Yiskah bat Haran / Sarah imenu

La vida de Sara imenu concluye y es meritorio registrarlo. Incluso hoy, su sepulcro es un lugar de conflicto entre las naciones. Su vida encierra un compromiso con el desarrollo de una gran nación.
Ella decide que alguien ocupe su lugar. Una mujer de su propiedad, para iniciar la llamada Israel. Su actuar puede generar conflicto, sin embargo no deja de ser un intento de obediencia.

¿Quién fue Sarah?
Esta pregunta se responde con otro nombre: ¡Saraí!
Sarah la matriarca es resultado del encuentro con un nuevo compromiso.
Su historia comienza aquí, veamos:
Bereshit / Génesis 11:29 Y tomaron Abram y Najor para sí mujeres: el nombre de la mujer de Abram fue Sarai, y el nombre de la mujer de Najor, Milka, hija de Harán, padre de Milka y de Yiskah.

Este pasuk parece dar importancia a Milka, mencionando a su padre. No así con Saraí, de quien no da más información.
Presta atención a la última frase: “Padre de Milka y de Yiskah”.
¿Quién es Yiskah?
Rashi, de bendita memoria, comenta: “Yiska. Ella era Sarah. Aquí se le da este nombre en alusión a que vislumbraba, por medio de inspiración profética, y también porque todos observaban su belleza”.

La expresión Yiskah no tiene relación con el nombre de Saraí, pero sí con “Sarah” que es algo así como aristocracia, nobleza.
Tenemos tres aspectos:
1.- El origen Saraí
2.- Sarah, el verdadero nombre
3.- Yiskah, la clave

No pretendo hablar de los padres de Sarah. Quiero mostrarte grandes atributos de esta matriarca.
Bereshit / Génesis 17:15 Dijo también Elohim a Abraham: A Saraí tu mujer no llamarás su nombre Saraí, mas Sarah es su nombre.

Esto sucede después del mandato del Brit milah, que es un pacto. Digamos que el cambio de nombre es una forma de entrar en el asunto de la descendencia. “La mujer” es preparada en todo sentido para que la nación llamada Israel aparezca.
Rashi nos comenta sobre este cambio: “No llamaras su nombre Saraí. Nombre que significa “princesa mía” con lo cual implica: no princesas de otros. Pero no la llames así, ya que su nombre es simplemente Sarah, puesto que será princesa de todos”.

Pareciera que la exclusiva se acabó. Quizás cuando esta se hace presente para una sola persona, se está satisfecho con lo que se tiene.
Veamos las características:
Bereshit / Génesis 12:11 Y aconteció que cuando llegó para entrar en Egipto, dijo a Saraí su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer hermosa de vista.

Bereshit / Génesis 12:14 Y aconteció que, como entró Abram en Egipto, los Egipcios vieron la mujer que era hermosa en gran manera.

A pesar de la edad, su belleza era fácil detectar. Clara y dominante, digna de un rey. Su esplendor solo era para grandes y poderosos. Así que nuestro patriarca tenía una mujer especial. Tenía su propia princesa.
Digamos que el origen tiene un gran esplendor.

Continuemos con el punto dos: “Sarah, el verdadero nombre”. Recordemos:
Bereshit / Génesis 17:15 Dijo también Elohim a Abraham: A Saraí tu mujer no llamarás su nombre Saraí, mas Sarah es su nombre.
Algunas traducciones dicen: “será su nombre” si comparamos las dos frases sentiremos que existe algo de diferencia, intentemos reflexionar: “Sara es su nombre” / “Sara será su nombre”

De manera particular, sentí que su nombre siempre fue Sarah –esto delante del Eterno-. Siendo de su propiedad y con el cambio de nombre en este plano llamado tierra, es presentada a todos los tiempos; a todos los Yehudim como su princesa.
Bereshit / Génesis 17:16 Y la he de bendecir, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos serán de ella.
Sarah y Saraí comparten la raíz hebrea “Sar”, que tiene una conexión con el dominio. Con esto puedes entender el carácter y las decisiones que rodearon la vida de esta gran mujer.
Después del cambio de nombre, se lleva a cabo la ceremonia de Brit milah. Los elementos eran aptos para la construcción de una promesa.

El tercer punto: “Yiskah la clave.
Bereshit / Génesis 11:29 Y tomaron Abram y Najor para sí mujeres: el nombre de la mujer de Abram fue Sarai, y el nombre de la mujer de Najor, Milka, hija de Harán, padre de Milka y de Yiskah.

¿Por qué la clave? Esta es la única vez en que Yiskah aparece en la Torah.
Recordemos que Rashi [z”l], comenta que es la misma Saraí pero que se le nombraba Yiskah. En alusión a lo que en ella estaba desarrollándose. Una persona llamada Sarah, con la capacidad de vislumbrar el futuro.
Este comentario también hace descansar en la vida de Sarah, un sentido de inspiración profética.

Entendiendo que las acciones de la matriarca se dirigían a la búsqueda y realización de la promesa que le habían causado risa. En el fondo de su ser transitaban con cada palpitar de su vida.
Esa búsqueda de aquello que logró entender, la llevó a realizar intentos humanos, que trajeron a su vida conflictos, pero que de manera dura, dominante daban respuestas.

Conclusión

Puedo decir que estos tres aspectos describen de manera considerable a la Matriarca.
Una belleza que domina desde cualquier punto de vista, suficiente para reconocerla como nuestra princesa. Una belleza que solo se merece un pueblo especial. Que inspira nobleza celestial y búsqueda.
Sarah es la belleza que contiene la profecía.

¿Quién es Sarah para ti?
Yesha’iah / Isaías 51:2 Miren a Abraham su padre, y a Sarah la que los dio a luz; porque solo lo llamé, y lo bendije, y lo multipliqué.

Shabat shalom

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