Las dos recompensas de Yaakob 1a parte

Al comienzo de esta porción, en la primera aliah, está lo concerniente al nacimiento de ‘Esav y Yaakob. Con ese relato parte esta charla:
Bereshit [Gn] 25:19-22 Esta es la historia de Itzjak hijo de Abraham. Abraham engendró a Itzjak.
Itzjak tenía 40 años cuando tomó por mujer a Ribkah hija de Betuel el arameo, de Padan-aram, y hermana de Labán el arameo. Itzjak rogó a HaShem por su mujer, que era estéril. HaShem accedió a su ruego, y Ribkah su mujer concibió. Como los hijos se empujaban dentro de ella, dijo: —Si es así, ¿para qué he de vivir? Ella fue a consultar a HaShem
.

Presta atención al verso 22, donde se menciona que los mellizos se empujaban, o como se encuentra en otras versiones, peleaban incluso antes de nacer.
La palabra que traducen como empujaban o peleaban, en hebreo es «Ratzatz». Para poder vislumbrar un poco lo que hacían estos hermanos, te dejo algunos versos del Tanak donde se utiliza esta raíz:
Tehilim [Sal] 74:14 Tú machacaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos.

Shoftim [Jue] 9:52-54 Y vino Abimélej a la torre, y combatiéndola, se acercó a la puerta de la torre para prenderle fuego. Pero una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino sobre la cabeza de Abimélej y le quebró el cráneo […].

Hazte una idea de lo mencionado con la siguiente información:

Cada parada o molino consta de dos muelas: la inferior que está fija, llamada solera, y la superior móvil, denominada corredera o volandera. Ambas son cilíndricas y sus dimensiones más usuales oscilan entre 90 y 130 cms. de diámetro; el grosor disminuye a medida que se van gastando, pero oscila entre los 45 o 50 cms. cuando comienzan a ser utilizadas hasta los 15 o 25 cms
[Información tomada de la página adurcal.com].

Dentro de las fracturas de cráneo se tienen cuatro tipos:
Fracturas lineales del cráneo
Este tipo representa casi el 70 por ciento de las fracturas de cráneo. En una fractura lineal el hueso está roto, pero no se mueve de su lugar. Por lo general, estos niños se mantienen en el hospital bajo observación durante un breve período de tiempo y pueden reanudar sus actividades normales al cabo de unos días. Normalmente no es necesaria ninguna intervención.

Fracturas de cráneo con hundimiento
Este tipo de fractura se puede ver con o sin un corte en el cuero cabelludo. En estas fracturas una parte del cráneo está hundida debido al traumatismo. Normalmente, este tipo de fractura de cráneo requiere una intervención quirúrgica para ayudar a corregir la deformidad.

Fracturas de cráneo con diástasis
Son fracturas que se producen a lo largo de las líneas de sutura del cráneo. Las suturas son las áreas entre los huesos de la cabeza que se unen con el crecimiento del niño. En este tipo de fractura las líneas de sutura son más anchas de lo normal. Se suelen ver en los recién nacidos y en bebés más grandes.

Fracturas basilares del cráneo
Es la forma más grave de fractura de cráneo, ya que afecta al hueso que forma la base del cráneo. Los niños que tienen este tipo de fractura tienen con frecuencia moretones alrededor de los ojos y un moretón detrás de la oreja. También pueden tener un líquido claro que se les sale por la nariz o por las orejas debido a un desgarro en parte de la cubierta del cerebro (CSF, según su siglas en inglés – cerebroespinal fluid)
[Información tomada de la página uchospitals.edu].

Como no es el objeto de estudio, se puede decir que este vocablo alude a ejercer una presión en algo o alguien, con la suficiente fuerza como para quebrarlo; ya sea literal o alegórico.
Imagina a estos dos bebés ejerciendo esta fuerza el uno contra el otro, dentro de su madre.
Yaakob y su Esav no peleaban sin razón, en mi opinión, su objetivo era «quebrantar» al otro, para así quedarse con el premio de la primogenitura. Y según lo escrito en la Torah quien ganó fue Esav.
Bereshit [Gn] 25:23-26 y HaShem le dijo: —Dos naciones hay en tu vientre, y dos pueblos que estarán separados desde tus entrañas. Un pueblo será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor. Cuando se cumplió el tiempo de dar a luz, he aquí que había mellizos en su vientre.
Y salió el primero, rojizo y todo velludo como una túnica de pieles, y llamaron su nombre Esav.
Y después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esav: y fue llamado su nombre Yaakob. Y era Itzjak de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz
.

