Los alimentos permitidos así como los prohibidos para el consumo

Mira
27 de Av de 5764
14 de agosto de 2004
Debarim / Deuteronomio 11:26-16:17

Por Mijael Ávila
Rabino Mesiánico
Sinagogas Bet Haderej
Cuernavaca, Morelos, México
[email protected]

Introducción

Deuteronomio 11:26 Mira que pongo delante de vosotros hoy la bendición y la maldición:

Debarim 11:26 Re’eh anoji noten lifneyjem hayom berajah uklalah.
La cuarta alía, nos habla de uno de los temas controversiales más grandes entre el cuerpo de creyentes: «Los alimentos permitidos así como los prohibidos para el consumo«, lo que me obliga a tratar este asunto rogándole al Señor que abra el entendimiento de la gente que no cree en la vigencia de esto, y que les permita alcanzar lo que tanto anhelan: la Verdad. No la verdad del judaísmo mesiánico o de religión alguna, sino la verdad de Hashem y proclamarla como tal,  no por que convenga a nadie, sino por cuanto el Eterno nunca se ha equivocado y todo lo que El mandó, es bueno para el hombre.
Resultaría necio suponer que Hashem dio al hombre un mandato que posteriormente lo quitaría bajo una bandera de aparente «libertad», si esa suposición fuera correcta, necesariamente deberíamos considerar que Hashem es voluble o inconstante; es decir, primero da mandatos que esclavizan al hombre y posteriormente lo liberta, esta suposición sería una artera contradicción de lo que El es.

Temas de la Perashát
Primera alía (11:26-12:10):

Moshé presenta ante la nación la bendición de una vida orientada hacia lo espiritual y la maldición de estar desconectada de Hashem. Cuando la nación ingrese a Eretz Yisrael, debe quemar todos los árboles que fueron utilizados para la idolatría, debe destruir todas las estatuas idolátricas.

Segunda alía (12:11-12:28):

Hashem elegirá un solo lugar donde habrá de morar la presencia Divina. Las ofrendas solo deberán presentarse en ese sitio y no en un altar privado. Advertencia de no comer sangre animal.


Tercera alía (12:29-14:9):

Moshé advierte a la nación que no debe imitar el comportamiento de las demás naciones. Como la Toráh es completa y perfecta, no se le puede añadir ni quitar nada. Si un falso profeta le dice al pueblo que abandone en forma permanente la Toráh o que practique la idolatría debe ser sentenciado a muerte.


Cuarta alía (14:10-14:21):

Moshé reitera las clasificaciones de alimentos kosher y no kosher (correctos).


Quinta alía (14:22-14:29):

Lo producido del segundo diezmo debe comerse en Jerusalén y si la cantidad es demasiado para ser transportado debe ser cambiado por dinero, se comprará con él comida en Jerusalén.


Sexta alía (15:1-15:18):

Se explica que cada siete años será año de remisión, perdonarás a tu deudor, ese diezmo debe ser entregado a los pobres. Se instruye a los israelitas que siempre sean generosos. El esclavo es liberado tras seis años, y debe ser enviado con generosas provisiones.


Séptima alía (15:19-16:17):

Se explica la consagración de los primogénitos. La perasháh finaliza con una descripción de las tres fiestas de peregrinación: Pésaj, Shavuot y Sucot.

Enseñanza
Como hijos, el Eterno nos ha dado su voluntad con el único fin de hacernos bien; al conformarnos como una nación Hashem, explícitamente, nos entregó Su voluntad a través de Moshé. Es justamente en las Escrituras donde se encuentra escrita ahora a nuestro pueblo. Se le han añadido muchos gentiles a lo largo de su historia y la característica es que ha sido por voluntad propia, esos gentiles sin distinción alguna debieron observar la voluntad del Eterno.
Se crea un revuelo al respecto de aquellos gentiles que vendrían a tomar al Elohym de Israel para sí,  después de la muerte y resurrección de Yehoshua -Jesús- el Mesías, porque debieron considerar primeramente que su incursión era del Eterno y en segundo lugar, que muchas de sus prácticas estaban en abierta oposición a la voluntad de Hashem. Esta discusión se encuentra en el Brit Jadashá -Pacto Renovado- en el libro de Hechos capítulo 15.

