Vivir después de morir.

Introducción.

Nos encontramos nuevamente ante la última Parshat del Sefer Bereshit-Libro de Génesis-, en donde podemos ver los últimos días de nuestro Patriarca Ya’akov en la tierra de Mitzraim, así como sus instrucciones finales y las bendiciones que él vierte sobre cada uno de sus hijos.

Enseñanza.

Temas interesantes son los que podemos encontrar en esta porción dado las sabias palabras con que Ya’akov avinu-nuestro padre-, bendice a los 12 príncipes; alegorías, profecías, advertencias, etc. Sin embargo, lo que personalmente en mí despertó el interés, fueron dos palabras escritas en el relato sobre nuestro Patriarca.

Para ello veamos el pasúk-versículo- con que comienza esta Parshat:

Bereshit – Génesis 47:28 “Y vivió Ya’akov en la tierra de Mitzraim diecisiete años; y fueron los día de Ya’akov, los años de su vida, ciento cuarenta y siete años.”

En hebreo inicia de la siguiente manera: Vaieji Ya’akov beeretz Mitzraim…

La palabra “Vaieji”, es utilizada en las versiones traducidas de la Torá para decir “Y vivió”, marcando el fin ó el total de sus días. Sin embargo también se podría traducir como “Y vivirá”, lo que nos da mucho que nos abre el contexto para ver la siguiente palabra: Bereshit – Génesis 49:33 “Y cuando acabó Ya’akov de dar sus mandamientos a sus hijos, encogió los pies en la cama y expiró, y fue reunido con sus padres.”

Los sabios enseñan acerca de esté versículo: “Ya’akov no murió, ya que el pasúk-versículo- no menciona la palabra “mitá”, que sería la más representativa para significar “muerte”, si no que emplea en su lugar la palabra “expiró”, para la cual se usaría en hebreo la palabra:– “Gava”.

 Hay sin embargo muchas opiniones respecto de la interpretación de esté pasúk-versículo. Ramban (Najmánides) cuestiona esta aseveración, comentando que el hecho de que se mencione que Ya’akov fue embalsamado, es prueba de que en efecto falleció.

De este punto comenzaremos con nuestra enseñanza, las dos palabras que nos dan la pauta son: “Vaieji” y “Gava”, tomando en cuenta los comentarios de nuestros Jajamim (Sabios) respecto de la muerte de nuestro patriarca.

Para ello te voy a pedir te plantees la siguiente pregunta: ¿Ya’akov avinu está muerto?

 La Perashát comienza diciendo “y vivió”, pero ya vimos que se puede traducir como “y vivirá”, por lo que podríamos plasmarlo de la siguiente manera: “Y vivirá Ya’akov en la tierra de Mitzraim”. Pero ¿cómo explicarnos esto, si la Torá lo que relata son las últimas indicaciones de nuestro Patriarca antes de partir?

Para entenderlo veamos el siguiente pasúk:

Bereshit – Génesis 48:5 “Y ahora tus dos hijos Efraim y Menashé, que te nacieron en la tierra de Mitzraim, antes que viniese a ti a la tierra de Mitzraim, míos son; como Reuben y Shimeon, serán míos.”

Podemos ver la importancia de las palabras de Ya’akov avinu al momento de reclamar a Efraim y Menashé como suyos, es decir, que al igual que sus demás hijos ellos también tendrían parte dentro de la repartición de la tierra prometida. Pero esto no es lo que da la continuidad a nuestro estudio, si no la manera en como enfatiza Ya’akov avinu al decir "tus hijos son míos". Recordemos que en el hebreo la palabra para hijo es “ben”, la cual tiene su raíz en la palabra “baná” que significa construir ó edificar.

Esto ya nos va dando un mejor contexto del porque se puede traducir como “y vivirá”. Ya que un padre seguirá viviendo a través de sus beney-hijos-, pues estos serán el reflejo de su vida misma y continuarán, construirán ó edificarán lo que su padre les haya inculcado mientras estuvo con ellos.

