noche es demasiado fría.

Ribonó shel olam -Amo del Universo- les proveyó de todo a todo para que ellos lo único que tuvieran que hacer era: escuchar y obedecer a su creador y tareas tan simples como: salir todas las mañanas a recoger el pan necesario para que cada uno saciara su hambre.

Cuando el mán cayo del cielo, cuenta la Toráh que hubo kesilim -necios que hicieron caso omiso de recoger Mán suficiente en Yom hashishí- el día sexto de manera que en el santo día de Shabath no tuviesen que salir puesto que HaKadosh no haría caer Mán en ese día. Shemot 16:27.

Entre semana, cuando era deber de todos los días recoger la cantidad suficiente por día, se les advirtió que no dejasen nada para la mañana siguiente; pero una vez más desobedecieron. ¿Qué era lo que HaKadosh exigía de este pueblo? Y HaShem dijo a Moshé: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que Yo lo pruebe si anda en mi ley, o no.” Shmot 15:26 “y dijo: Si oyeres atentamente la voz de HaShem tu Elohym, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy HaShem tu sanador” Es decir conocer ,creer y hacer la voluntad del creador, eso es lo único que Ribonó shel olam exigía de ellos. Y al parecer esto no ha cambiado, debemos comprender el tremendo parecido que tiene en nuestras vidas cuando conocemos lo que es el camino del Eterno, cuando llegamos al conocimiento de la Toráh pensamos que todo va a ser de color rosa y que nada ni nadie nos va apagar nuestra lámpara, esto puede ser así; no obstante, conforme vamos caminando nos damos cuenta que los problemas se vuelven cada vez más frecuentes e intensos, al grado de que nos empezamos a desanimar y comenzamos a quejarnos y en algunos casos a dudar. No somos capaces de reconocer el verdadero poder con el que haKadosh baruj Hu puede obrar maravillas en nuestras vidas y hacemos caso omiso descuidando lo más valioso que haShem nos otorgó: «La Toráh». Amados, recordemos que somos el único pueblo que está en exilio porque estamos fuera de nuestra tierra Ysrael y no seremos completamente repatriados hasta que venga de nuevo el Mashiaj y es sólo ahí cuando nuestra libertad alcanzará su plenitud. Sin embargo HaShem no nos desprotegió, al contrario, nos da los suficientes recursos para poder vivir sin ninguna falta, para poder tener y aún más para poder dar. Muchos han de pensar que soy un fanático al escribir esto, pero lean y entiendan, lo que significa Mán; el Mán sirve como una gran lección objetiva de que es el creador y solamente él quien provee de alimento a todas las criaturas. Las personas se engañan al pensar que ellas ganan el dinero, cuando en realidad reúnen solamente el ingreso que fue decretado por Hakadosh el día de Rosh HaShaná; así que nuestro ingreso ha sido apartado por HaShem y el judío no debería de esforzarse por acumular riqueza; esto no quiere decir que no tenga que trabajar para satisfacer sus necesidades pero sí el invertir tiempo en la Toráh. Hashem tiene un tremendo cúmulo de riqueza para nosotros en los Shamaym -cielos- y esto lo demostró cuando proveyó durante 40 años Mán en el desierto, el hecho de que las personas carezcan de parnasá -sustento- es resultado solamente de sus propias faltas. Nuestros pecados forman una barrera que nos impide recibir la gracia que HaShem desea conceder a la humanidad. No tiene sentido que el ser humano, que es el propósito de la creación, emplee la mejor y mayor parte de su vida ganando su sustento con gran pena y esfuerzo.

Recordemos lo dicho por Su Majestad Rabenu Yeshua HaMashiaj:

Matitiaju 6:25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29 pero os digo, que ni aun Shlomó con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Elohim la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca Emuná 31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los goym buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Elohim y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”


Aquí hay puntos a considerar:

  1. Debemos empezar por reconocer nuestra importante posición ante el Eterno, es decir: valemos más que cualquier otra cosa creada.
  2. Debemos dejar de ser hombres de poca Emuná -Fe-, ¿Cómo? conociendo, creyendo y haciendo la voluntad de HaShem.
  3. Debemos confiar en HaShem y su excelente poder y dejar de depender de nosotros mismos pues eso sólo los goym -gentiles- lo hacen
  4. Y buscar como principio el reino de Elohim (el judaísmo) y su justicia (la Toráh) y después todas las cosas se nos añadirán, dijeron los sabios “¡minimizad los negocios y ocupaos vosotros mismos con Toráh¡”

No cabe duda que la clave del éxito en todos los ámbitos de nuestra vida es rendirle nuestro completo servicio al Ribonó shel olam, y los resultados son tan tangibles que lo único que hacen los goym es decir: “¿por que los judíos tiene tanto dinero? Y aquí está la respuesta: Conocemos Toráh, Creemos Toráh, y Hacemos Toráh.

Conclusión

Es sólo a causa del pecado que el hombre ha perdido su especial posición en la creación y está forzado a esforzarse así mismo por el sustento. Por tanto debemos implorar y retornar en teshuvá -arrepentimiento- y esforzarnos en el estudio de la Toráh; así como no dejó desamparados a nuestros ancestros en el desierto y los puso a prueba, así también a nosotros hasta que llegue Mashiaj.

Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan. En todo tiempo tiene misericordia, y presta; Y su descendencia es para bendición. Tehilim/salmos 37:25

 

¡Shabath Shalom!

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