No es motivo de esta perasháh ahondar en la explicación de este pereq -capítulo-, les sugiero que lean el estudio que se encuentra enMesiánicos.com titulado: ¿Los únicos mandamientos para los gentiles son apartarse de idolatría, de fornicación, de ahogado y de sangre, según Hechos 15?, en donde abordo con un poco más de detalle lo tratado en este importante capítulo; sin embargo, sí es mi deseo apuntar de manera sucinta que el acuerdo al que llegaron los apóstoles y los ancianos no fue un mandamiento del Eterno, sino simple y sencillamente fue una reglamentación humana (según el griego del Brit Jadashá en Hechos capítulo 16 le llama: Dogma, y lo traducen al español como: «ordenanzas»), que tuvo como fin no causar un cisma del pueblo judío entre los creyentes en Mashíaj quienes observaban la voluntad de Hashem, y aquellos gentiles que vendrían a conocer poco a poco la voluntad del Eterno.
¿Qué era lo mínimo que acordaron los apóstoles y ancianos que debían guardar los gentiles?:

Hechos 15:19 Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Elohym, 20 sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre.
Estas sencillas reglamentaciones o correctamente llamados: «dogmas» de ninguna manera pretendieron ir en contra de la voluntad de Hashem, sino que fueron cosas que se prohibió practicar sin la exigencia de que un gentil las entendiera; es decir, al momento en el que el gentil aceptaba las «buenas nuevas», debían advertirle que lo primero que Hashem deseaba de ellos era guardarse de hacer las cosas expresadas en el pasuk -versículo- 20, debían aceptarlas aun sin entenderlas. ¿Qué pasaría con la demás voluntad de Hashem expresada a lo largo del TaNaJ -mal llamado Antiguo Testamento-? Bueno, pues lógicamente tendrían instrucciones que les llevaría toda su vida, y que en la medida en que las fueran conociendo, las entenderían y como consecuencia las practicarían. Por ejemplo: un gentil en aquel entonces no sabía que debía diezmar, ni que debería guardar las fiestas de Hashem, ni que debería de honrar a sus padres, ni que fuera posible imponer manos para con los enfermos, etc. etc.; sin embargo, llevaría a cabo todo ello en su crecimiento con Hashem. ¿Cómo puedo corroborar esto que escribo? Es sencillo, basta añadir el pasuk 21:

Hechos 15:19 Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Elohym, 20 sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre. 21 Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día sábado.
¿Cuándo sería instruido un gentil en los demás mandamientos? Pues, poco a poco: cuando ellos tuvieran oportunidad de prepararse cada Shabbath en una sinagoga en donde era leída la Toráh dada a Moshé, y éste a su vez la recibió de Hashem. Entonces con conocimiento de causa, los gentiles que ahora serían parte del mismo pueblo recibirían la instrucción semana a semana, y al igual que nosotros en el mes de Av (que es en el mes que estamos), llegarían a la perasháh Re´eh (igual que nosotros en esta semana), y les tocaría leer la cuarta alía (al igual que nosotros en esta semana), y desde la Bimáh (lugar elevado destinado a la lectura de la Toráh), al igual que una vez Yehoshua alzando el rollo leyó la profecía acerca de El en Yeshayaju -Isaías- les leerían lo siguiente:

Deuteronomio 14:3 Nada abominable comerás. 4 Estos son los animales que podréis comer: el buey, la oveja, la cabra, 5 el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra montés, el íbice, el antílope y el carnero montés. 6 Y todo animal de pezuñas, que tiene hendidura de dos uñas, y que rumiare entre los animales, ese podréis comer. 7 Pero estos no comeréis, entre los que rumian o entre los que tienen pezuña hendida: camello, liebre y conejo; porque rumian, mas no tienen pezuña hendida, serán inmundos; 8 ni cerdo, porque tiene pezuña hendida, mas no rumia; os será inmundo. De la carne de éstos no comeréis, ni tocaréis sus cuerpos muertos. 9 De todo lo que está en el agua, de estos podréis comer: todo lo que tiene aleta y escama. 10 Mas todo lo que no tiene aleta y escama, no comeréis; inmundo será. 11 Toda ave limpia podréis comer. 12 Y estas son de las que no podréis comer: el águila, el quebrantahuesos, el azor, 13 el gallinazo, el milano según su especie, 14 todo cuervo según su especie, 15 el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán según sus especies, 16 el búho, el ibis, el calamón, 17 el pelícano, el buitre, el somormujo, 18 la cigüeña, la garza según su especie, la abubilla y el murciélago. 19 Todo insecto alado será inmundo; no se comerá. 20 Toda ave limpia podréis comer. 21 Ninguna cosa mortecina comeréis; al extranjero que está en tus poblaciones la darás, y él podrá comerla; o véndela a un extranjero, porque tú eres pueblo santo a Hashem tu Elohym. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
No sé si a ustedes les emociona, a mí sí, el solo hecho de pensar que semana a semana llevamos a cabo la lectura de la misma perasháh que en los mismos meses leyó nuestro amado Yehoshua HaMashíaj y que todos sus los talmidim -estudiantes- y los que le siguieron leyeron año con año lo mismo que nosotros, ¿por qué digo esto?, porque en tiempos de Mashíaj la perasháh y la Haftará ya eran leídas en su ciclo tal y como lo hacemos ahora nosotros, no importaba en qué ciudad o país se encontrará algún hijo de Hashem, al asistir en ese sitio a la sinagoga leerían la perasháh correspondiente.
¿Qué sucedería cuando aquellos de origen gentil leyeran esta cuarta alía? Bueno pues aprovecharían los rabinos para instruirles al respecto de lo que se le ha dado por llamar: el Kashrut, que: son las leyes dietéticas de nuestro pueblo, seguramente les dirían que existe en la Toráh otro capítulo importante que habla de ello, que es Vayicrá -Levítico- 11, comenzarían a estudiarlos y reflexionar en ellos; entonces, entenderían parte de los motivos por los que Hashem le dio estos mandamientos a Su pueblo, los de origen gentil preguntarían, el rabino contestaría, ellos tal vez expondrían sus testimonios y el rabino complementaría sus experiencias con la Toráh.
¿Crees que en ese entonces también leerían el Brit Jadashá? La respuesta es: NO. Muchos de los gentiles contemporáneos a los apóstoles nunca leerían el Brit Jadashá como lo conocemos hoy; por ejemplo, les llegaría a los de Corinto su primera y segunda carta; sin embargo, si acaso, pocas referencias tendrían de la carta que el rabino Shaúl -Pablo- les escribiría a los de Efeso. ¿Te das cuenta?
Cuando Timoteo recibiera la carta de rabí Shaúl en donde dice lo siguiente:

1 Timoteo 3:16 Toda la Escritura es inspirada por Elohym, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Elohym sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Timoteo nunca en su mente pensaría que se refería también al Brit Jadashá, sino que consideraría lo que las Sagradas Escrituras eran hasta entonces, es decir sólo el TaNaJ (lo que le han mal llamado Antiguo Testamento). Y Timoteo contrario a la creencia contemporánea, nunca pensaría en quitar partes de la Escritura, sino al contrario, se comprometería en indagar en «Toda la Escritura«, a fin de cumplir con la voluntad de aquel a quien amaba. Y cuando Timoteo a su vez llegara a la Perasháh Re´eh, enseñaría a lo largo de su vida al respecto del Kashrut -leyes dietéticas-.
Timoteo se encontraría con aquellos de la secta del Camino a la cual El pertenecía ( ver el estudio en mesianicos.com titulado: Mesiánicos, Nazarenos o El Camino), y entonces no debatirían si debían guardar o no la dieta Escritural, sino sólo enseñarían a los que no conocían y compartirían sus experiencias:

