No importa de dónde vengas

Estatuto-Balak (Rey de Moab)

2 de Tamuz de 5765
9 de julio del 2005
Jueces / Shoftim 11:1-33

Por: Rav Mijael Ávila «Shlita»
Rabino de las Sinagogas Bet HaDerej
[email protected]

Sinagoga Bet Haderej
Cuernavaca, Morelos, México

Lectura

Shoftim 11:1 Jefté galaadita era esforzado y valeroso; era hijo de una mujer ramera, y el padre de Jefté era Galaad. 2 Pero la mujer de Galaad le dio hijos, los cuales, cuando crecieron, echaron fuera a Jefté, diciéndole: No heredarás en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer. 3 Huyó, pues, Jefté de sus hermanos, y habitó en tierra de Tob; y se juntaron con él hombres ociosos, los cuales salían con él. 4 Aconteció andando el tiempo, que los hijos de Amón hicieron guerra contra Israel. 5 Y cuando los hijos de Amón hicieron guerra contra Israel, los ancianos de Galaad fueron a traer a Jefté de la tierra de Tob; 6 y dijeron a Jefté: Ven, y serás nuestro jefe, para que peleemos contra los hijos de Amón. 7 Jefté respondió a los ancianos de Galaad: ¿No me aborrecisteis vosotros, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué, pues, venís ahora a mí cuando estáis en aflicción? 8 Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Por esta misma causa volvemos ahora a ti, para que vengas con nosotros y pelees contra los hijos de Amón, y seas caudillo de todos los que moramos en Galaad. 9 Jefté entonces dijo a los ancianos de Galaad: Si me hacéis volver para que pelee contra los hijos de Amón, y Hashem los entregare delante de mí, ¿seré yo vuestro caudillo? 10Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Hashem sea testigo entre nosotros, si no hiciéremos como tú dices. 11 Entonces Jefté vino con los ancianos de Galaad, y el pueblo lo eligió por su caudillo y jefe; y Jefté habló todas sus palabras delante de Hashem en Mizpa. 12 Y envió Jefté mensajeros al rey de los amonitas, diciendo: ¿Qué tienes tú conmigo, que has venido a mí para hacer guerra contra mi ti erra? 13 El rey de los amonitas respondió a los mensajeros de Jefté: Por cuanto Israel tomó mi tierra, cuando subió de Egipto, desde Arnón hasta Jaboc y el Jordán; ahora, pues, devuélvela en paz. 14 Y Jefté volvió a enviar otros mensajeros al rey de los amonitas, 15 para decirle: Jefté ha dicho así: Israel no tomó tierra de Moab, ni tierra de los hijos de Amón. 16 Porque cuando Israel subió de Egipto, anduvo por el desierto hasta el Mar Rojo, y llegó a Cades. 17 Entonces Israel envió mensajeros al rey de Edom, diciendo: Yo te ruego que me dejes pasar por tu tierra; pero el rey de Edom no los escuchó. Envió también al rey de Moab, el cual tampoco quiso; se quedó, por tanto, Israel en Cades. 18 Después, yendo por el desierto, rodeó la tierra de Edom y la tierra de Moab, y viniendo por el lado oriental de la tierra de Moab, acampó al otro lado de Arnón, y no entró en territorio de Moab; porque Arnón es territorio de Moab. 19 Y envió Israel mensajeros a Sehón rey de los amorreos, rey de Hesbón, diciéndole: Te ruego que me dejes pasar por tu tierra hasta mi lugar. 20 Mas Sehón no se fio de Israel para darle paso por su territorio, sino que reuniendo Sehón toda su gente, acampó en Jahaza, y peleó contra Israel. 21 Pero Hashem Elohym de Israel entregó a Sehón y a todo su pueblo en mano de Israel, y los derrotó; y se apoderó Israel de toda la tierra de los amorreos que habitaban en aquel país. 22 Se apoderaron también de todo el territorio del amorreo desde Arnón hasta Jaboc, y desde el desierto hasta el Jordán. 23 Así que, lo que Hashem Elohym de Israel desposeyó al amorreo delante de su pueblo Israel, ¿pretendes tú apoderarte de él? 24 Lo que te hiciere poseer Quemos tu dios, ¿no lo poseer ías tú? Así, todo lo que desposeyó Hashem nuestro Elohym delante de nosotros, nosotros lo poseeremos. 25 ¿Eres tú ahora mejor en algo que Balac hijo de Zipor, rey de Moab? ¿Tuvo él cuestión contra Israel, o hizo guerra contra ellos? 26 Cuando Israel ha estado habitando por trescientos años a Hesbón y sus aldeas, a Aroer y sus aldeas, y todas las ciudades que están en el territorio de Arnón, ¿por qué no las habéis recobrado en ese tiempo? 27 Así que, yo nada he pecado contra ti, mas tú haces mal conmigo peleando contra mí. Hashem, que es el juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Amón. 28 Mas el rey de los hijos de Amón no atendió a las razones que Jefté le envió. 29 Y el Espíritu de Hashem vino sobre Jefté; y pasó por Galaad y Manasés, y de allí pasó a Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad pasó a los hijos de Amón. 30 Y Jefté hizo voto a Hashem, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos, 31 cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Hashem, y lo ofreceré en holocausto. 32 Y fue Jefté hacia los hijos de Amón para pelear contra ellos; y Hashem los entregó en su mano. 33 Y desde Aroer hasta llegar a Minit, veinte ciudades, y hasta la vega de las viñas, los derrotó con muy grande estrago. Así fueron sometidos los amonitas por los hijos de Israel.

