Mujeres anónimas

Teniendo el privilegio de leer la perashah Beshalaj, disfrutamos también el Shabat shirah [canto], dado que en esta porción se encuentra el canto que Mosheh rabénu, junto con todo el pueblo, elevaron a HaShem por la maravilla que hizo en el mar de juncos.
Este canto comienza con la frase: Az iashir Mosheh ubne Israel, estando la palabra Iashir está escrita en tiempo futuro, por lo que se podría traducir como: Entonces cantarán. De esto enseña Rashi [z’l]: En un sentido simple, el verso significa que al ver el milagro, el pueblo decidió que iban a cantar.
En otra interpretación, el verbo implica el principio de que Elokim resucitará a los muertos en los tiempos del Mashíaj, entonces, ellos cantarán a Elokim una vez más [Sidur Simjat Iehoshua].

Para comenzar, quiero hacerte una pregunta: ¿A quién utilizó HaShem para sacar a Su pueblo de Mitzráim?

En esta parte del canto, que comprende el capítulo 15 de Shemot [Éx], encontramos la intervención de una de las mujeres relevantes en nuestro pueblo, Miriam hanebiah [la profetisa].
Shemot 15:1 Entonces cantó Mosheh y los hijos de Israel este cántico a HaShem, y dijeron: Cantaré yo a HaShem, porque se ha magnificado grandemente, echando en el mar al caballo y al jinete.
Y el relato termina con los 2 siguientes versos:
Shemot 15:20-21 Y Miriam la profetisa, hermana de Aharon, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. Y Miriam les respondía: Canten a HaShem; porque se ha magnificado grandemente, echando en el mar al caballo, y al jinete.

De aquí puede surgir una interrogante. Si en un principio se aclara que Mosheh rabenu y los hijos de Israel cantaron a Elokim, ¿por qué se hace notoria la intervención de Miriam y las mujeres?
Rashi [z’l] comenta: «Y Miriam les respondía». Mosheh decía el cántico ante los hombres, él decía y los hombres respondían. Miriam les decía el cántico a las mujeres.
Una clara separación de géneros. Mosheh lidera a los hombres, Miriam a las mujeres.
Así como Mosheh cantó, así cantó Miriam. ¿Cómo sabemos que Mosheh cantó? Porque está escrito: «Y Entonces cantó Mosheh y los hijos de Israel». ¿Y por qué Miriam? Porque está escrito: «Y Miriam les respondió»
[Midrash Mishle 14].

Según este comentario, la razón por la cual se hace notoria la intervención de Miriam y las mujeres, es para hacer una separación de géneros. Con base en la legislación tradicional, hombres y mujeres no pueden estar juntos o mezclados, ni en la Bet knéset, ni en ningún otro lugar. A esta separación se le conoce como Mejitzah.
¿Será esta la razón por la que se menciona a las mujeres durante el canto? ¿Qué notas en la Torah?

Sin lugar a dudas, lo que resalta en este episodio, no fue el hecho de que las mujeres cantaran por separado. Ellas, de una manera adicional, por el gozo, la alegría, la euforia, el agradecimiento, etc.; tuvieron a bien en tocar instrumentos musicales y danzar delante de HaShem. En otras palabras, ellas hicieron un adicional en comparación a los hombres.

Respecto a las mujeres y su canto, se comenta que ellas salieron con panderos para evitar que los hombres las escucharan. En algunos sectores del judaísmo, se enseña que un hombre tiene prohibido escuchar el canto de una mujer, ya que se considera Ervah, es decir, parte de su desnudez.
En la Guemara, Berajot 24a, se enumeran las partes del cuerpo en la mujer, que se consideran Ervah o Desnudez. Ahí está escrito: Shemuel dijo: La voz de una mujer es desnudez, como se dice: «…porque dulce es tu voz y hermoso tu aspecto» [Shir hashirim 2:14].

Con esto, lo que pretendo es mostrar cómo, a pesar de que las mujeres realizaron un agradecimiento diferente a los hombres, pareciera no ser relevante. Los comentarios que hemos visto, tienen la tendencia de justificar sus acciones en lugar de otorgarles un reconocimiento.
Si prestamos atención, esto se ha vivido en gran parte de la historia de la humanidad. No se reconoce el gran valor que tiene la mujer.