Hechos 21:20 Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Elohym, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley.
Si te das cuenta, ellos no enfrentarían la problemática de interpretación contemporánea a la que nos enfrentamos nosotros, los principales líderes del movimiento del Camino conocerían la base de la Toráh, y sólo se preocuparían por transmitirla. ¿Por qué entonces tenemos estos problemas los creyentes en Yehoshua HaMashíaj? No existe exclusivamente una causa sino varias y, solamente por enlistar algunas las citaré:

1.      Los textos más antiguos del Brit Jadashá no se encontraron en hebreo sino en griego, lo que ocasionó una disparidad de conceptos por no usar el mismo idioma y por supuesto las mismas palabras.

2.      La hegemonía de Roma sobre todos aquellos que controlaban y que impusieron una religión «oficial», la sincretizaron con religiones paganas para conseguir el éxito.

3.      La constitución de la religión católica romana con una visión antisemita que llevó a la persecución de nuestro pueblo y a la separación del verdadero olivo como consecuencia.

4.      El oscurantismo de casi 1,300 años en los que la Biblia fue ocultada por el catolicismo romano, originando históricamente un cisma entre sus orígenes hebreos a la supuesta creación de una nueva religión.

5.      La reforma protestante que si bien recuperó la herencia de las Escrituras, también se llevó consigo un tremendo lastre católico, como ejemplo basta observar: las bodas, la práctica de la santa cena, el bautizo, la creación de la figura eclesial como una forma de gobierno que  establecería qué cosas eran las verdaderas, etc. etc.

6.      Uno de los últimos lastres: el tiempo, que ha provocado un abismo cultural de un libro escrito por judíos para judíos y con una visión 100% judía a un libro que aun en sus traducciones, se ha occidentalizado, se ha interpretado con una visión diferente al judaísmo y se le ha dado hegemonía sobre de él a los líderes que no tienen idea de lo que es Israel, sus prácticas, costumbres y sobre todo, no han podido entender en muchos casos que los lentes que se deben usar para estudiar la Biblia no son con unos lentes occidentales sino unos orientales, esto cambia ampliamente su perspectiva.

7.      Y no menos importante, la tremenda influencia de lo que el Brit Jadashá le llama: «El misterio del Pseudo Mashíaj» (ver el estudio en mesianicos.com titulado: Por haberse multiplicado la maldad el amor de muchos se enfriará) que tiene por finalidad que el mundo rechace la Toráh.