 
Reflexión

En esta ocasión nos volvemos a encontrar con la vida de Yiftaj, conocido en español como: Jefté, su vida la hemos abordado desde varios ángulos, y esta semana no será la excepción, ya que se presta muy bien para reflexionar en un tema que titulo: “No importa de dónde vengas lo que importa es que seas feliz”.
Yiftaj fue hijo de Guilad –Galaad-, su madre fue una prostituta y debido a ello vino a ser echado de su hogar por sus hermanos, que al crecer se dieron cuenta que no era hijo de su propia madre y les pareció deshonroso compartir su herencia con él:

Shoftim 11:1 Jefté galaadita era esforzado y valeroso; era hijo de una mujer ramera, y el padre de Jefté era Galaad. 2 Pero la mujer de Galaad le dio hijos, los cuales, cuando crecieron, echaron fuera a Jefté, diciéndole: No heredarás en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer.
Tristemente el destino que le deparaba a Yiftaj era del todo oscuro: sin padre, sin casa, y sin sustento, lo más probable era que cayera con malas compañías; desgraciadamente así fue:

Shoftim 11:3 Huyó, pues, Jefté de sus hermanos, y habitó en tierra de Tob; y se juntaron con él hombres ociosos, los cuales salían con él.
Si el relato bíblico hasta aquí hubiera terminado, ¿cómo lo hubieras concluido?, es muy probable que si lo acabáramos de escribir, pensaríamos que después de haber tenido malas compañías, seguramente se había dedicado a delinquir, debió haber estado en constante riesgo y muy probablemente tendría una vida corta, pero, si tu conoces su vida completa sabrás que no fue así, sino que fue un hombre que no obstante su trasfondo, se supo sobreponer y pasó a la historia como un hombre que libró a nuestro pueblo de los amonitas.
¿Qué podemos aprender de la vida de Yiftaj?, mucho, ya que debiendo ser un hombre fracasado alcanzó la felicidad y en compañía del Eterno trascendió. La felicidad es un tema que no puede ser olvidado, debería ser constantemente mencionado, definitivamente les debemos enseñar a nuestros hijos a ser felices, pero te pregunto: ¿Alguna vez recibiste una lección de tus padres de cómo ser feliz? Si la recibiste eres agraciado, y si no, nunca es tarde para aprender. Existe mucha gente que cree que su vida sería mejor si sus padres hubieran sido diferentes con ellos; o bien si hubieran tenido mejores posibilidades económicas; o si hubieran podido estudiar o bien hacerlo en una mejor universidad; creen que si hubieran tenido mejores atributos físicos su vida sería mejor; o tal vez piensan que si fueran más inteligentes serían felices; o si se hubieran casado con un cónyuge diferente serían felices; otros piensan que si tuvieran más suerte, su vida sería diferente; en fin, encuentran una u otra razón para no ser felices hoy, y tienen los mejores pretextos que les impiden disfrutar de la vida en el presente, es triste, date