Rab Ávila, suele ser enfático sobre la responsabilidad que tiene el hombre para con la mujer, pues la Torah así lo enseña.
En este punto, quiero repetir la pregunta que hice en un principio: ¿A quién utilizó HaShem para sacar a Su pueblo de Mitzráim?
Seguramente, la respuesta inmediata es: Mosheh y Aharón, de lo cual, podemos decir, es una respuesta incompleta. En el Tanak se registra lo siguiente: Mijah [Mi] 6:4 Porque Yo te hice subir de la tierra de Mitzráim, y de la casa de siervos te redimí; y envié delante de ti a Mosheh, y a Aharón, y a Miriam.

Nos damos cuenta de que aun en cosas como está, nuestro pensamiento se inclina más hacia un «patriarcado», por decirlo de alguna manera. A la mujer, rara vez se le reconoce como también merece. Y cabe hacer la aclaración, que e inclusive entre ellas, no saben hacerlo consigo mismas.

En cierta ocasión, me encontraba escuchando un programa de radio donde se entrevistaba a cierta mujer [de la cual no recuerdo su nombre]; y ella lanzaba una pregunta: «¿Qué significa ser mujer?». La respuesta que daba ella misma, era muy similar a lo siguiente: «Ser mujer significa ser borrada de los anales de la historia, vivir a las espaldas de un hombre, y en muchas ocasiones, ser considerada un objeto más en el hogar».
La realidad, no está muy alejada de estas palabras. Lamentablemente, hablo por nuestro actual país, el mencionado Machismo se encuentra aún muy marcado, al punto de ser aún una de las maneras en las que se educa a los hijos. Donde se te enseña que la diferencia entre hombre y mujer es demasiado grande, y el valor como persona, no puede ser el mismo, ya que uno [el hombre] es el que debe tener los «pantalones» bien puestos, para demostrar su «autoridad» en la casa, a como dé lugar. El otro [la mujer], está ahí tan sólo para atender y ser sumisa en todos sentidos.
Y qué decir de ciertas corrientes entre el pueblo judío, donde la mujer juega un papel muy pobre.

Sin embargo, hoy, tanto en la Perashah como en la Haftarah, tenemos el caso de dos mujeres ejemplares, que sin duda alguna dieron muestra del valor que tiene la mujer delante de HaShem. Miriam y Deborah, fueron mujeres líderes, emprendedoras, capaces, inteligentes y sobre todo, dignas de admirar y recordar.

Shemot [Éx] 15:20 Y Miriam la profetisa, hermana de Aharón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.
Podemos ver que Miriam era un ejemplo para otras mujeres, ya que al verla alabar a Elokim de esa manera, las demás la siguieron tratando de imitarla. Esto nos enseña que su vida, sus actos, eran dignos de admirar dentro del pueblo.

Shoftim [Jue] 5:6-7 En los días de Shamgar hijo de Anat, en los días de Iael, cesaron los caminos, y los que andaban por las sendas se apartaban por senderos torcidos. Los aldeanos cesaron en Israel, decayeron; hasta que yo Deborah me levanté, me levanté como madre en Israel.
Deborah, al ver que el pueblo se apartaba de Elokim, tomó la decisión de fungir como Jueza, y a ella se le atribuye la honra, en la victoria obtenida después de la batalla.
Shoftim [Jue] 4:8-9 Y Barak le respondió: Si tú vas conmigo, yo iré; pero si no vas conmigo, no iré. Y ella dijo: Iré contigo; mas no será tu honra en el camino que vas; porque en mano de mujer venderá HaShem a Sísra. Y levantándose Deborah fue con Barak a Kedesh.

¿Qué aprendemos de esto?
Si bien, en el caso de Miriam notamos que las mujeres danzaron y tocaron instrumentos, en ningún momento se ve como un acto de rebeldía, o contradicción hacia lo que hacía Mosheh rabénu. Más bien, fue como una manera de complementar lo que se estaba llevando a cabo.
En lo sucedido con Deborah, leemos que a pesar de que la victoria ya le había sido anunciada a Barak, él aun mostraba cierto temor, y nuevamente apreciamos un complemento, pues si bien Barak lucharía físicamente, la confianza que no tenía y necesitaba, se encontraba en esta gran mujer, es por ello que le pide lo acompañe a la batalla.

La mujer siempre ha jugado un papel importante dentro del pueblo y en la sociedad, lamentablemente, por mucho tiempo lo ha tenido que hacer tras bambalinas o de manera anónima; donde muchas veces no se le reconoce la labor que lleva a cabo.
La Torah no enseña sobre quién es más importante, quién es más o quién es menos; lo que tenemos que entender, es que el hombre y la mujer son un mismo ser, que en este plano se encuentre dividido y al momento de encontrarnos y unirnos, el uno vendrá a ser el complemento del otro y viceversa.

Jazak ubaruj!

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