La Gloria del Eterno

Introducción

Éxodo 38:21 Estas son las cuentas (de las cosas) del Tabernáculo, del Tabernáculo del Testimonio, que fueron enumeradas por orden de Mosheh para el servicio de los levitas, bajo la dirección de Itamar, hijo de Aharon, el (sumo) sacerdote.

Esta perasháh habitualmente cada año la leemos unida a la perasháh anterior de nombre Vaiakhel, sin embargo, este año hebreo tiene un mes adicional llamado Adar 1 y Se le llama embolismal o bisiesto a este año ya que contiene trece meses. Esto, ocurre cada dos o tres años, resultando en un total de diecinueve años que acontece siete veces, este hecho hace especial a esta perashah.

Adicionalmente, consideremos que en este año del 5765, concluimos la lectura del libro de Shmot [Éxodo].
Al final de este libro nos encontramos la narración de la construcción del Mishkán [Tabernáculo], mediante el ungimiento que Mosheh hizo con este, así como con sus utensilios.
Es de resaltar que la Gloria de HaShem se aparece en forma de nube, será interesante indagar un poco al respecto de la palabra: “Gloria”.

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Mosheh colocó la cortina a la entrada del Miskhan, el altar del holocausto, realizó sobre él: holocausto y ofrenda.
Concluyendo Mosheh la obra, una Nube lo llenó, como consecuencia de la Gloria de HaShem. Cuando la nube se movía, nuestro pueblo también lo hacía, y de noche, una columna de fuego era visible sobre él.

Enseñanza

El vocablo hebreo que se traduce como: “Gloria” es el sustantivo «Kabod». Es importante reconocer que la Gloria o Kabod, le pertenece a HaShem. Es decir, es de Él:
1 Crónicas 29:11 Tuya es, oh HaShem, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh HaShem, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.

Detrás de la palabra Gloria, se denota: el reconocimiento, el señorío, el valor o la importancia. El señorío o poderío de HaShem, se hace manifiesto a través de Su Gloria. ¿Sabes dónde puedes ver parte de Su Gloria? En los cielos:
Salmos 8:1 ¡Oh HaShem, Señor nuestro, Cuán glorioso es Tu Nombre en toda la tierra! Has puesto Tu gloria sobre los cielos;

Cuando voltees a ver el cielo, recuerda que ahí se manifiesta parte de la gloria de HaShem.
En las Sagradas Escrituras se le llama al Eterno “Rey de Gloria”:
Salmos 24:8 ¿Quién es este Rey de gloria? HaShem el fuerte y valiente, HaShem el poderoso en batalla.

Salmos 24:10 ¿Quién es este Rey de gloria? HaShem de los ejércitos, Él es el Rey de la gloria. Selah

Su Kabod, HaShem no la comparte, y por esto podemos entender una de las razones por qué HaShem aborrece la idolatría, y es que detrás de ella se le quita al Eterno la “Gloria” para dársela a los ídolos que algunas religiones usan:
Isaías 42:8 Yo HaShem; este es Mi Nombre; y a otro no daré Mi gloria, ni Mi alabanza a esculturas.

Ahora bien, si la gloria HaShem no la comparte con esculturas, sí lo hace con algunos de sus hijos, quien a su vez se la devolverá. Un buen ejemplo de ello es Shlomoh [Salomón]:
1 Crónicas 29:25 Y HaShem engrandeció en extremo a Shlomoh a ojos de todo Israel, y le dio tal gloria en su reino, cual ningún rey la tuvo antes de él en Israel.

Obviamente, la “importancia” que tuvo el mandato de Shlomoh dio de qué hablar en todo el mundo conocido, como recordarás hasta de lejanas tierras corría su fama, tanto que hasta la reina de Sabá, se dirigió a Eretz [tierra] Israel, para conocerle.
¿Por qué HaShem le dio gloria a Shlomoh? Por que sabía que Shlomoh le daría la gloria a Él, de ahí que habitualmente HaShem decidirá darle gloria a determinado hijo de Él, sabiendo de antemano, que Su Nombre será engrandecido a través de sus logros.
Una forma de llegar a ello, es ejercitarse en darle la gloria a Hashem. Hay varias formas de darle la Kabod, una de ellas se realiza cuando la kehila [congregación] se reúne en torno a Su Nombre. Detrás de ello, lo que se hace es darle gloria a HaShem.
Entendamos que uno de los objetivos que debemos perseguir al congregarnos es precisamente darle la gloria; es decir, el reconocimiento de su Señorío sobre nosotros y su poder manifiesto.
Notemos cómo lo enseñan las Escrituras:
Salmos 29:1 Tributad a HaShem, oh hijos de los poderosos, Dad a HaShem la gloria y el poder.

Salmos 29:2 Dad a HaShem la gloria debida a Su Nombre; Adorad a HaShem en la hermosura de la santidad.

Salmos 96:7 Tributad a HaShem, oh familias de los pueblos, Dad a HaShem la gloria y el poder.

Salmos 115:1 No a nosotros, oh HaShem, no a nosotros, Sino a Tu Nombre da gloria, Por Tu misericordia, por Tu verdad.