Lo que trae a memoria una enseñanza de Rav Mijael Avila –“Shlita”, en la que refiere que las cosas no gratas que los padres hayan hecho, repercutirán sobre los hijos y estás, a su vez, serán un ciclo que se irá repitiendo a través de la futuras generaciones. Por lo que nos aconsejaba hacer la diferencia y así romper ese tipo de maldición.

En el caso de Ya’akov avinu podríamos decir que la instrucción que él le daba a sus hijos era buena, y más aún, se preocupaba sanamente por el futuro de ellos pues a cada uno los bendice y no lo hace a todos por igual, sino individualmente. Él sabía ó mejor dicho conocía las aptitudes, cualidades y características que ellos le transmitirian a cada una de las doce tribus. Es por eso que la Torá dice: Bereshit – Génesis 49:28 "Todos éstos fueron las doce tribus de Israel, y esto fue lo que su padre les dijo, al bendecirlos; a cada uno por su bendición los bendijo."

Vemos claramente lo que el pasúk dice, no los bendijo solo por un signo de religiosidad, sino de acuerdo a lo que él veía en cada uno de ellos hablaba entonces. No olvidemos que la berajá-bendición-, siempre proviene de parte de HaKadosh Baruj Hu-El santo bendito es Él- y fue por inspiración divina que nuestro patriarca lo hizo así.

Hasta aquí podemos ver que, aún cuando Ya’akov avinu partió de este ‘olam hazé-mundo presente-, tuvo el cuidado de que tanto lo bueno como lo que habia logrado confiando en El Elokim de sus padres, no se perdería. Si no que tanto sus hijos, nietos y toda la nación que de él procedería, continuarían con ese legado viviendo él así a través de ellos.

Teniendo en cuenta lo anterior, veamos la parte en la que se dice: "vivirá en Mitzraim". Lo que podría ser interpretado como una profecía, o dicho en otras palabras "Ya’akov vivirá en Mitzraim", no debemos verlo solamente en sentido literal, si no como una manera alegórica de referirse a Ya’akov como la descendencia ó el pueblo que de él salió, eretz Israel-tierra de Israel a la diáspora, tierra de la cual Baruj HaShem tenemos el privilejio de ser parte y que podriamos decir, nos tocó nacer y vivir en Mitzraim pues estamos en la diáspora, pero esperamos el retorno físico a la tierra prometida.

Bereshit – Génesis 48:20 "Y los bendijo aquel día, diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo: Te haga El Eterno como a Efraim y como a Menashé. Y puso a Efraim antes que a Menashé."

Es de suponer que estas palabras traigan a nuestra memoria lo que cada Kabalat Shabat se lleva a cabo en nuestros hogares justo después de hacer kidush. Así es, la Berajá-Bendición-por los hijos. Los jajamim-sabios-comentan respecto de esta porción: "Efraim y Menashé fueron los primeros hebreos que nacieron y se criaron en la diáspora, y se mantuvieron firmes y leales a HaShem."

Nosotros como hibrim-hebreos-, al igual que ellos, debemos  mantener presente a nuestro patriarca, guardando y practicando las enseñanzas que de él aprendimos, ser verdaderos beney Israel y seguir construyendo el legado que Elokim dejó a nuestro padre Ya’akov.

Conclusión.

Tal vez Ya’akov avinu no esté físicamente en el pueblo, pero el hecho de que la Torá registre sus berajot dadas a sus hijos, nos da la pauta para entender que él sigue vivo, siempre y cuando nosotros practiquemos las enseñanzas de la Torá y no nos apartemos del camino del Elokim, enseñándolas a nuestros hijos tal como lo declaramos durante la recitación del Shema.

Mishlej – Proverbios 4:4 “Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis razones, guarda mis mandamientos y vivirás.”

Vayikrá – Levítico 18:5 “Por tanto, guardarán mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos. Yo HaShem.”

Lucas 10:25 – 28 “Y he aquí un intérprete de la Torá se levantó y le dijo, para probarle:

Rabi, ¿Haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?

Él le dijo: ¿Qué está escrito en la Torá? ¿Cómo lees?

Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Elokim con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.

Y le dijo: Bien has respondido, haz esto y vivirás.”

¡Shabát shalom!

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