¡Baruj Hashem! Que han venido cambiando las cosas, no para dar un mejor camino sino para mostrar Su camino, el cual no lo tiene religión, denominación o corriente alguna, sino que la verdad que es El, se hace más y más clara conforme pasen los tiempos.
Los rabinos contabilizaron en el TaNaJ 613 Mitzvot conocidos en español como: Mandamientos, y de estos mandamientos, 248 son mandamientos positivos, mandamientos para hacer; y los 365 restantes corresponden a los mandamientos de no hacer, también conocidos como negativos. Me ha tocado escuchar predicaciones de pastores que ridiculizan esto, me da tristeza porque no alcanzan a comprender que detrás de cada mandamiento no se encuentra hombre alguno, sino Hashem.
El rabino Ben David se encontraba alguna vez compartiendo en la sinagoga Bet Haderej e hizo una pregunta: ¿Yehoshua cumplió todos los mandamientos? Algunas personas respondieron que sí, sin embargo la respuesta correcta era: ¡NO!, Yehoshua HaMashíaj no guardó todos los mandamientos por una sencilla razón, cada mandamiento tiene a un destinatario, hay mandamientos para hombres pero también para mujeres, así que Yehoshua no pudo haber cumplido todos los mandamientos. Adicionalmente, cada mitzvot se dirige al hombre dependiendo de su actividad, hay mandamientos para los sacerdotes exclusivamente y otros para los reyes, otros para los que siembran, etc. También los mandamientos tiene un ámbito geográfico, mandamientos para los que están en Israel, y para los que no están, e incluso hay mandamientos que dependen exclusivamente si el Santo Templo está de pie o no. El rabino Jafetz Jaim con todo lo anterior contabilizó que para los que vivimos fuera de Israel, sólo nos es posible cumplir algunos de los 271 mandamientos disponibles de los cuales 77 son mitzvot positivas y 194 mitzvot negativas.
Me gusta platicar con gente cuya profesión es la abogacía -las leyes-, pues por su formación profesional entienden perfectamente la función normativa de la Toráh, su comprensión hecha por tierra el argumento irracional usado por muchos sectores que creen en la Biblia y a su vez niegan la vigencia de algunas partes. ¿Por qué un abogado entendería la Toráh? Debido a la semejanza con las leyes humanas; por ejemplo en México tenemos una Constitución que rige la legalidad, ésta contiene 136 artículos, pero de sus 22,039 palabras originales, hoy en día son más de 45,000 más del doble. Cada artículo por lo mismo es muy basto, no pasa así con la Toráh lo que facilita su aprendizaje.
¿Por qué el cristianismo en su mayoría acepta el consumo de animales que están tipificados en la Biblia como no propios para el consumo? Encuentro a mi juicio tres argumentos principales:
1º. La Vision de Kefá – Pedro:

Es conocido por todos el episodio de Pedro (Hechos 10) en el que Hashem le muestra una visión pidiéndole que comiera animales impuros a lo que Kefá se resistía, y de ahí de generación en generación los hombres han enseñado que esa es la base para poder consumir toda clase de animales.

La primer consideración es: lo que vivió Kefá fue una visión, y entendamos esto: «Una visión no se come«, podría preguntar: ¿Pedro comió? La respuesta es: No, y si la Escritura dice lo contrario entonces tendrían razón.
La segunda consideración es: «toda visión tiene un significado», es por ello que nos encontramos a Kefá, preguntándose el significado de la visión que había tenido, como lo corrobora el siguiente pasuk:

Hechos 10:17 Y mientras Pedro estaba perplejo dentro de sí sobre lo que significaría la visión que había visto, he aquí los hombres que habían sido enviados por Cornelio, los cuales, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta.
La tercer consideración es: el significado de la visión era: «hacerle entender que también para los gentiles es el reino de Hashem». Esto lo entendemos a partir de una frase que enlaza la visión con el significado:

Hechos 10:14 Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás. 15 Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Elohym limpió, no lo llames tú común.
La frase: «cosa común o inmunda» la usó Kefá para relacionarla con los animales impuros, al reflexionar Kefá en el camino, y llegar a la casa de Cornelio, encuentra la solución del significado:

Hechos 10:28Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Elohym que a ningún hombre llame común o inmundo;

La cuarta consideración es: «la práctica de guardarse de comer animales impuros es un ejercicio de santidad».

Levítico 11:44 Porque yo soy Hashem vuestro Elohym; vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo; así que no contaminéis vuestras personas con ningún animal que se arrastre sobre la tierra. 45 Porque yo soy Hashem, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Elohym: seréis, pues, santos, porque yo soy santo.