Yaakov sale «trabado» o «agarrado» del talón de su hermano. ¿Qué tanta fuerza puede tener un bebé recién nacido? Ahora, ¿qué fuerza era aquella que poseía al patriarca que no sólo peleó en el vientre, sino que tuvo la capacidad de agarrarse del talón de su hermano, para salir con él al momento de nacer?
Aquí el vocablo es «Ajaz». De manera parcial, se puede entender que se toma o agarra algo con el fin de utilizarlo o quedárselo.
Bereshit [Gn] 22:13 Entonces alzó Abraham sus ojos, y miró, y he aquí un carnero a sus espaldas trabado en un zarzal por sus cuernos…

Bereshit [Gn] 34:10 Y habiten con nosotros; porque la tierra estará delante de vosotros; morad y negociad en ella, y tomad en ella posesión.

¿Eres capaz de luchar así por algo? ¿Cuánto estás dispuesto a dar o a soportar por aquello que anhelas? Si en el primer intento no lo obtienes, ¿qué actitud tomas ante ello?
En este episodio, Yaakob abinu es un buen ejemplo. Aun cuando perdió la primera batalla, eso no significaba que la guerra había terminado. No se dio por vencido. Se aferra del talón de Esav, como diciéndole: «Esto no se ha terminado hermanito y voy a seguir luchando por ello».
Bereshit [Gn] 25:27 Y crecieron los niños, y ‘Esav fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Yaakob era varón quieto, que habitaba en tiendas. Y amó Itzjak a Esav, porque comía de su caza; pero Ribkah amaba a Yaakob.

Yaakob abinu quería algo, la primogenitura. Hizo todo lo posible para obtenerla. Si bien en su momento no pudo con la fuerza, esta ocasión lo haría de una manera más astuta.
Bereshit [Gn] 25:29-34 Cierto día Yaakob preparó un guisado. Y cuando Esav volvía del campo, cansado, Dijo a Yaakob: —Por favor, invítame a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por eso fue llamado su nombre Edom. Y Yaakob respondió: —Véndeme primero tu primogenitura. Entonces Esav dijo: —He aquí que yo me voy a morir; ¿de qué, pues, me servirá la primogenitura? Dijo Yaakob: — ¡Júramelo ahora! Él se lo juró y vendió a Yaakob su primogenitura. Entonces Yaakob dio a Esav pan y guisado de lentejas. Él comió y bebió, y levantándose, se fue. Así menospreció Esav la primogenitura.

Aquí está la primera recompensa del patriarca y el ejemplo que deja para que tú y yo hagamos como él. Él, a pesar de haber no tenido éxito en su primer intento, no se dio por vencido, no lo soltó, se aferró a ello desde el principio hasta el fin.
Esfuérzate por aquello que deseas y anhelas.

Si realmente deseas algo, ¿haces lo propio para obtenerlo? ¿O solo te concretamos a pedírselo al cielo sin hacer nada?
Rab Ávila enseña que para el 99% de las complicaciones que se pueden presentar en la vida, la solución está en tus manos. El 1% restante dependerá de HaShem.
Es triste pensar que esto es al contrario. Es muy comú pedir la intervención Divina para todo, sin querer esforzarse antes. Es similar a aquel hombre que le pide a su dios el sacarse la lotería, pero ni siquiera ha comprado el boleto.

Y esto no solo debe de ser en un aspecto de tu vida, sino en todos. Tal como el patriarca lo vuelve a demostrar:
Bereshit [Gn] 32:24-30 Ia’akob se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta que rayaba el alba. Como vio que no podía con Yaakob, le tocó en el encaje de la cadera, y el encaje de la cadera se le dislocó mientras luchaba con él. Entonces el hombre le dijo: — ¡Déjame ir, porque ya raya el alba! Y le respondió: —No te dejaré, si no me bendices. Él le dijo: — ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: —Yaakob. Él le dijo: —No se dirá más tu nombre Yaakob, sino Israel; porque has contendido con Elokim y con los hombres, y has prevalecido. Entonces Yaakob le preguntó diciendo: —Dime, por favor, ¿cuál es tu nombre? Y él respondió: — ¿Por qué preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí. Yaakob llamó el nombre de aquel lugar Peniel, diciendo: «Porque vi a Elokim cara a cara y salí con vida».

Si anhelas algo lucha por ello. En esta vida nada es gratis.

Jazak ubaruj!

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