cuenta que mucha gente no nada más piensa que si cambiara lo pasado sería más feliz, sino también cifran su felicidad en eventos que posiblemente se dieran en el futuro y que a su juicio, les garantizarían la felicidad; por ejemplo: algunos piensan si determinada mujer u hombre les correspondiera, serían felices; otros piensan que si se casaran con su novio(a) alcanzarían verdaderamente la felicidad; otros piensan que cuando obtengan algún título universitario verdaderamente su vida cambiará; otros en que si obtuvieran determinado trabajo serían felices; otros si tuvieran una casa; otros un coche; etc. etc. Hay muchas razones que la gente tiene y que a su juicio son buenos pretextos para no ser felices ahora, como lo he demostrado, eventos que les gustaría cambiar de su pasado o bien, eventos que desearían se cumplieran en el futuro, tristemente ni unos ni otros tienen la razón.
Yiftaj tuvo una madre prostituta, un padre que no lo defendió, unos hermanos que no lo aceptaron, una familia que lo echó de su hogar, tuvo malas compañía, en fin, todo su contexto era propicio para su fracaso en la vida, ¿pero que sucedió? ¡triunfó! El Eterno lo usaría para salvaguardar a Su pueblo, ¿a través de un hombre que la lógica decía que debía ser un fracasado?, ¡sí, pero se sobrepuso!
¿Por qué será que los momentos felices siempre son los pasados o bien futuros que aún no se realizan, pero nunca los presentes? Creo que en la vida, contrario a lo que mucha gente piensa no se obtendrá la felicidad permanente, sino siempre estará hecha de muchos momentos pequeños o grandes que den satisfacción al hombre y como consecuencia hacen que se obtenga la felicidad, los momentos felices no deben ser sólo añoranzas de situaciones vividas, y que en su oportunidad no tuvimos la consciencia de que ese era un momento feliz, ¡no!, sino que debemos tomar consciencia de que es posible vivir el presente con felicidad.
Amados, ¿qué podemos aprender de la vida de Yiftaj? aprendemos que es posible ser felices y triunfar en esta vida no importando nuestra vida pasada, ya que no debe ser determinante para nosotros y nuestra felicidad, no debe ser determinante quiénes fueron nuestro padres, ni dónde venimos, o dónde estudiamos, etcétera, amados del Eterno, necesitamos liberarnos de las sombras que nos asedian, ¡es posible hacerlo! Hace algún tiempo me dijo una persona: “¿Quién dijo que esta vida era justa o perfecta?”, la realidad es que tenía razón, en esta vida no encontraremos la justicia que creemos merecernos o bien ver que se cumple, ni será todo lo perfecta que quisiéramos; sin embargo no por ello no hay esperanza, dejemos que la justicia y la perfección se revele con la llegada de Mashíaj –Mesías- y mientras tanto no nos desesperemos.

Quiero darles algunos consejos que he aprendido y que ayudan para que seamos felices:

  1. La felicidad la debemos percibir, es decir, así como cuando ves a un arco iris y te tomas el tiempo para observarlo, así debes aprender a tomar consciencia de que el momento que vives, te está dando la felicidad.
  2. La felicidad no necesariamente viene acompañada, es decir, mucha gente desea que algún ser amado esté con ellos y sólo así serán felices, no amado(a), debemos aprender a ser felices primero nosotros solos como individuos, de ahí que si aprendes a ser feliz solo(a), con ello garantizarás que cuando tengas que compartir el momento con alguien más, le transmitas tu felicidad ya que estás ejercitado en ello.
  3. La felicidad no necesariamente viene acompañada de bienes materiales, al igual que no debemos estar a expensas de que algún ser amado esté con nosotros, tampoco debemos esperar tener algo para ser felices, ya que los bienes dan felicidad momentánea, ¿qué pasó con aquel artículo, ropa, etc. que tanto deseaste?, ¿cuánto tiempo te duró el gusto?, si te percatas de que los bienes nos dan una comodidad pero al final de cuentas lo que no nos dan es la garantía permanente de la felicidad.
  4. La felicidad la puedes tener aquí y ahora, ¿a que me refiero?, me he dado cuenta que se cree que la felicidad sólo son los grandes momentos de la vida, pero esto no es así, la felicidad nos la puede dar cada momento que vivimos, por ejemplo, si estas tomándote un café con algún amigo, aprende a disfrutarlo y tomar consciencia que ese es un momento feliz, si vas manejando y observas un paisaje bonito, toma consciencia de que es un momento feliz, si estás en el trabajo y has encontrado la respuesta a la problemática que tenías, toma consciencia de que ese es un momento feliz, si estas con tu marido o esposa y simplemente van de la mano por la calle, toma consciencia de que ese es un momento feliz, si estás en la Bet Haknesset –Sinagoga o casa de reunión- y disfrutas del mensaje, toma consciencia de que es un momento feliz, si estás frente al televisor viendo una película de la que estás aprendiendo algo, toma consciencia de que es un momento feliz, en fin, es posible que aprendamos de la vida y que nos percatemos que la felicidad está al alcance de nuestra mano.
  5. La felicidad se encuentra más fácilmente si en los momentos propicios nos deshacemos de la formalidad característica del adulto, una vez que la persona crece, es natural que se adopte un comportamiento de adulto, pero en la medida que hace que esa forma se vuelva parte de su vida después le resulta difícil deshacerse de ella, por eso si no te has hecho adulto, nunca olvides que los niños tienen el secreto de la felicidad, nunca te olvides de voltear a verlos, y si eres adulto, pon tus ojos más en los niños, juega con ellos, aprende de ellos, no en balde la enseñanza de nuestro Mashíaj en torno a ellos.
  6. La felicidad muchas veces es acompañada de la risa, reaprende a reírte, nunca una risa o una sonrisa estarán de más, ríete de la vida, aprende a reírte de ti mismo y no te prives de hacerlo. Al judaísmo siempre le ha acompañado el humor, y existen tantos chistes que circulan en nuestro pueblo, que es importante que conozcas que al pueblo que has venido le ha sentado muy bien esto.
  7. Libérate de tantas personas que sigues cargando por cuanto a tu juicio no te dieron lo mejor de ellos, ya bien sea de tu padre o madre, de algún familiar, o de algún conocido que tal vez te dañó, mucha gente empaña su felicidad por situaciones que no están en su control, y es por ello importante que no permitas que recuerdos ensucien tu felicidad, por lo que ínstate a ti mismo a ser feliz no importando que los demás en su momento te hayan dañado la vida, a final de cuentas, ese momento pasó y ahora te resta seguir caminando.
  8. No hay persona más feliz, que aquella que esta contenta con lo que tiene. Debemos aprender que el desear tener más, no está peleado con ser feliz con lo que se tiene, pero el secreto estriba en aprender a disfrutar lo que tenemos y una vez que lo logremos, alcanzaremos momentos frecuentes de felicidad, recordemos lo escrito por el rabino Shaúl –mal conocido como Pablo-: “Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto 1 Timoteo 6:8”.

 

Ya por último no nos olvidemos de impactar a nuestro entorno, dejémonos de críticas, deja de quejarte y transmite a las personas con las que convives, que la vida vale la pena vivirla, y sobre todo si tienes la bendición de tener hijos, no te olvides que su felicidad estará en gran medida asegurada si tú le enseñas a ser feliz ahora.

¡Shabbath Shalom!



Respuesta: Todas las preguntas debieron evaluarse con falso, si tuviste al menos una con verdadero, tienes cosas que debes examinar en la educación hacia tus hijos.

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