Escucho frecuentemente la frase: «guardarse en santidad», lo increíble es que si pregunto: ¿Qué es guardarse en santidad? Cada quien tiene una respuesta diferente, y tras  ello debemos considerar que el «guardarse en santidad» no depende del concepto particular de cada uno, sino específicamente de lo que las Sagradas Escrituras enseñan, y el caso de abstenerse de comer animales inmundos la Toráh de específico lo tipifica como un ejercicio de santidad, nos guste o no.
La quinta consideración es: «Existe una relación entre el hecho de guardarse del consumo de animales inmundos con la unión con los gentiles». Esto se sostiene debido a que gran parte del ejercicio de la santidad radica en separar, ¿separar qué?, lo correcto de lo incorrecto, lo limpio de lo inmundo, lo santo de lo profano, lo dulce de lo amargo y por lo tanto, si había una forma de enseñar visiblemente esta asociación de la separación, precisamente se servía de la prohibición de los animales impuros, y junto a ello, el no casarse ni dar en casamiento a alguien del pueblo con los gentiles idólatras, como lo demuestra esta cita de la Escritura:

Levítico 20:25 Por tanto, vosotros haréis diferencia entre animal limpio e inmundo, y entre ave inmunda y limpia; y no contaminéis vuestras personas con los animales, ni con las aves, ni con nada que se arrastra sobre la tierra, los cuales os he apartado por inmundos. 26 Habéis, pues, de serme santos, porque yo Hashem soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos.
Observa bien cómo después de hablar de la diferencia entre los animales limpios y los inmundos habla acerca de la santidad, manifestando que se deberían apartar de los demás pueblos. Esta asociación que se enseña desde pequeños en nuestro pueblo, que es el de abstenerse de animales impuros y no juntarse con gentiles paganos, redundaba en una enseñanza pedagógica que hasta la fecha se sigue presentando.
Para finalizar con este primer argumento, sólo me resta escribir que la visión a la luz de lo que hemos visto nunca tuvo como finalidad el permitir que la gente consumiera lo que quisiera, sino dar acceso a los gentiles, no por que no lo tuvieran, sino por al cercamiento religioso en torno a estos temas.
2º. Lo que Contamina al Hombre es lo que Sale de la Boca:

Hace algunos años conversé con un varón judío que fue enseñado en una congregación cristiana, y al tratar el asunto, me dio un argumento recurrente el cual se basa en el siguiente pasuk:

Mat. 15: 10 Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended: 11 No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.

Este episodio, como recordarán, se dio cuando criticaron a los seguidores de Yehoshua al respecto del lavado ritual de las manos, este ritual en nuestro pueblo se le conoce como: Netilat Yadaimconsiste en dejar caer el agua sobre la mano derecha dándole vuelta tres veces, y después en la izquierda, y después se dice una berajá -bendición-. Este lavado de manos entre otras cosas habla por sí mismo de una pureza que le debe caracterizar a todo hijo de Hashem, y obviamente la pureza no la da el ritual, sino las acciones de cada hombre; pero, siempre ha habido gentes que más se han interesado por los aspectos físicos que el hecho de avalar ese acto a través de sus acciones, justamente ese fue el problema: no la ceremonia del Netilat Yadaim, sino el hecho de tratar de imponer en obligatoriedad una ceremonia poniéndola a la altura de la voluntad de Hashem. Describiendo esto de otra forma, el Netilat Yadaim no está escrito en la Toráh como una práctica imperativa y si bien es un acto simbólico hermoso, no tiene el carácter de obligatorio.
Yehoshua en el anterior pasuk, utiliza una figura retórica conocida como Hipérbole, que es una explicación algo simplificada basándose en una exageración tanto en lo mucho como en lo poco, leámosla nuevamente:

Mateo 15: 10 Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended: 11 No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
¿Crees que Yehoshua literalmente estaba diciendo: «no lo que entra en la boca es lo que contamina al hombre»? sobre todo cuando hoy en día conocemos los aspectos higiénicos que conlleva el lavarse las manos. ¿Verdaderamente Yehoshua afirma que nada de lo que me meta en la boca me va a contaminar? Si lo tomo literal entonces, ¿me podré meter a la boca una comida descompuesta y no hacerme daño? O ¿Ahora ya no le pediré a mis hijos Yosiyaju y Jiram que se laven las manos? ¡Por supuesto que no! Yehoshua estaba exagerando el hecho al declararles que se fijaran más en sus acciones internas que en la demostración de una «aparente» limpieza externa, ¿te das cuenta? Yehoshua no acabó con la limpieza, ¡evidentemente no!, lo que el quería es que el hombre tuviera congruencia, integridad entre sus actos y sus palabras. Ahora, si no tengo razón, demuéstrame que te puedes meter a la boca cualquier cosa y no hacerte daño.
Lee por favor la explicación de Yehoshua a sus talmidim:

Mateo 15: 15 Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos esta parábola. 16 Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento? 17¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? 18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. 19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. 20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.


3º. Esto Decía Haciendo Limpios Todos los Alimentos:

El pasaje anterior, visto desde otra perspectiva, desde los ojos de Marcos añade un pasuk interesante, y que por supuesto cae dentro de la misma explicación anterior:

Marcos 7: 14 Y llamando a sí a toda la multitud, les dijo: Oídme todos, y entended: 15 Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre. 16 Si alguno tiene oídos para oír, oiga. 17 Cuando se alejó de la multitud y entró en casa, le preguntaron sus discípulos sobre la parábola. 18 El les dijo: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar, 19 porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la letrina? Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos. 20 Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. 21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. 23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.
Si notas, el verso 19 dice: «Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos». ¿Lo podremos concebir literalmente? ¡Claro que no!, echémosle un vistazo al cerdo por ejemplo que es el principal impedimento que la gente presenta debido a la cultura en la que vivimos, hay una infinidad de platillos cuyo ingrediente principal es la carne de cerdo. Si es verdad que hizo limpios TODOS los alimentos, entonces, ¿ahora el cerdo ya no es cerdo, o marrano o cochino sino que le podremos llamar «limpio»? Como ustedes saben, el cerdo tiene éstas y más acepciones debido precisamente a sus prácticas de vida, ya que es un animal omnívoro, lo que quiere decir que comen de todo, no tiene glándulas sudoríparas, es decir no suda por lo que todas las toxinas las absorbe su organismo, y a más de estas características basta decir que desde su mismo excremento que consumen, hasta la hediondez en donde les gusta estar, sería paradójico que ahora en Yehoshua ya fueran limpios, y ¿saben?: ¡De ninguna manera!:

Isaías 66:15 Porque he aquí que Hashem vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su reprensión con llama de fuego. 16 Porque Hashem juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos de Hashem serán multiplicados.
17 Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de cerdo y abominación y ratón, juntamente serán talados, dice Hashem.

Es muy curioso, pero el ejemplo del cerdo es un tema que despierta muchas sensibilidades en la gente, cuando estaba investigando al respecto, me encontré con un artículo de buena fuente en donde el Dr. Hans Heinrich cita lo siguiente:
¿Adicción a la carne de cerdo?
Aquellos seres humanos que se acostumbraron a consumir esta carne llegan a ser prácticamente adictos a ella. Basta oír las protestas de los enfermos cuando en vista de sus dolencias crónicas, me resuelvo a prohibírsela. El siquiatra Dr. W.HOFFMANN de Mannheim examinó el asunto y llegó a la conclusión de que la inmensa mayoría de los consumidores de cerdo analizados por él, cumplían a cabalidad con las condiciones para considerarlos adictos.

