Las cuatro caras de la luna

Es una de las perashot que encierra varios temas de sumo interés, los cuales están rodeados de un sin fin de comentarios, desde el punto de vista matemático, místico, incluso en el Sefer Torah aparecen letras reducidas o cortadas. La pasión por la Torah debe de aparecer para adentrarse a un mar de preguntas y quizá con respuestas no muy satisfactorias, debido a la profundidad y riqueza que esta misma contiene para nosotros.
Esto generó a través de los tiempos un gran legado, una gran riqueza de historia, que llama a la lealtad, al compromiso con el Eterno.

El título de esta perashah nace del siguiente pasuk:

Bamidbar / Números 28:11 «Al comienzo de vuestros Rosh jódesh (cabeza de mes) ofreceréis en holocausto Al Eterno dos becerros de la vacada, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto.

Quiero hacer la aclaración que la expresión Rosh jódesh o luna nueva, es sencillamente una de las fases que sufre una sola de las caras de la luna. La luna ha sido objeto en esta fase y en la de luna llena de varios mitos, ¿quién no conoce la vinculación de la luna llena y los lobos? Este mito nace de los variados nombres que la luna adquiere en la historia, dichos nombres tienen la misma existencia que las comunidades de los indios norteamericanos, sobre todo los del norte y este estadounidense. Estas tribus observaban el curso de las estaciones y les daban nombres distintivos a cada una de las lunas llenas que se repetían a lo largo de los meses del año. Así, entre los muchos nombres, nace para la luna llena de enero el nombre: “Luna del lobo”, ¿Cuál fue el motivo? En el frío intenso y las nieves gruesas del pleno invierno, las manadas de lobos aullaban en las afueras de las aldeas indias como lo habían hecho y lo siguen haciendo hasta el día de hoy. Ellos observaban los acontecimientos que sucedían en cada luna y cada una se gana su nombre, según los eventos que la rodeaban.
La luna siempre ha estado rodeada de varios nombres, la misma Torah registra un nombre en Bereshit/Génesis el cual es: Lumbrera menor, veamos el nombre en hebreo: Maor hakaton.

Este nombre se lo pone el dueño:

Tehilim / Salmos 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; Tú estableciste la luna y el sol.

La expresión hebrea Maor, también se usa para referirse a la menorah (candelabro), en el sentido de la iluminación, como un brillo, como un objeto que ilumina; pero a la vez otorga alegría, paz, confort. En algunas traducciones, la canjean por “luz”, una luz que ronda la belleza y el esplendor. Vean lo siguientes pasukim (versículos):

Tehilim / Salmo 90:8 Pusiste nuestras maldades delante de ti, nuestros yerros a la luz de tu rostro.

La luna goza de esa mima raíz que se refiere a la grandiosa luz que emana del rostro del Eterno. Pero, queriendo ser más específico, esa belleza se refiere a lo siguiente:

Mishle / Proverbios 15:30 La luz de los ojos alegra el corazón; la buena noticia conforta los huesos.

Esa luz es un bosquejo de Su hermosa mirada.

Probablemente ese título se lo ganó cuando estaba en plenilunio, cuando la cara de la luna se encuentra iluminada al 100 %. Esta fase de la luna es motivo de romance, de promesas, ¿Quién no ha oído que alguno le promete a su pareja la luna y las estrellas? Veamos cómo el Eterno a su pueblo hace uso de esto:

Yejezkel / Ezequiel 32:8 Haré que por ti se oscurezcan todos los astros brillantes del cielo, y pondré tinieblas sobre tu tierra», dice El Eterno, el Señor.

La luna cuenta con un diámetro de 3476 km., es el quinto satélite más grande del Sistema Solar. Se encuentra en relación sincrónica con la Tierra, siempre mostrando la misma cara hacia el planeta. El hemisferio visible está marcado con oscuros mares, lunares de origen volcánico entre las brillantes montañas antiguas. A pesar de ser en apariencia el objeto más brillante en el cielo, después del sol, su superficie es en realidad muy oscura, con una reflexión similar a la del carbón.

¿Pero, qué es el plenilunio? Veamos la siguiente información:

El plenilunio o luna llena es una fase lunar que sucede cuando nuestro planeta se encuentra situado exactamente entre el Sol y la Luna. En este momento el ángulo de elongación o de fase de nuestro satélite es de 0º y la iluminación es del 100%. Veamos una imagen:

Luna01

Esta fase lunar también es conocida en la Torah como: Lebanah, algo así como la blanca o blanqueada. Veamos un pasuk:

Shir haShirim / Cantares 6:10 ¿Quién es ésta que se muestra como el alba, Hermosa como la luna, Esclarecida como el sol, Imponente como ejércitos en orden?