Hay gente que dice no gustarle la alabanza, e incluso hay congregaciones que adoptan la tradición de “luto” de los ortodoxos, quitando de sus servicios la alabanza. Lo triste de ello, es que se privan de cumplir con la voluntad del Eterno, porque al alabarle con cánticos se le da precisamente: “Gloria“.
Lee por favor los siguientes pasukim que demuestran esto:
Salmos 30:12 Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Hashem Dios mío, te alabaré para siempre.

Salmos 138:5 Y cantarán de los caminos de HaShem, porque la gloria de HaShem es grande.

Salmos 148:13 Alaben el Nombre de HaShem, porque sólo su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos.

Así es que al cantar, y alzar nuestra voz, estamos cumpliendo con Su voluntad, engrandeciendo Su gloria.
Si esto que escribo no te parece importante, pero lo que si deseas es estar cerca de HaShem, permíteme decirte que una forma de verlo, es precisamente a través de Su gloria:
Salmos 102:16 Por cuanto HaShem habrá edificado a Tzion, y en su gloria será visto

Así que amado(a) del Eterno, si deseas la cercanía de HaShem, por favor canta su Kabod, es decir Su gloria. La Kabod de HaShem tiene también dos formas visuales de manifestarse: una de ellas es a través de una nube, como lo leeremos a continuación:
Éxodo 16:10 Y hablando Aharon a toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la gloria de HaShem apareció en la nube.

Éxodo 24:16 Y la gloria de Hashem reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamó a Mosheh de en medio de la nube.

Y la segunda es a través de un fuego abrasador:
Éxodo 24:17 Y la apariencia de la gloria de HaShem era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel.

Uno de los lugares en que esto se manifestaba era en el Mishkán, como le leemos en esta perasháh:
Éxodo 40:34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de HaShem llenó el tabernáculo.

Leamos más ejemplos:
Números 14:10 Entonces toda la multitud habló de apedrearlos. Pero la gloria de HaShem se mostró en el tabernáculo de reunión a todos los hijos de Israel

Números 16:42 Y aconteció que cuando se juntó la congregación contra Mosheh y Aharon, miraron hacia el tabernáculo de reunión, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria de HaShem.

Es curioso leer que cuando la gloria de HaShem se manifestaba era imposible que el hombre transitara por el Mishkán [tabernáculo], o como lo leeremos más adelante, imposible mantenerse de pie:
Éxodo 40:35 Y no podía Mosheh entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de HaShem lo llenaba.

En el anterior pasuk, le era imposible entrar a Mosheh, pues esa gloria que visiblemente se parecía a una nube, le impedía el acceso; sin embargo, Mosheh no fue el único como lo leeremos a continuación:
1 Reyes 8:11 Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Hashem había llenado la casa de HaShem.

2 Crónicas 5:14 Y no podían los sacerdotes estar para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de HaShem había henchido la casa de Elokim.

2 Crónicas 7:2 Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de HaShem, porque la gloria de HaShem había henchido la casa de HaShem.

Como habrás leído: “Los Kohanim no podían permanecer por causa de la gloria de HaShem”, la pregunta es: ¿Por qué? Bueno, si indagamos un poco en su raíz que es: Kabad, notaremos que a pesar de traducirse como: glorioso, también tiene la connotación de algo: “pesado”, como lo leeremos en los siguientes pasukim:
1 Samuel 4:18 Y aconteció que cuando él hizo mención del arca de Elokim, Elí cayó hacia atrás de la silla al lado de la puerta, y se desnucó y murió; porque era hombre viejo y pesado. Y había juzgado a Israel cuarenta años.

Salmos 38:4 Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; Como carga pesada se han agravado sobre mí.

Lamentaciones 3:7 Me cercó por todos lados, y no puedo salir; ha hecho más pesadas mis cadenas

Cuando la gloria de HaShem se aparece, puede provocar en el hombre un desvanecimiento debido a esa pesadez como consecuencia de Su gloria.
A pesar de que en muchas congregaciones cristianas acontece que la gente cae, desafortunadamente en muchos de los casos es debido a un patrón aprendido o de plano porque su pastor los empuja. No obstante, a pesar de esos excesos, tenemos ejemplos escriturales de cómo hombres en la presencia de HaShem se desvanecen. Por lo que no temas lo que te puede hacer HaShem y tenle más confianza de que es más poderoso que Hasatan para bendecirte, que éste para engañarte.

Conclusión

Llegará el momento en que se cumplan las palabras de HaShem, y éstas dicen lo siguiente:
Isaías 40:5 Y se manifestará la gloria de HaShem, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de HaShem ha hablado.

Mucha gente con justificada razón humana, se desesperan por no ver el poder de HaShem al momento, llegará el día en que la tierra sea llena de su gloria:
Habacuc 2:14 Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de HaShem, como las aguas cubren el mar.

Sólo me resta esperar a que tu deseo por experimentar la gloria de HaShem, nazca en ti; y no permanezcas impávido ante la vida, pensando que HaShem sólo se manifestó en el pasado, sino que aun hoy podemos constatar que el Eterno Es el mismo de ayer.

Shabat shalom!