¿Existe pues la adicción al cerdo?
Los “porcinómanos” encuentran toda clase de disculpas para comer puerco. Rechazan enfáticamente la culpabilidad del animalito en sus dolencias y justifican su menú con toda clase de razonamientos, al igual que fumadores y bebedores. Quienes se han podido liberar de la afición a la carne porcina termina ésta produciéndoles asco y la reconocen si alguna vez equivocadamente la sirven en su plato. Algo similar ocurre con aquellos ex-fumadores que de pronto huelen un cenicero rancio.
No es mi intención al escribir esto, plantear legalistamente el asunto; sin embargo, es mi responsabilidad el establecer a mi juicio la voluntad de Hashem con la conciencia de que de ninguna manera soy yo el que juzgo, sino El.

Conclusión
Desde la óptica judía no está del todo claro el porqué Hashem dio las leyes del Kashrut, e incluso el kashrut entra en una categoría de mitzvot especiales llamadas: jukim. Ahora bien, los jukim son mandamientos cuyas razones son oscuras y no aparentes, otro ejemplo de jukim es el: «shaatnez», que sería la prohibición de vestir una ropa que está hecha con lana y lino entremezclados. Con lo anterior el entendido hebreo al respecto de los jukím, es que éstos, tienen más que ver con la obediencia que con la razón.
Rabí Shaúl fue un hombre que aun conociendo de Mashíaj, siguió practicando la Toráh, basta ver para muestra la recomendación que le hacen: Hechos 21:24 Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la ley. Obviamente detrás de este versículo no existe simulación alguna en cuanto al proceder de Pablo, sino que refleja la verdadera práctica de un hombre instruido en la Toráh como pocos en su época; curiosamente, el más instruido, el rabino Shaúl, Hashem lo manda a los gentiles, ¿coincidencia? ¿O es que sería desaprovechado su conocimiento? ¿O verdaderamente el que mejor conocía la Toráh, mejor se la transmitiría? Personalmente me inclino por esta última.
Este hombre le escribe a Timoteo un pasaje que deja entrever una gran verdad:
1 Timoteo 4: 1 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; 2 por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, 3 prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Elohym creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. 4 Porque todo lo que Elohym creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; 5porque por la palabra de Elohym y por la oración es santificado.
Quisiera ahondar en todo el texto, pero lo dejaré para una mejor ocasión; sin embargo rescato algo

valiosísimo: ¿Qué? El verso 4 y 5:

1 Timoteo 4:4 Porque todo lo que Elohym creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; 5 porque por la palabra de Elohym y por la oración es santificado.
La mayoría de la gente piensa que es suficiente orar por los alimentos y dar gracias, eso sería si sólo leyéramos hasta el verso 4; sin embargo el verso 5 nos da luz de la sabiduría del rabino Shaúl: «Por que por la Palabra de Hashem Y por la oración es santificado».
No basta orar por el alimento para hacerlo santificado, sino que adicionalmente la Biblia debe decir si es santo o no, y ¿saben?, no es el hombre el que determina qué cosa es santa, sino que es Hashem el que a través de su palabra dice qué cosa es santa. Y amados hermanos en ninguna parte de la Biblia ha santificado al cerdo, ni a los camarones, ni a ningún animal inmundo. ¿Le creeremos a la Palabra de Hashem o a los hombres?
Defendí por un tiempo la postura tradicional cristiana; sin embargo al igual que tú, estoy comprometido con la verdad de Hashem, nunca pude hallar en mi búsqueda por la verdad, un capítulo y versículo para sustentar la santidad de determinados alimentos, y sólo porque no los hallé tuve que cambiar mi forma de pensar; ello me llevó a enfrentar la postura denominacional opuesta a esta óptica, sólo me restó hacerle caso a Hashem y no a hombre, denominación o religión alguna. Sé que mi responsabilidad es grande al escribir esto, y cada vez que toco aspectos controversiales, no dejo de pensar en lo escrito por Yaacob -Santiago -:«no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación», ruego al Eterno que me guarde de caer en una interpretación errónea de Su Palabra, y estoy consciente del compromiso que conlleva:

Deuteronomio 14:3 Nada abominable comerás.

¡Shabath Shalom!
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