Este pasuk nos habla tanto del color y tamaño, pero a la vez, probablemente, nos hable de la alineación entre los astros, al expresar la palabra “orden”.
Pero tengamos cuidado, porque algún día el tono dulce de esa mirada amable cambie. Veamos porqué:

Yesha’yahu / Isaías 30:26 La luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces mayor, como la luz de siete días, el día cuando vende El Eterno la herida de su pueblo y cure la llaga que le causó.

Como pueden observar algún día será una mirada fulminante.

Pero ahora observemos en una ilustración de esta fase:

Luna02

La luna llena es una de las cuatro caras de la luna.

Para que exista esta luna llena, es necesario que tenga un principio y esta fase se conoce como luna nueva, en el hebreo se le conoce como Rosh Jódesh. Esta fase de la luna es también denominada «novilunio» o «interlunio», esto sucede cuando la luna se encuentra situada exactamente entre la Tierra y el Sol, de manera que su hemisferio iluminado no puede ser visto desde nuestro planeta; esta fase comienza en realidad cuando, técnicamente, desaparece del cielo. Una luna nueva no visible, o conocida como luna nueva astronómica, aproximadamente después de entre 18 y 30 horas, hace su aparición en el cielo, la luna nueva visible, en forma de un pequeño cuerno, ubicado hacia el Oeste, coincidiendo con el ocultamiento del sol. En el ámbito todavía del crepúsculo que aún queda, esto da origen al comienzo de un nuevo mes, función que es compartida con el sol tal como está estipulado en Bereshit / Génesis.

Antes de continuar, quiero nárrales, que la primera persona que midió la distancia de la luna, fue el astrónomo y geógrafo Hiparco, en siglo ll, antes de la era común. Utilizando solo trigonometría sencilla, teniendo solo un error aproximado de 26,000 km. de la distancia real, un error del 6.8 %.

Para que la luna realice sus fases, es necesario que de vuelta a la tierra, y existen dos punto importantes a considerar que son la revolución sideral (fondo estelar), en la cual hace su recorrido en 27 días, 7 horas y 43 minutos. Y la revolución sinódica (considerando el sol), en el cual hace un recorrido en 29 días, 12 horas y 44 minutos. El motivo de que siempre veamos la misma cara de la luna desde la tierra, se debe a que esta tarda el mismo tiempo en dar la vuelta sobre si misma, que en torno a la tierra; y esto se debe al efecto llamado “gradiente gravitorio”. Esta rotación y traslación lunar hace posible que la luna aparezca una hora más tarde cada día.
Comentan que si la tierra no rotase sobre su propio eje, sería muy fácil detectar el movimiento de la luna en su órbita. Este movimiento hace que la luna avance alrededor de 12° en el cielo cada día. Si la Tierra no rotara, lo que se vería es a la luna cruzando la bóveda celeste de oeste a este durante dos semanas, y luego estaría dos semanas ausente (durante las cuales sería visible en el lado opuesto del Globo).Sin embargo, la Tierra completa un giro cada día (la dirección de giro es también hacia el este). Así, cada día le lleva a la Tierra alrededor de 50 minutos más para estar de frente con la luna nuevamente (lo cual significa que podemos verla en el cielo).
El giro de la Tierra y el movimiento orbital de la luna se combinan, de tal forma que la salida de esta, se retrasa del orden de 50 minutos cada día.

Les vuelvo a recordar que todas las fases de la luna suceden solo en una cara de ella; y Galileo en sus observaciones las tenían registradas. Observen la luna desde el Roh Jódesh y vean como crece poco a poco, hasta estar plena y después empieza a decrecer hasta desaparecer de la bóveda celeste.

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Todas estas fases de la luna, otorgan beneficios. Nuestros abuelos siempre estaban hablando de esta influencia, la Torah la tiene registrada de la siguiente manera:

Debarim / Deuteronomio 33:14 Con los más escogidos frutos del sol, con el rico producto de la luna.

La segunda cara por lógica se encuentra en lado opuesto, una cara que no podemos ver desde la tierra, se le conoce como «cara oculta»:

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Conclusión:

Para dar por terminada esta perashah, solo mencionaré la otras dos caras de la luna, para completar y dar crédito al título de este tema, pero antes de escribirlo quiero manifestarles que la información que existe en los medios, es impresionante y abundante. La Torah, en esta perashah, menciona una fase de la luna, la cual es la luna nueva o Rosh Jódesh, que tiene presencia en un Shabat, dándole un ingrediente extra; juntándose dos mandatos de origen astronómico, llegando a la conclusión de que todo el universo obedece al Creador TodoPoderoso, y que nosotros solo debemos de aprender a realizar lo mismo.
Bueno, para terminar, aquí tienen los dos nombres restantes de las caras de la luna: 90° Oeste y 90° Este.

Shabat shalom!

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